La primera referencia de El Salvador en Europa data de 1524

Uno de los líderes militares españoles más temidos narró el valor y la resistencia con que los pipiles defendieron su territorio

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elsalvador.com

Por Rosemarie Mixo

2018-06-17 12:08:43

A finales de mayo de 1524, el conquistar Pedro de Alvarado cruzó el río Paz (Paxa) e ingresó a territorio salvadoreño, dispuesto a someter a las tribus pipiles que habitaban en él.

Llegó acompañado de 100 caballeros, 150 infantes castellanos y un séquito de 5 a 6 mil indígenas amigos, según lo detallado por el historiador, docente y periodista salvadoreño Jorge Lardé y Larín, en el libro “Toponimia Autóctona de El Salvador Occidental”.

Su primer encuentro con la resistencia indígena cuscatleca ocurrió en la región de Acajutla, el 8 de junio de ese año. En el tomo I de las “Crónicas Mesoamericanas”, publicadas por la Universidad Mesoamericana de Guatemala en 2008, se puede leer el detalle de las batallas del conquistador en tierras “cuzcatlecas” escritas por él, en carta enviada a Hernán Cortés.

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En estos relatos, De Alvarado destaca su experiencia en la región de los Izalcos, específicamente la batalla librada en Tacuscalco.

El líder militar llegó a la zona incapacitado de enfrentarse a los miles de pipiles que lo esperaban en ese lugar, ubicado entre los ríos Cenzúnat y Ceniza, a 1.5 kilómetros al sur de la actual Sonsonate. Tanto él, como algunos de sus acompañantes fueron heridos en la batalla de Acajutla, cinco días antes.

La Batalla de Tacuscalco es considerada una de las primeras referencias del espíritu aguerrido de los pipiles, que concluyó con la masacre de todos los indígenas pipiles.

Acá parte del relato del conquistador:

“Aquí en este reencuentro (Acajutla) me hirieron muchos Españoles y á mí con ellos, que me dieron un flechazo que me pasaron la pierna y entró la flecha por la silla, de la cual herida quedo liciado, que me quedó la una pierna mas corta que la otra, bien cuatro de dedos; y en este pueblo me fue forzado estar cinco días por curarnos, y al cabo de ellos me partí para otro pueblo, llamado Tacuxcalco á donde envié por corredores del campo á Don Pedro y á otros compañeros, los cuales prendieron dos espías, que dijeron como adelante estaba mucha gente de guerra del dicho pueblo y de otros sus comarcanos esperándonos; y para mas certificar, llegaron hasta ver la dicha gente y vieron mucha multitud de ella: á la sazón llegó Gonzalo de Alvarado con cuarenta de caballo, que llevaba la delantera porque yo venía como he dicho, malo de la herida, y hizo cuerpo hasta tanto que llegamos todos; y llegamos y recojida toda la gente, cabelgue en un caballo, como pude, por mejor poder dar orden como se acometiesen; y vi que había un cuerpo de gente de guerra, toda hecha una batalla de enemigos y envié á Gómez de Alvarado, que acometiese por la mano izquierda con veinte de caballo, y Gonzalo de Alvarado por la mano derecha con treinta de caballo, y Jorge de Alvarado rompiese con todos los demás por la gente; que verla de lejos era para espantar, porque tenian todos los mas lanzas de treinta palmos, todas enarboladas, y yo me puse en un cerro por ver bien como se hacía, y vi que llegaron todos los Españoles hasta un juego de Herrón de los indios; y que ni los indios huian ni los españoles acometían, que yo estuve espantado de los indios que así osaron esperar.

Los españoles no los habían acometido; porque pensaban que un prado que se hacía en medio de los unos y de los otros era ciénega; y después que vieron estaba teso y bueno rompieron por los indios, y esvaratándolos, y fueron siguiendo el alcance por el pueblo mas de una legua, y aquí se hizo muy gran matanza y castigo…”

El sitio arqueológico de Tacuscalco, en el municipio de Nahulingo, Sonsonate, es para arqueólogos, historiadores y antropólogos una región rica en vestigios que debe ser estudiada e investigada, para poder entender y conocer con más detalle lo que fue una de las tres principales regiones pipiles en suelo salvadoreño.

Desde hace 30 años, este lugar que fue bañado de sangre indígena posee un inmenso valor para los estudiosos y podría convertirse en un parque de gran potencial turístico-cultural.

A continuación, te compartimos un breve recorrido por los más de 2,500 años de historia que yacen sepultados en Tacuscalco, resumidos por especialistas de la Fundación Nacional de Arqueología de El Salvador (Fundar):