Desmontando al pintor salvadoreño Francisco W. Cisneros

El investigador Jorge Palomo ofreció una conferencia sobre el artista salvadoreño. La obra de Cisneros puede apreciarse hasta el próximo 19 de agosto en el Marte.

descripción de la imagen
elsalvador.com

Por Tomás Andréu/Colaborador del Museo de Arte de El Salvador

2018-08-16 6:13:48

La vida del artista salvadoreño Francisco Wenceslao Cisneros (1823-1878) es tan intrincada como sorprendente. Su obra tan poco conocida en el ámbito sociocultural en el país llegó desde Cuba al Museo de Arte de El Salvador (Marte) donde se le ha rendido tributo a través del análisis de su vida y trabajo artístico.

Cisneros fue el primer pintor del que hay registro posterior a la Independencia de 1821. El salvadoreño salió a Europa (Francia) en 1842 y no volvió. El padre —un funcionario de gobierno— lo envió con la intención de que se convirtiera en abogado, pero evadió el deseo paternal y le dio un giro a su vida convirtiéndose en artista.

FOTOS: La Palma despide a artista salvadoreño Fernando Llort

En el contexto de los 15 años de trayectoria del Marte, el académico Jorge Palomo brindó una conferencia en la que intenta rastrear la vida y obra de Cisneros por Francia, Italia y Cuba. En la isla se celebran los 200 años de la Academia Nacional de Bellas Artes de San Alejandro, de la cual el salvadoreño fue director desde 1859 hasta su muerte.

Las investigaciones de Palomo le permiten hablar de algunas certezas sobre Cisneros. Una fuente primordial en la que se apoya es en el libro “Cisneros, el pintor” de Napoleón Velasco. Coteja estos hallazgos con documentos en francés sobre el artista nacido en San Salvador. El objetivo de la charla fue contrastar la información cubana con la información salvadoreña. La razón es que hay vacíos, imprecisiones o abultamiento histórico del artista.

Un ejemplo es que se ha dicho que Cisneros fue discípulo de Eugene Delacroix (1798-1763), pero según el expositor esto no ocurrió porque no hay fuentes que lo confirmen y tampoco hay evidencia de que el pintor francés haya influido en la obra del salvadoreño. El equívoco se ha reproducido a partir de una breve publicación en una revista cubana y fue retomado una y otra vez hasta convertir esa imprecisión en verdad. De lo que sí se puede dar fe es que fue alumno de Jean Gigoux (1806-1894).

De acuerdo con Palomo, Cisneros participó en tres revueltas en Francia. Ello lo llevó a la cárcel, pero siempre fue absuelto. También pasó vicisitudes económicas. Lo mismo le ocurrió a su familia en El Salvador.

“Que Cisneros haya sido el primer latinoamericano en ocupar la dirección de la Academia Nacional de Bellas Artes de San Alejandro sirvió para que en El Salvador se empezara a escribir sobre su vida y obra. Así fue construyendo una vida artística magistral sin que sus compatriotas tuvieran acceso a su trabajo. Mucho se ha dicho y muchos han dudado de su talento. Además, al encarar muchas de sus biografías se nos presenta a un personaje contradictorio y revoltoso contra el poder monárquico francés, y por el otro lado se nos presenta a un retratista de las monarquías europeas”, subrayó Jorge Palomo en su ponencia.

Y añadió que se ha dicho que el pintor asistió a las academias más importantes de Europa, pero no hay documentación de la época que dé fe de esos acontecimientos.

Una obra de Cisneros con la que los salvadoreños tuvieron contacto durante muchos años fue “La Transfiguración” (réplica del cuadro de Rafael Sanzio. La original está en El Vaticano) que está en la parroquia Inmaculada Concepción de Santa Tecla. La pieza sufrió graves estragos por los terremotos de 2001. Recientemente fue restaurada. Otra es el retrato del doctor Manuel Gallardo, hecho en París mientras el retratado estudiaba medicina. La fecha de la pieza es imprecisa.

Palomo afirmó que Cisneros no asistió a la Academia de Bellas Artes de París y prefirió estudiar con un egresado de esa entidad (Jean Gigoux). Además el artista salvadoreño recibió críticas en Cuba de sus alumnos por “la calidad de sus retratos y sus problemas en la composición. Cisneros se formó como alumno de un pintor de estilo romántico y como tal (el salvadoreño) fue un pintor romántico”.

Cisneros fue un excelente retratista en grabado y dibujo. La calidad de los retratos en pintura varía. Sin las fechas definitivas de sus piezas, pues no se puede ver una tendencia o un desarrollo exacto. No fue un experto en dibujar retratos de cuerpo completo. De ahí algunos errores anatómicos [en su obra]. De su trabajo europeo, a excepción de algunos retratos, se puede decir que casi toda su obra en pintura o en litografía son copias o reproducciones. No hemos encontrado obras originales o diseños para pintura como oposiciones complejas. Lo que podemos confirmar es que hemos encontrado réplicas de otras obras de arte, incluidos los retratos. Emerge la figura de un artista en formación y con necesidad de ingresos.

Su desarrollo como artista pleno lo desarrolló en Cuba, afirma el especialista Jorge Palomo. Y amplía su crítica:

“Él no tuvo ninguna intención de entrar a la academia, él solo quería ser artista. Cisneros eligió su propio camino para serlo. La crítica de todo esto es que él no fue un pintor académico. Ni él ni su profesor [Jean Gigoux] fueron el non plus ultra de la pintura. Pintó bien [Cisneros], pero no es lo máximo que ha habido. Logró ciertas cosas, pero no podríamos compararlo con otros artistas cubanos de su momento”.

Cisneros falleció en La Habana el día 12 de junio de 1878. El Gobierno de El Salvador en un intento de homenajear su memoria emitió un decreto para repatriar sus restos el día jueves 18 de abril de 1912. La medida, sin embargo, no se ha cumplido hasta el día de ahora. La obra del artista puede apreciarse hasta el próximo 19 de agosto de 2018 en el Marte.