¿Sabes por qué nuestro país se llama República de El Salvador?

Seguramente en más de una ocasión te has preguntado, ¿por qué fue bautizado con este nombre?

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Por elsalvador.com

2018-06-21 7:42:05

Desde hace 103 años, por Decreto Legislativo, nuestro país se llama oficialmente “República de El Salvador”.

Pero… seguramente en más de una ocasión te has preguntado, ¿por qué fue bautizado con este nombre? Te contamos:

De acuerdo con los registros históricos, al descubrir Cristóbal Colón el continente americano, la primera isla encontrada después de largos días de navegación por el Mar Tenebroso fue Guanahaní (Bahamas) y la bautizó con el nombre de San Salvador, en honor de la festividad católica del Santísimo Salvador que rememora el pasaje evangélico de la Transfiguración del Señor en el Monte Tabor.

La solemnidad fue instituida en 1457, por el Papa Calixto III, en acción de gracias al Divino Salvador del Mundo, por la victoria que un año, el 6 de agosto, antes obtuvieron los ejércitos cristianos contra los musulmanes en Belgrado, Serbia, la cual detuvo la penetración de los turcos en la península de los Balcanes.

Tras estos hechos históricos, muchas lugares fueron designados en Europa con el nombre de San Salvador. De aquí surgió la idea.

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Fotografía captada desde El Salvador del Mundo, San Salvador, El Salvador.

“El nombre El Salvador fue tomado de San Salvador, nominación que los españoles dieron a la primera villa que fundaron en estas tierras”, detalla el libro “El nombre oficial de la República de El Salvador”. Aunque el lugar del asentamiento y la fecha no están registrados, la primera evidencia del antiguo asentamiento se encuentra en el Archivo de Guatemala, en un documento donde se menciona que, en mayo de 1525, Diego de Holguín se ausentó para ocupar el cargo de alcalde ordinario de San Salvador.

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La historia consigna que, debido a la resistencia pipil, la primera villa fue desalojada hasta su refundación en 1528, en el valle La Bermuda, Suchitoto. Años más tarde, la villa pasó a convertirse en una de las provincias del Reino de Guatemala y, tras la independencia y su negativa de anexarse al Imperio Mexicano, para 1824 las autoridades acordaron constituir un Estado federal, con el nombre de El Salvador, denominación que se confirmó al emitirse, el 12 de Junio de ese año, la Primera Constitución Política del país.

Sin embargo, la costumbre de hacer contracción de la primera palabra provocó que, en esa época, fuera escrito como “República del Salvador”. Incluso, esa misma Carta Magna estipulaba que “El Estado se denominará Estado del Salvador” (artículo 7).

Tras esta tendencia, el 7 de junio de 1915 fue emitido el decreto aclaratorio sobre la forma correcta de escribir el nombre del país, pues hasta entonces era llamado de tres formas: Salvador, del Salvador o El Salvador.

A pesar del precepto, en documentos oficiales internacionales continuaba la práctica de omitir la primera parte del nombre.

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No fue hasta 1958, por gestiones del secretario de Cultura, Jorge Lardé y Larín, que se emitió otro Decreto Legislativo con fecha 23 de octubre, en el que se añadió al texto de 1915 la prohibición de suprimir la palabra “El” cuando fuera asociado a la palabra “República”. Además, se determinó la reserva del derecho a contestar cualquier documento o suscribir cualquier convenio donde apareciese escrito incorrectamente.

A partir de entonces, el país es conocido oficialmente con un nombre que, como dijimos antes, tiene sus raíces en la batalla de Belgrado, la capital de Serbia.

Por eso, la fiesta de la Bajada del Divino Salvador del Mundo parece guardar, además de la fe que alimenta a los creyentes, toda una historia de donde deriva el nombre del país y el gentilicio.