Henri Cartier-Bresson, el francés que revolucionó la fotografía

El 22 de agosto se conmemora el 110 aniversario del nacimiento del afamado fotógrafo, quien es considerado el padre del fotorreportaje y el que acuñó el término “el instante decisivo”.

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elsalvador.com

Por Osmín Monge

2018-08-21 4:10:30

A lo largo de la historia de la fotografía, muchos profesionales de este medio de expresión han resistido el paso inexorable del tiempo; el afamado fotógrafo francés Henri Cartier-Bresson es uno de ellos.

Él ha sido considerado fuente de inspiración para fotógrafos y fue catalogado como “el padre de la fotografía de calle y el fotoperiodismo”.

Pero, ¿quién era este artista de la cámara (fallecido en 2004) y por qué es importante?
Nacido en 1908 en Chanteloup, Seine et Marne (Francia) hace exactamente 110 años este afamado fotógrafo creció apoyado por sus padres. Con la ayuda financiera de ellos se instruyó en la pintura e ingresó en el estudio de André Lhote, pintor y escultor cubista. Fue de él que aprendió el sentido de la composición.

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Picasso, Julio Cortázar y Jorge Luis Borges se contaban entre sus admiradores. Pablo Neruda, Rafael Alberti y Miguel Ángel Asturias, entre sus grandes amigos.

En su juventud se dejó arrastrar por el movimiento surrealista, inspirado por las diferentes escuelas de fotografía que aparecieron en Europa en los años veinte.

Después de estudiar arte y literatura en la Universidad de Cambridge, esta leyenda de la fotografía recibió su primera cámara en 1929, sin embargo, no fue hasta 1931 que comenzó a tomar la fotografía en serio.

Exposición de Cartier Bresson en París, 2003. FOTO AFP

Inspirado en una instantánea del fotoperiodista Martin Munkaci de tres jóvenes africanos que corrían hacia las aguas del lago Tanganica, Cartier-Bresson abandonó la pintura y decidió sumergirse por completo en el fascinante mundo de la fotografía.

“De repente entendí que una fotografía podía arreglar la eternidad en un instante”, reveló más tarde.
Desde la década de 1930 utilizó una cámara Leica de 35 mm, la mayoría de las veces equipada con un lente de 50 mm. Ese pequeño y discreto dispositivo lo liberó de las cámaras de formato medio, que eran más voluminosas y que le habrían hecho notar su presencia en los momentos y lugares donde hacía su trabajo.

La primera cámara Leica que usó el fótógrafo Cartier-Bresson.

Valorando el anonimato como una herramienta para hacer mejores tomas, a menudo envolvía el cuerpo de su cámara con cinta negra. Respetando su deseo de permanecer discreto, nunca usó flash.
Cartier- Bresson tuvo más impacto en la fotografía y el fotoperiodismo que cualquier otro fotógrafo del siglo XX.

“Fue un gran maestro, sobre todo en el manejo de la composición. Parecía que las escenas de la vida cotidiana y de la calle que captaba con su cámara las había compuesto”, manifiesta el fotoperiodista salvadoreño Luis Galdámez, Premio Nacional de Cultura 2017.

“Todas las fotografías tomadas hoy están directa o indirectamente influenciadas por Cartier-Bresson”, dijo Philip Brookman, curador de fotografía y artes de la Galería de Arte Corcoran de Washington, justo después de la muerte del fotógrafo francés, hace 14 años.

Fotógrafo Luis Galdámez ganador del Premio Nacional de Cultura 2017

Secultura anunció la mañana de este martes que el fotoperiodista salvadoreño, de 55 años, recibirá en noviembre próximo el reconocimiento de manos del presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén.

El reconocido fotógrafo tenía una peculiaridad: prefería componer la imagen directamente en el visor y se negaba a recortar fotografías o manipularlas en el cuarto oscuro.

El maestro Cartier-Bresson en el momento que es rociado de champán por un activista socialista en mayo de 1981 en París. FOTO AFP

Aunque intentó algunos experimentos con la fotografía a color, trabajó casi exclusivamente en blanco y negro.

“Para mí, la cámara es un libro de bocetos, un instrumento de intuición y espontaneidad, el maestro del instante que, en términos visuales, cuestiona y decide simultáneamente. Para ‘dar un significado’ al mundo, uno tiene que sentirse involucrado en lo que se enmarca a través del visor. Esta actitud requiere concentración, disciplina de la mente, sensibilidad y sentido de la geometría”, afirmó el fotógrafo.

El instante decisivo
Usando su inseparable cámara Leica esperaba con paciencia lo que él llamó “el instante decisivo” antes de hacer clic en el obturador silencioso.

El afamado fotógrafo murió en agosto de 2004 a los 95 años de edad. FOTO AFP

Cartier-Bresson supo entender que en la fotografía había una capacidad única e irrepetible de capturar el tiempo, de suspenderlo y de mantenerlo vigente de forma indefinida.

“La fotografía es, para mí, el impulso espontáneo de una atención visual perpetua, que atrapa el instante y su eternidad”, expresó en una ocasión. Para muchos expertos en fotografía el concepto del “instante decisivo“ queda reducido al oportunismo temporal. Significa presionar el obturador en el momento justo para generar el congelamiento de una acción en particular. Es decir, captar un instante que se habría perdido de no haberse realizado la fotografía.