Para las autoridades de Justicia y Seguridad Pública, el expresidente Mauricio Funes, procesado por delitos de corrupción y prófugo, ya no es un personaje que merezca la atención.
Ante la pregunta de un periodista, sobre si como Ministerio de Justicia solicitarán a la Policía Internacional (Interpol), que se emita la difusión roja y orden internacional de captura contra Funes ahora que no tiene la protección que le daba el estar asilado en Nicaragua, el ministro Rogelio Rivas, respondió textualmente “es muy poca cosa para darle importancia”.
Rivas afirmó “que todo el país” quisiera que Funes viniera al país a enfrentar la justicia por al menos cinco procesos abiertos por lavado de dinero y activos así como peculado o apropiación indebida de más de $351 millones. Ese dinero del Estado habría sido desviado durante su gestión entre 2009 y 2014, pero, el titular de Justicia reconoció que esa posibilidad solo depende del gobierno nicaragüense.
La Cámara Segunda de lo Civil de San Salvador condenó en noviembre de 2017 a Funes y sus hijos por enriquecimiento ilícito y a devolver más de $419,000 al Estado al no lograr justificar sus bienes auditados primero en la Sección de Probidad y luego en el proceso civil que realizó la Cámara.
El expresidente prófugo cambió de estatus en Nicaragua; pasó de ser asilado político a ciudadano de ese país a principio de agosto.
Esa condición, deja abierta la posibilidad de ser extraditado al país.