El famoso entrenador Billy Calderón consintió su paladar accediendo a unos pastelees con altas dosis de azúcar, harinas y otros ingredientes. En realidad, este talentoso y multipremiado campeón de físico culturismo suele romper la dieta y en repetidas ocasiones demuestra un abundante menú sin restricciones a través de Instagram.
Según mostró en dicha red social, no se resistió ya que de acuerdo a sus historias de Instagram, el galán y su mamá celebraban el cumpleaños de sus dos hermanos Sara Calderón y German Calderón.
TE PUEDE INTERESAR: Conoce de qué tratan las 10 esperadas películas que llegan en 2021
“Vengo a la casa de mi mamá y miren lo que me tienen para la dieta”, escribió. Anteriormente, en otra de sus historias demostró que se había deleitado con unas papas fritas, costilla de cerdo y una sopa de gallina india. Si bien, Calderón ingiere todo lo que esté a su alcance, también se esfuerza por seguir una rutina estricta de ejercicios gracias a lo cual mantiene el buen porte.
Existe una amplia discusión sobre si en realidad la repostería engorda o no. La clave está en el tema de los azúcares añadidos. Según lo detallado en el sitio de la Clínica Mayo, en el artículo “Azúcares agregados: no sabotees tu alimentación con edulcorantes”, los “alimentos con muchos azúcares añadidos aportan calorías adicionales a tu dieta pero proporcionan poco valor nutritivo”. Asimismo, subraya que estos suelen encontrarse en “alimentos que también contienen grasas sólidas, como mantequilla o margarina, o manteca vegetal en productos horneados. Comer demasiados alimentos con azúcares añadidos prepara el terreno para posibles problemas de salud”, como el aumento de peso.
Por otro lado, la endocrinóloga Clotilde Vázquez aseguró en una entrevista con EFE que el miedo, ansiedad y estrés provocan deseos de comer más. “Que nadie se extrañe si tiene más hambre. El miedo hace almacenar grasa”, afirma la jefa del Servicio de Endrocinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en declaraciones a EFE.
“Este estrés emocional, este estado de inquietud generado por el coronavirus moviliza una complejidad de hormonas y neurotransmisores que nos hace almacenar más energía, tener reservas”, asegura la también investigadora del Centro de Investigación Biomédica en Red de Obesidad y Nutrición (CIBEROBN).
Un mecanismo ancestral en el ser humano que hace millones de años les preparaba para épocas en las que había menos alimentos y que ahora se activa ante una situación que rompe la rutina habitual y nos provoca ansiedad.
“Hace que comamos más y que escojamos productos más calóricos como chocolate, embutido, queso…Pero tenemos que combatirlo con otros alimentos saciantes y con menos calorías, como frutas y verduras, que nos aportan vitaminas, minerales y agua”, afirma la experta.
Un consejo que sirve para la población general pero en especial para personas con diabetes, hipertensión u obesidad quienes deben extremar la precaución con su alimentación y no dejar de hacer ejercicio en casa.