“De la producción sobre migración “Ante todo humanos” (todavía en proceso) surge este cortometraje ‘Huir para vivir’ dedicado al desplazamiento forzado. Todo un privilegio dirigirlo y animarlo, pero afortunado el compartir los talleres de modelado participativo”, de esta forma el productor audiovisual y catedrático Ferran Caum invita a ver la proyección del cortometraje de animación en plastilina, que se emitirá este 15 de diciembre, a las 7:00 de la noche, vía Facebook Live, en las cuentas de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, UCA, y de la Agencia de la Organización de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR.
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Tal y como lo destaca el español en su publicación, la producción de este proyecto le permitió trabajar con más de 200 voluntarios que participaron en nueve talleres de modelado de plastilina, mientras compartían sus experiencias de este tipo de violencia social.
“La participación de tantos voluntarios en la producción de los decorados y figuras permitió compartir momentos de solidaridad y también testimonios de experiencias de familiares o conocidos que tuvieron que huir para vivir. Este compartir enriqueció el cortometraje”, manifestó Caum, según comunicado compartido por ACNUR.
Con este cortometraje, se pretende “generar un mayor conocimiento sobre las consecuencias humanitarias del desplazamiento forzado por violencia en el país”.
En el informe presentado por esta agencia de la ONU, que abarca el periodo de enero a junio de 2021, en el año que finaliza el desplazamiento forzado se mantuvo al alza. “… el número de personas a nivel mundial que huyen de la violencia, la inseguridad y los efectos del cambio climático supera los 84 millones”.
El documento alerta que en 2021 se registró un aumento con respecto a la cifra de 2020, que fue de 82.4 millones. “El incremento se debe, en gran medida, al desplazamiento interno, dado que cada vez son más las personas que huyen de múltiples conflictos activos en el mundo, sobre todo en África. En el informe también se indica que las restricciones fronterizas derivadas de la COVID-19 continúan limitando el acceso de personas solicitantes de asilo en distintos puntos”, se detalla.
Para Laura Almirall, representante de ACNUR en El Salvador, es importante generar espacios que permitan a las víctimas alzar la voz y visibilizar este crisis.
“Gracias a esta técnica de modelado de plastilina, el cortometraje transmite a un público amplio las vivencias reales de personas sin exponerlas a mayor riesgo”, destacó.
Hay que destacar que ACNUR y la UCA han sumado esfuerzos para echar andar un programa de protección para personas afectadas por esta situación, que brinda asistencia humanitaria, como alojamiento temporal, vestimenta, alimentación y acceso a salud. Asimismo, les proporcionan asistencia legal y apoyo psicosocial. “El proyecto también busca, mediante acciones de sensibilización e incidencia, visibilizar los derechos de las personas desplazadas por la fuerza”.