Carmelo Martínez cuenta que debido a la explosión su casa resultó muy dañada, donde las puertas se quebraron por mitad, los vidrios de las ventanas quedaron esparcidos por toda la casa y el muro que está junto a la casa donde vendían el gas está gravemente dañada, ya que tiene una grieta a todo lo largo. Él es esposo de María de Martínez, quienes viven contiguo a la casa donde sucedió la explosión.
“Se quebraron toditas las láminas, todo quedó destruido, las puertas salieron volando en pedazos, solo los vidrios de una ventana quedaron intactos de ahí todos se quebraron y el encielado. Los primeros que vinieron fueron los de Fonavipo que dijeron que los mandaba el presidente y que nos iban a ayudar y no se han vuelto a acercar, se les llama y no contestan”, dijo Martínez.
La adulta mayor junto a su esposo tienen ya más de 60 años de vivir en la colonia San Antonio, de Mejicanos, en la casa que está contiguo a la vivienda donde sucedió la explosión.
Al ver que no llegaba ayuda de ninguna institución del gobierno central, pero con la colaboración de la alcaldía de Mejicanos, comenzaron a retirar los escombros y a colocar el techo. “Yo me siento mal, decepcionado, he pedido permiso en mi trabajo para poder estar acá pendiente de mi esposa y de los trabajos en la casa. En el momento todo mundo acude ofreciendo ayuda, aquí vinieron de tres instituciones del Gobierno, tomaron medidas y hasta ahora nadie ha ayudado en nada, solo la alcaldía. La casa uno la tiene buena y sucede esto, ¿y uno qué culpa tiene?, ahora de dónde saco para arreglarla. Ahorita estoy viendo si tramito un préstamo”, dice el residente de la colonia San Antonio.