¡Innovador¡ Artesano salvadoreño elabora lámparas combinando materiales de la naturaleza y reciclados

Hace 13 años, Javier González encontró la combinación perfecta entre utilizar materiales extraídos de la madre naturaleza y aquellos que se pueden reciclar para convertirlos en lámparas artesanales perfectas para los hogares salvadoreños.

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El artesano suchitotense ha logrado combinar materiales extraído de la naturaleza y aquellos reciclables. Con ellos, hace una verdadera obra de arte. Foto/Oscar Orellana y Javier Gónzales.

Por Oscar Orellana

2021-03-02 10:40:31

Hace más de 13 años, Javier González encontró la combinación perfecta entre utilizar materiales extraídos de la madre naturaleza y aquellos que se pueden reciclar para convertirlos en verdaderas obras de arte, reutilizables y perfectas para los hogares salvadoreños. Nos referimos a lámparas de noche artesanales elaboradas con madera, botellas de vidrio, bambú, morro y alambres, entre otros.

Este artesano de Suchitoto, departamento de Cuscatlán, hace más de una década emprendió su propio negocio de artesanías a base de materiales reciclados y biodegradables y lo hizo con un estilo único y original, pues encontró una solución para transformar lo que parece inservible en algo muy útil.

Javier junto a su esposa y su hija han logrado poner su pequeño local de artesanías en el municipio de Suchitoto en donde turista nacionales y extranjero los visitan. Foto/Oscar Orellana.

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La iniciativa de fabricar piezas, artículos y otros materiales artesanales surge específicamente en el 2008, con el apoyo de su esposa, Belinda de González, y su hija, Victoria. Su objetivo: obtener ingresos para el hogar. “Desde hace tiempo tenía la idea de poner mi negocio de artesanías, porque desde muy pequeño me gustó la pintura. Recibí clases acá con uno de los pintores famosos de Suchitoto, Shanay… en el año 2008 entré a la Feria Artesanal Así Es Mi Tierra”, recordó.

Pero, ¿lámparas de bambú y morro?

El bambú, la madera y el morro son de sus favoritos materiales para crear las verdaderas obras de arte ecológicas. Foto/proporcionadas por Javier Gonzáles.

Por años el morro y el bambú se han considerado recursos de la naturaleza que sirven para aliviar algún dolor o enfermedad, pues son ricos en vitaminas para el organismo de los seres humanos. Sin embargo, no es para lo único que se pueden usar estas plantas. Don Javier encontró algo peculiar en ellas y decidió trabajar con estos recursos para convertirlos en un electrodoméstico ecológico y funcional para los hogares.

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A dicha materia prima, el artesano sumó más materiales, combinando aquellos propios de la naturaleza con productos desechados por el ser humano. “Utilizo productos reciclables, como tubos, madera que obtengo de la carpintería -que ya la van a desechar, pero que yo la reutilizo como base-. Uso el morro, el bambú, botellas de vidrios … utilizo un montón de materiales”, detalló el suchitotense.

Además, usa troncos de árboles y otros materiales que encuentran flotando a las orillas del lago Suchitlán, desechados por personas de los municipios aledaños, que provocan contaminación para el medio ambiente; no obstante, él les da una segunda vida, al recolectarlos para convertirlos en un producto servible. “Utilizo todo lo que la gente desecha ”, enfatizó, además recolecta las botellas de vidrio que tiran a la calle para darles una función más ecológica y moderna.

Además de lámparas, el morro ha sido por años un fruto que no solo sirve para curar algunas enfermedades, sino que también es usado como recipiente para servir bebidas calientes. Foto/proporcionada por Javier Gonzáles.

El bambú y el morro los consigue dentro del municipio, en terrenos de amigos donde crecen estas plantas. El proceso de producción no es difícil, pero sí requiere dedicación. Por ello, recurre a la ayuda de su esposa e hija, quienes siempre están apoyándolo en todo momento.

Las lámparas están conformadas por tres piezas principales: la base hecha de madera, la pantalla de morro o bambú, botella u otro material, y el forrado donde va el alambre y el foco.

Pero el proceso de fabricación no termina ahí, ya que el toque final lo ponen las decoraciones inspiradas en atardeceres, noches de encanto y pintorescos paisajes. El artesano pinta o graba la parte externa de las lámparas, labor que le puede demandar hasta una hora.

La decoración se basa principalmente en la perfecta combinación de objetos funcionales y ornamentales, con el objetivo de embellecer y generar ciertos efectos visuales que atraen la atención de los visitantes.

González trabaja todos los días en su pequeño taller de 9:00 de la mañana a 6:00 de la tarde y en una sola jornada puede llegar a producir más de cinco lámparas, con estilos que triangulares, cuadrados, circulares u ovalados. Todas se adaptan a mesas de noche, paredes o para colgar.

Lo típico y original de las lámparas es que con su toque de pintura, Javier las hace ver más rusticas y artesanales. Foto/Javier Gonzáles.

Esta apuesta le ha traídos muchos ingresos a su familia; no bastante, durante el confinamiento por la COVID-19, estos bajaron considerablemente, provocando un impacto en su economía doméstica. “A nosotros nos golpeó porque estuvimos siete meses encerrados. La Feria la cerraron, los locales igual. Yo venía a trabajar a puertas cerradas, tuve encargos pequeños, pero sí nos golpeó… porque prácticamente el ingreso que tenemos es de acá”, subrayó.

Y aunque las ventas y los encargos bajaron considerablemente, nunca se dio por vencido. Al contrario, siguió puliendo sus técnicas para seguir innovando tanto en la elaboración de sus lámparas como en sus otros productos.

También trabaja en petate, jícaro, morro, ventanas antiguas, tecomates y lienzos, entre otros que de paso ayudan a proteger el medio ambiente.

Él cuenta que tanto ha sido el impacto que ha tenido con sus creaciones que muchos nacionales y extranjeros llegan hasta su pequeño local para aprender a elaborarlas y asegura que los turistas se van fascinados y sorprendidos al ver que una verdadera obra de arte es hecha con materiales que comúnmente son considerados inservibles.

Por ello, algunos deciden adquirirlas para ambientar sus hogares con algo más artesano y rústico, mientras ayudan a la familia González a obtener el sustento diario y a la naturaleza, adquiriendo artículos ecológicos.