Salvadoreños salen para ayudar a los más afectados en Nueva York

Un grupo de connacionales organizaron en Long Island un grupo para recoger ayuda y luego repartirla en hogares que no tienen recursos, la mayoría indocumentados.

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Los salvadoreños en Long Island han recogido diferentes tipos de alimentos y los han repartido en aquellos hogares que ni tienen ayuda del Gobierno, la mayoría indocumentados. Foto EDH / Tomás Guevara

Por Tomás Guevara nacional@eldiariodehoy.com

2020-04-18 9:00:58

A un mes de confinamiento y con las actividades reducidas a mínimos de productividad en la costa este de Estados Unidos y en especial en el área de Nueva York, epicentro de la pandemia, donde miles de salvadoreños se enfrentan con dificultad el impacto del coronavirus además del desempleo y la incertidumbre para llevar alimentos a la casa.

Un grupo de salvadoreños residentes en Long Island inició hace tres semanas una labor para conseguir alimentos para donar a familias vulnerables, algunas que por desempleo y sin acceso a servicios de asistencia social, por su condición de indocumentados, se enfrentan con las manos y bolsillos vacíos la emergencia sanitaria.

La salvadoreña Cecilia Martínez, con trayectoria sobre el terreno de activismo con la comunidad salvadoreña en ese enclave de compatriotas en Nueva York habla con El Diario de Hoy sobre esta iniciativa que comenzó al ver la necesidad inmediata de miles de familias vulnerables.

A tres semanas de iniciar la labor donde día con día se han sumado más voluntarios, también donantes e incluso algunas organizaciones comunitarias que han contribuido a la logística que ya contabiliza en la operación a más de 3 mil familias receptoras de alimentos para suplir las necesidades básicas durante el confinamiento.

“Somos un grupo de activistas comunitarios de Long Island que al ver la necesidad de la comunidad de alimentos que a causa de la falta de empleo y la falta de recursos, y que no aplicaban a las ayudas del Gobierno por ser la mayoría indocumentados, nos organizamos y empezamos a hacer donaciones de nuestros bolsillos”, comenta Cecilia Martínez.

Y como la solidaridad no tiene fronteras ni banderas, colaboradores de otras nacionalidades se han sumado a esta gesta humanitaria, entre ellos el colombiano Rubén Valdés, de 80 años, encargado de entrar a una de las bodegas esterilizada donde guardan los alimentos no perecederos y donde este longevo completa la jornada diaria en solitario empacando los cientos de bolsas.

Paquetes que luego son despachadas -en una cadena logística- que las lleva hacia los repartidores que con lista y direcciones de beneficiarios en mano hacen ruta por los diferentes vecindarios de Long Island para dejar en la puerta las dotaciones.

Las distancias tomadas y las medidas de seguridad no son para menos, las donaciones se dejan fuera de la casa y los beneficiarios tienen que salir a recogerlas, algunos que sabiendo de esta red de ayuda han pedido auxilio son inmigrantes, la mayoría salvadoreños que están infectados dentro de sus hogares al completo el grupo familiar o de compañeros de vivienda. “La mayoría son grupos familiares de entre 4 y seis miembros, pero hemos ayudado a viviendas donde hay hasta 15 personas y todos están infectados”, comenta Cecilia Martínez.

Para facilitar el trabajo de repartición, las bodegas se han instalado en dos locaciones, una en la sede de la organización Empowering Young Professionals, en y la otra en un espacio de la vivienda de Martínez, compatriota beneficiaria del Estatus de Protección Temporal, TPS, y reconocida activista de este grupo de salvadoreños que luchan por mantener vigente el permiso de trabajo en Estados Unidos.

Así la logística de montaje de este dispositivo ha hecho llegar la ayuda a los grupos familiares más necesitados como el de la salvadoreña Raquel Granados que atraviesa con dificultad los estragos de la pandemia, pero que gracias esas donaciones semanales asegura que puede tener alimentos en la mesa.

También al grupo llegó información de una organización que trabaja con personas con tratamientos de cáncer, un sector de extremo riesgo ante el embate del Covid-19, estos ofrecieron una lista de personas que no pueden salir de sus viviendas y que urgen de ayuda en medio de esta crisis, al estar impuesto un distanciamiento social que impide a organizaciones mantener abiertas oficinas para trabajar con normalidad.

“La lista de personas que se han unido ha ido creciendo cada día, la organización Empowering Young Professionals nos ayudo para gestionar con empresas más grandes como panaderías o empresarios locales, dueños de restaurantes, abogados que al ver la magnitud de la situación en la comunidad empezaron a aportar y como han visto la transparencia con la que estamos trabajando; nosotros pedimos que si pueden donar 100 libras de arroz o 100 de frijoles y es lo que han estado haciendo, sino van con nosotros a comprar, nosotros recogemos los alimentos y ellos pagan, un trabajo enorme de todo un equipo”, explicó Cecilia Martínez a El Diario de Hoy.

Al acercarse el fin de semana el área metropolitana de Nueva York sigue siendo el epicentro de la pandemia, cuando ya se cuentan más de 12 mil fallecidos, gran parte en los suburbios de clase obrera como Bronx, Queens, Brooklin y Long Island este último un fuerte enclave de la comunidad salvadoreña, se cuentan como las zonas más castigadas por el Covid-19.