Raoul Fernández, el salvadoreño que triunfa en las artes escénicas de Francia

Raoul Fernández migró de El Salvador en 1980 para estudiar teatro en Francia. Ahora, a sus 65 años, es un reconocido creador de vestuario, actor, escenógrafo, escritor y políglota.

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Raoul desde pequeño supo que tenía un gran amor por las artes escénicas, pero nunca se imaginó que llegaría tan lejos. Foto: cortesía Raoul Fernández

Por Óscar Orellana

2021-12-25 3:06:28

“Yo quería estudiar, quería superarme y sabía que, haciendo teatro en El Salvador, en aquel momento, me iba a morir de hambre, por eso decidí perseguir mi sueño en otro país”, asegura Raoul Fernández, un salvadoreño que hace 41 años decidió dejar el pulgarcito de Centroamérica para brillar en las artes teatrales al otro lado del mundo.

Raoul se fue del país en 1980, exactamente dos meses después del asesinato de Monseñor Óscar Arnulfo Romero. La tensión que se comenzaba a vivir en el país fue un elemento definitivo para que el salvadoreño no pensara ni dos veces en buscar una mejor vida lejos de sus fronteras patrias.

“Yo quería estudiar teatro no para actor, sino lo que yo quería era prepararme en toda la parte teórica que tiene que ver con la historia del teatro y el vestuario. Entonces cuando decidí irme mi mamá me dijo: ‘mirá, si al cabo de algunos meses no te sentís bien porque no conoces a nadie, te me regresas”, expresó Fernández, de 65 años, quien inició sus estudios en teatro en la Universidad París VIII, en Francia.

Su madre se llamaba Ana María Elizabeth, quien nació en Santa Tecla, aunque sus orígenes eran sonsonatecos. Además, su familia es descendiente de un hermano del prócer Manuel José Arce y del presidente Antonio Ezeta. Mientras que su padre, Rosendo Fernández, fue un capitán de la marina peruana que llegó a El Salvador para dar clases de equitación y matemáticas en la Escuela Militar.

El actor asegura que cada vez que pisa un escenario se recuerda de donde viene y eso lo hace sentir orgulloso de ser salvadoreño. Foto: cortesía Raoul Fernández

Ya en el país europeo, Fernández se topó con un anuncio en el cual solicitaban un costurero para diseñar los vestuarios del elenco de la Ópera de Palais Garnier, una de las más famosas del mundo. Ahí recordó el talento que había heredado de su madre, quien se dedicaba a la costura, por lo tanto, sin pensarlo decidió aplicar.

El contrato le permitiría trabajar por tres meses para dicha ópera y también agarrar experiencia en algo que siempre había llamado su atención: el vestuario. La prueba que debía superar era diseñar un vestido idéntico al que le habían proporcionado.

Él asegura que el director de la Ópera Rudolf Noureev cuando vio el vestido diseñado dijo: “esto es bellísimo, hermoso, que cosa más linda, pero hay un problema, lo que se le indicó era que debía copiarlo idéntico al original, pero usted lo ha mejorado”.

Es a partir de ese momento que la vida artística de Raoul se comenzó a gestar, pues no fueron tres meses los que trabajó para la ópera, sino 8 años.

“Retrato de Raoul” en el VI Festival de las Artes Vivas de Loja 2021 (Ecuador). Foto: cortesía Raoul Fernández

“Un día me di cuenta que ya había hecho toda la ópera de París, pues había hecho vestuario, maquillaje, pelucas, peinados y alisados de pelos”, explicó con alegría el salvadoreño de nacionalidad francesa.

Diseñó y confesión vestuario para las óperas de Seúl, de Pekín, en Beijing; en el Covent Garden, de Londres; en Ámsterdam, Hamburgo, entre otros.

Posterior, tuvo el honor de crear el vestuario de un elenco de teatro que participarían en el festival de Aviñón, uno de los eventos más antiguos e importantes de las artes escénicas de Francia. Ahí mismo, probó su talento como actor, cuya actuación dejó anonadado al director.

“Entonces comencé a trabajar como actor y como diseñador de vestuario. Para ese entonces me comenzaron a llamar todas las compañías de teatro, todos los cineastas para que yo hiciera algunas películas con ellos. Tuve la oportunidad de hacer dos películas, una de ellas fue ‘Con la frente en alto’ y la otra ‘Marguerite at Julien’.

Al consolidar su carrera, Raoul volvió en varias ocasiones a su tierra natal a visitar a sus padres, sin embargo, luego de la muerte de ambos y una larga gira por el mundo no había regresado nuevamente, sino hasta este 2021, 12 años después.

Su llegada al país fue para brindar un taller sobre actuación y vestuario a los alumnos de segundo y tercer año de la Escuela Nacional de Teatro. En las clases también participaron diseñadores de vestuario y profesores del Centro Nacional de Arte (Cenar).

Su pasión inició por la historia del teatro y en el camino descubrió que tenía potencial para diseñar vestuario y ser actor. Foto: Cortesía Raoul Fernández

Su estadía en El Salvador será corta, pero la ha gozado como una eternidad, pues ha logrado visitar a su familia, recordar aquellos momentos que vivió en su infancia en el Barrio San Miguelito, llevarle rosas a la tumba de su madre, ubicada en el cementerio municipal de Santa Tecla y, por supuesto, disfrutar de las pupusas, su platillo típico por excelencia.

“¿Cómo veo El Salvador? Ha cambiado mucho, ahora siento que la gente se siente más tranquila, con mayor seguridad en la calle, bueno, siempre se toman medidas de seguridad y todo eso, pero siento que la gente ha pasado un período feo, como una pesadilla, porque cuando yo vine hace 12 años había una tención en la calle y cuando yo me fui (1980) no digamos, era terrible. Todo mundo desconfiaba de todo mundo”, afirmó Fernández.

El salvadoreño retornará a Francia este 28 de diciembre, pero espera volver el próximo año para conquistar las tablas nacionales con el monólogo “Retrato de Raoul” escrita por el actor, director de teatro y dramaturgo francés, Philippe Minyana.

En el monologo se narra la vida de Raoul, un niño latinoamericano que crece con una madre costurera de impresionante talento, de quien heredó el oficio, y por medio de la alta moda, aprende a mirar y soñar la vida de París, un destino al que llega para trabajar como modisto en grandes escenarios del arte y para poder sacar a la luz su propia identidad.

“El retrato de Raoul” fue quien abrió los telones en Ecuador en el VI Festival de las Artes Vivas de Loja (Fiavl 2021). Además, ha llegado hasta los escenarios de Estados Unidos, Francia, Colombia, Venezuela, Chile, entre otros.