Escritor salvadoreño forma parte de la memoria literaria “Ave de 400 voces”

La literatura cuscatleca resaltó en México y fue incluida en un libro literario que recoge una variedad de textos de más de 63 poetas de todas partes del mundo.

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Foto: cortesía René Figueroa y Francisco Navarro

Por Óscar Orellana

2022-01-04 2:56:55

El salvadoreño René Figueroa fue parte de los 102 escritores, de más de 17 países, que participaron en el Festival Internacional Virtual de Poesía “Ave de 400 voces”, el cual fue organizado por Francisco Navarro, director de la Casa del Poeta “Dolores Castro” de la Ciudad de México.

El evento se realizó a finales del año pasado y tuvo como objetivo hermanar países, romper fronteras y difundir el trabajo poético de quienes comparten la pasión por los versos y los textos románticos.

El resultado de la actividad fue la creación de una antología literaria que recoge los poemas de más de 63 escritores provenientes de Argentina, Colombia, Cuba, México, Bolivia, Costa Rica, España, El Salvador, Cataluña, entre otros.

En este registro, de voces poéticas y que recientemente se publicó, “se abordan temas de acuerdo a la sensibilidad de cada autor: melancolía, amor, desamor, preocupaciones propias y de todos, erotismo, las ganancias o las pérdidas que nos deja la vida”, expresa Navarro en la reseña del libro.

Foto: cortesía Francisco Navarro

El escritor y fotógrafo salvadoreño debutó con el poema “La camisa de fuerza”, de su más reciente poemario “Por siempre viernes”.

“Este es el décimo quinto festival internacional de poesía en el que participo, y me siento muy honrado porque el poeta Francisco Navarro me haya hecho la invitación a participar, para mí es importante que la literatura salvadoreña sea tomada en cuenta afuera de nuestras fronteras”, resaltó René Figueroa.

La fuerza de esta camisa radica en sumito. Ya me he acostumbrado a sus costuras hostiles, a las vueltas que sus mangas le dan a mi pasado, una camisa a la que le queda grande el nombre, que le teme a los abrazos de mi exilio, una camisa tan débil como mi memoria, tan larga como mi encierro, tan blanca como la espuma de mi boca. Una camisa para acallar mis voces, para evitar el martirio de mis venas, para interrumpir el escape hacia mi muerte cotidiana, para inmovilizar los ejércitos que habitan mi cuerpo, para desenterrarme la espada del cerebro. Una camisa estampada con mis forcejeos, una camisa donde no caben mis alas, ni caben los golpes que me doy en la cabeza, una camisa sin fuerzas, al borde de la rotura.

René Figueroa, La Camisa de Fuerza.