Tepesianos creen que Milena Mayorga reveló acuerdo Trump-Bukele para deportarlos

La ligereza de unas declaraciones que diera la embajadora asignada en Washington; Milena Mayorga, han levantado serias sospechas sobre la real misión encomendada a la novata diplomática que asumirá la gestión de la más importante legación de la diplomacia salvadoreña.

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La Alianza por el TPS se ha mantenido activa en las calles para luchar por sus derechos. Foto EDH / Tomás Guevara

Por Tomás Guevara

2020-10-04 9:50:55

Cientos de miles de salvadoreños residentes en Estados Unidos, de los que cerca de 200 mil están amparados al Estatus de Protección Temporal (TPS), más otra elevada cifra en condición indocumentada, han elevado las antenas con alerta máxima ante lo que podrían encarar con la misión diplomática salvadoreña en Estados Unidos, que en una acción sin precedentes, temen haya pactado un acuerdo bajo la mesa con la administración de Donald Trump que les ponga en más aprietos.

Que la embajadora designada de El Salvador en Washington, Milena Mayorga, “se haya ido de lengua” en Twitter sería solo una señal preocupante que ha encendido las alarmas, pues podría ser una línea de trabajo ya maquinada desde Casa Presidencial en San Salvador con su contraparte en Washington.

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El coordinador de la Alianza Nacional del TPS en Baltimore, Maryland, Concepción Morales, no duda de que las palabras de Mayorga podrían ser una señal clara de hacia dónde apunta la gestión diplomática salvadoreña en Washington, y que por fortuna la embajadora se fue en palabras y reveló la naturaleza de su misión.

“En un principio dijeron que nos apoyaban, ahora vemos con asombro y gran preocupación que atrás de nuestras espaldas se esté negociando algo”

JOSÉ PALMA, .

“En nuestro plan no está regresarnos a El Salvador. Es altamente preocupante que ellos (gobierno salvadoreño) planeen hacer un acuerdo bajo la mesa por nosotros como si somos una moneda de cambio para una jugada política. Ya suficiente tenemos aquí en Estados Unidos con las políticas establecidas contra nuestra comunidad por la administración de Donald Trump para que El Salvador se preste al juego; por el contrario, del gobierno de nuestro país esperaríamos un apoyo incondicional a nuestra comunidad y no lo que parece que se nos viene”, dice Morales.

 

Los salvadoreños en Washington protestaron frente a la embajada de El Salvador para pedir acuerdos frente a la pérdida del TPS. Video tomado de Teleprensa, Canal 33.

Este connacional, que trabaja en el rubro de la construcción desde hace 22 años que migró a EE.UU., fue uno de los primeros dirigentes de los grupos formados en Estados Unidos para crear la red de la Alianza Nacional TPS, que aglutina a unos 70 comités en 30 estados de la Unión Americana.

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Morales valora además como un fraude a la voluntad de los salvadoreños que le confiaron liderar el gobierno a Bukele.

Para el empresario salvadoreño Nilson Cañénguez, propietario de la compañía Quality Construction, que opera en el Área Metropolitana de Washington, donde están empleados cerca de 300 trabajadores, la gran mayoría salvadoreños y un buen porcentaje beneficiarios del TPS, igual que él, opina que ante todo: “La gestión de la cancillería y el gobierno en general deja ver la ineptitud y el desconocimiento sobre los salvadoreños migrantes en Estados Unidos”.

Nilson reflexiona que la decisión de migrar ha sido individual de cada salvadoreño que tomó el riesgo de dejar el país y su familia para buscar mejor oportunidades para los suyos en Estados Unidos, y que ahora que un gobierno acuerda con su contraparte hacer supuestos arreglos inconsultos ante los potencialmente afectados que se cuentan por cientos de miles, dice sentirse “traicionado”.

Como empresario, Cañénguez lanza números y cifras sobre los aportes que los compatriotas hacen a Estados Unidos, incluso los indocumentados, primero con el esfuerzo de trabajo, que se traduce en dólares que llegan a raudales e inyectan vitalidad a la economía salvadoreña, pero también abonan mucho en Estados Unidos a las arcas de los gobiernos locales, estatales y federal con el pago de impuestos.

Preocupación que no es gratuita

José Palma, coordinador del Comité del estado de Massachussets y miembro de la dirigencia de la Alianza Nacional del TPS, agrega que la preocupación no es gratuita, pues las señales con el mensaje emitido por la embajadora son alarmantes y dan razón de pensar que podría estar un arreglo tras bambalinas entre el Ejecutivo de Nayib Bukele y el de Donald Trump que dejaría en indefensión a la comunidad inmigrante salvadoreña.

“La gestión de la Cancillería y el gobierno en general deja ver la ineptitud y el desconocimiento sobre los salvadoreños migrantes en Estados Unidos”.

NILSON CAÑÉNGUEZ, .

“Eso nos preocupa de gran manera, que por un lado hagan una cosa y por el otro quieren tratar de decir que es otra; y eso ha encendido las alarmas en nuestra comunidad, en un principio dijeron que nos apoyaban, ahora vemos con asombro y gran preocupación que atrás de nuestras espaldas se esté negociando algo”, expresa.

El analista Paolo Lüers, en una de sus cartas semanales, remitida a la embajadora Mayorga, le deja ver que las instrucciones que ha recibido del gobernante salvadoreño no son para que las fanfarronee en la red social, y que la diplomacia demanda de cualidades básicas, en este caso, para cumplir las encomendadas por Bukele, tendría que asumir un doble discurso; aunque ahora ya es tarde porque ya dejó ver la carta escondida bajo la manga.

La Alianza Nacional del TPS lo tiene claro: hombres y mujeres que lideran esta organización que aglutina a miles de compatriotas ya tienen lista la artillería para su defensa y aclaran que cualquier plan que hayan diseñado con menoscabo a la comunidad trabajadora de salvadoreños que cada año envían al país miles de millones en remesas, no será fácil, porque la actitud de lucha está encendida.

José Palma advierte que la lucha está enfocada a tener una residencia permanente y hacia ahí apunta todo su trabajo y que para lograrlo trabajarán “con la ayuda del gobierno salvadoreño o sin ella”, y que los siguientes movimientos de esta organización son mantener la batalla en los tribunales de justicia de Estados Unidos y seguir en gestiones en los salones del Senado y la Casa de Representantes. Por ahora el 3 de noviembre se presenta una fecha clave para medir el calibre del resto de la artillería a utilizar para la larga batalla que prevén donde la novicia embajadora tendrá que moverse.

Persiste indignación por lo que dijo Mayorga

Luego del revuelo tras el mensaje de la embajadora asignada Milena Mayorga a la sede de Washington, y en respuesta a la petición pública hecha por la Alianza Nacional del TPS para reunirse de manera urgente con la nueva funcionaria, persiste la incertidumbre.

La inconformidad y los recelos están en la línea, aunque la embajadora aceptó una reunión virtual con un grupo que está participando en una Caravana por la Justicia que va recorriendo varios estados del centro oeste del país y que culminará en Washington en noviembre, aún esperan una reunión con el liderazgo nacional de la organización para poner todas las cartas sobre la mesa.

El jueves reciente, un grupo de los comités llegó al edificio que Alberga la sede diplomática salvadoreña para presentar una carta y hacer un acto de demostración con algunas decenas de beneficiarios del TPS cuyo objetivo era entregarle una carta.

Al ver las puertas cerradas reinó la indignación, pero al final el ministro consejero, Luis Aparicio, uno de los empleados de la legación, salió a recibir la carta y se comprometió a hacerla llegar a la nueva jefa de la misión.

El Diario de Hoy intentó saber para cuándo estaría prevista la llegada de la nueva embajadora a Washington, pero fuentes de la embajada dijeron que desconocen la fecha, que entienden que esperará en San Salvador la aprobación del Departamento de Estado con el llamado “beneplácito” para presentar sus cartas credenciales ante la Casa Blanca.