FOTOS: Embajada de México rinde tributo a los salvadoreños fallecidos con un altar de Día de Muertos

La cultura mexicana y la salvadoreña se fusionan para conmemorar con un extraordinario altar a los seres queridos que ya partieron de esta tierra.

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La embajada, una vez más, celebra El Día de Muertos con su tradicional Altar. Foto: cortesía Embajada de México

Por Óscar Orellana

2021-11-01 3:47:22

Cada 2 de noviembre se celebra en diferentes partes de América “El Día de Muertos” o de “Los Fieles Difuntos”, una tradición que, con el paso de los años, ha tomado relevancia en las diferentes culturas de cada región, especialmente en las personas católicas, quienes aprovechan la ocasión para visitar los campos santos y colocar hermosos arreglos florales en las lápidas donde descansan sus seres queridos.

Esta vez, la Embajada de México en El Salvador decidió fusionar la tradición azteca con la cuscatleca para rendir homenaje, a través de un extraordinario y colorido altar de muertos, a todos aquellos salvadoreños que ya partieron de esta vida.

Según Gabriel Mendoza, encargado de Asuntos Culturales, la Embajada hizo una convocatoria en sus redes sociales para quienes estuvieran interesados en que sus familiares fallecidos fueran colocados en el altar. Es así como muchos salvadoreños decidieron participar de esta tradición que, desde el 2003, es considerada Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad.

Los salvadoreños han colocado las fotografías de sus seres ya fallecidos en el altar. Foto EDH/ Óscar Orellana

De igual manera, Mendoza aseguró que conmemorar a los muertos “no es una tradición netamente mexicana sino de Mesoamérica que incluye también a El Salvador, pues antes que se constituyeran como países, eran pueblos, eran culturas las que florecían y varias de ellas concordaban con las tradiciones de los muertos”.

A causa de eso, desde hace varios años la embajada mexicana viene celebrando esta tradición en el país. En 2019, montaron el altar en el Museo Nacional de Antropología Dr. David J. Guzmán (MUNA) en donde recibieron alrededor de 2,500 visitantes.

Mientras que el año pasado, por cuestiones de la pandemia, lo hicieron en sus instalaciones con un grupo de visitantes reducidos. Esa vez, dedicaron el santuario a todos los fallecidos en primera línea.
Altar de muertos

El altar está adornado con pan dulce, calaveras coloridas y gallardetes. Foto EDH/ Óscar Orellana

Este año sus instalaciones vuelven a vestirse de colorido para recordar y honrar a los que ya no están. Es por ello que, al evento inaugural, celebrado el pasado 30 de octubre, asistió el embajador de México Ricardo Cantú Garza, salvadoreños y personas extranjeras.

Los visitantes disfrutaron de un concierto de parte de la Orquesta Filarmónica de El Salvador, música mexicana, talleres para jóvenes y niños. Además, de deleitarse con platillos y bebidas representativas del país azteca.

Por otro lado, el altar de muertos fue decorado minuciosamente para resaltar cada uno de sus detalles. Las flores de cempasúchil son las que le dan el toque especial a la tradición, pero las fotografías de los fallecidos acompañadas de su comida o bebida favorita despiertan esa nostalgia en aquellos que recuerdan a los que ya no se encuentran sobre la tierra.

Lo peculiar del altar es que las fotografías de los difuntos están acompañada con su comida y bebida favorita. Foto EDH/ Óscar Orellana.

La ofrenda incluye los cuatro elementos de la naturaleza: tierra, agua, aire y fuego. En el suelo se coloca sal como un elemento purificador y sobre el altar figuras de calaveritas, así como el famoso “pan de muerto”.

“La tradición inicia el 1 de noviembre, ya que ese día llegan las almas de los que murieron siendo niños y el 2 las de los que fallecieron adultos”, dijo Gabriel.

Según la tradición mexicana se coloca un vaso de agua para ayudar a los espíritus a saciar su sed después de un largo viaje, mientras que el papel picado se usa comúnmente para representar el aire.

“Todos los adornos requieren de un trabajo minucioso, que requieren muchas manos y mucha paciencia. La flor de cempasúchil es un elemento tradicional en todo altar. Porque además de su colorido, se cree que los pétalos de esta flor son los que llevan al alma hasta el altar”, enfatizó Mendoza.

Foto EDH/ Óscar Orellana

Además, afirmó que cada color de los gallardetes tiene un significado muy especial: El morado representa el luto, el verde a la juventud y el blanco la pureza, por eso más de 500 de estos adornan las instalaciones de la institución.

“El muerto viene, camina y observa el altar, percibe, huele, prueba, escucha. No es un ser ajeno sino una presencia viva”, afirma un mural que acompaña a la ofrenda.

Todo el montaje espectacular se debe al ingenio y creatividad de más de 30 jóvenes, entre pasantes y voluntarios, que comenzaron con los preparativos un mes antes. Cada uno de ellos puso su empeño y fuerzo para realizar más de 1,000 decoraciones que se encuentran distribuidos en las diferentes instalaciones de la Embajada.

El altar estará disponible hasta el 12 de noviembre, de lunes a viernes, de 8:00 a.m. a 1:00 p.m., las personas interesas en visitarlo lo único que deben presentar es su cartilla de vacunación y portar la mascarilla.

Jóvenes que montaron y planificaron la festividad de Día de Muerto. Foto EDH/ Óscar Orellana