Con la aprobación de la Ley del Sistema Nacional de la Cultura de la Integración, se plasma el esfuerzo de institucionalizar y expandir a nivel nacional un modelo de construcción social, como el que ejecuta desde hace más de dos décadas la Fundación Forever, afirmó Alejandro Gutman, uno de los principales precursores de esta normativa.
“Eso es lo que justamente anhela la ley, llegar a cada rincón y a cada ciudadano, es lo que deseamos en este momento, estamos satisfechos por esto que es el principio de una nueva etapa que puede llegar a ser maravillosa para cada salvadoreño y para las instituciones del país, pero que va a depender del compromiso de los ciudadano y de los recursos con los que pueda contar la ley”, detalló.
La ley que fue aprobada por todas las fracciones legislativas, el pasado jueves con 72 votos en sesión plenaria, es el marco jurídico para implementar una cultura de integración social que cree y promueva una activa y permanente articulación y participación de las entidades de la administración pública y actores del sector privado.
Estas irán orientadas a generar nuevas “energías sociales” para modificar realidades que permitan a los sectores marginados salir de la exclusión y la pobreza, para el desarrollo social, cultural, educativo, político y económico.
Al convertirse en una política pública y con el apoyo que se pueda obtener del Ejecutivo, el impulso puede ser aún mayor, enfatizó Gutman.
Ayer La Fundación Forever en conjunto con la alcaldía Municipal de Soyapango lanzó el programa “Integrando Soyapango”, que viene a replicar un programa de integración con oportunidades de desarrollo para jóvenes, mujeres y personas de la tercera edad e involucra a empresas privadas, centros de estudio y universidades, a través de la cultura de la integración.
El mismo modelo se busca reproducir en un programa en el municipio de Mejicanos, donde ya están en platicas con la alcaldía.
“Son alcaldías de dos partidos políticos distintos, acá no hay banderas, hay que tratar de llegar a cada lugar del país, porque cada ciudadano necesita potenciarse y alcanzar el mejor desarrollo y cada institución debe fortalecerse, las necesidades necesitan revitalizarse”, apuntó Gutman.
La Fundación Forever que dirige Gutman trabaja desde hace años en Santa Ana, Chalatenango, Sonsonate, San Miguel y en San Salvador y ese es el programa que se podrá replicar en diferentes municipios, gracias al impulso de la Ley de Integración.
La experiencia de Soyapango
El alcalde de Soyapango Juan Pablo Álvarez destaca que en su municipio existe un ambiente de exclusión en algunas colonias y comunidades, que incluso le impide a jóvenes asistir a ciertos centros educativos, por la delimitación delincuencial que opera.
“Es un ambiente casi de exclusión o marginación porque no pueden ir a socializar con los jóvenes de las colonias vecinas, tenemos casos donde los chicos no pueden incluso ir a estudiar al instituto más cercano porque hay un grave problema de criminalidad”, destacó el edil.
Ahora con la ejecución de la Ley se puede implementar un ambiente diferente para los jóvenes, para que conozcan a la comunidad que les rodea, de esa manera se genere una verdadera prevención.
Afirmó que en el caso de los programas de becas, cada estudiante beneficiado, está en la obligación de ayudar a otros, pero han alcanzado un nivel de conciencia que ha convertido la practica en un voluntariado.
De esa manera se da un cambio de cultura y de pensamiento en los jóvenes, a lo que Alejandro Gutman ha denominado “energía social”, es decir que los jóvenes ya no ven aspiracional unirse a las filas de la violencia, optan por multiplicar el beneficio recibido y se comprometen con generar un cambio para sus familias y las colonias.
El programa también incluye un vínculo entre el apoyo a la educación y el ingreso al mercado laboral, a través de convenios con diferentes empresas privadas, para que puedan capacitarse.
“Cosa que no hubiera sucedido, porque las reclutadoras cuando ven que el joven es de una área problemática de Soyapango, automáticamente lo excluyen y ahí viene el planteamiento de cómo romper la exclusión y demostrar que este joven quiere ir a aprender y transformar su vida”, añadió el alcalde.
El marco jurídico también abre la posibilidad de buscar mayores montos de cooperación que permitan en realidad impactar de forma positiva en la calidad vida de la población, de forma integrada, dejando atrás el asistencialismo, dice Álvarez.
La idea es que los espacios públicos se conviertan en casas de integración para la transformación de la conducta de los jóvenes y sus comunidades.