Marlon Antonio Henríquez Lemus, de 40 años, fue asesinado este miércoles mientras descansaba bajo la sombra de un árbol en la colonia Mugdan, de San Salvador.
El hombre era vendedor ambulante de refrescos. Alrededor de la 1:45 p.m., circulaba sobre la 23 calle Oriente y la 10a. avenida Norte, hizo una pausa en la jornada y se sentó sobre la acera, frente a una vivienda. En ese momento fue asesinado, aparentemente de un disparo en la cabeza.
Junto al cadáver había un vaso descartable, una botella con agua y dos sandías pequeñas. A pocos metros, sobre la calle, estaba la carretilla en la que transportaba una hielera y una cesta con la mercadería.
Al cierre de esta nota, las autoridades estaban indagando si quien mató a Henríquez fue alguien que lo persiguió hasta ese lugar o si el vendedor estaba reunido con otras personas y discutió con alguna de ellas y después le quitó la vida.
En el lugar donde fue cometido el asesinato hay varios talleres automotrices, tiendas y panaderías pero, por temor, nadie se atrevía a comentar lo que pasó, solo comentaron que tenía mucho tiempo de vender en el sector. A diferencia de otras escenas de muertes violentas, en esta no se concentraron curiosos alrededor del cordón policial.
A las 2:50 p.m., mientras las autoridades hacían el reconocimiento del cadáver, fueron alertadas de que otro hombre fue ultimado con arma de fuego en los alrededores del mercado Central de San Salvador.
Norman Alexander Rodas Díaz, de 36 años, fue asesinado sobre la calle Gerardo Barrios, cerca de las ventas de carbón. La Policía no precisó a qué se dedicaba la víctima ni cuál pudo ser el móvil del crimen.