Foto EDH/Archivo
Los matices
Más allá de los aciertos educativos que el gobierno saliente resalta, desde la sociedad civil se tiene otra lectura de la situación de la educación.
El doctor Óscar Picardo, director del Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación (ICTI), de la Universidad Francisco Gavidia (UFG), afirma que “el sistema educativo queda relativamente estático”, e insiste que “lo que se hizo en el quinquenio no logró impulsar mayores cambios a los principales problemas de calidad y cobertura”.
Picardo, quien realiza investigaciones en el campo educativo, subraya que los datos de la Paes (en alusión a los bajos promedios), así como de la matrícula en educación parvularia y educación media siguen sin mostrar variaciones significativas.
0 asesinatos
Educación señala que hay un descenso de homicidios de estudiantes y en 2018 no se reportó ninguno, como producto de los esfuerzos para prevenir más ataques .
Además, a su criterio el proceso de formación que se impulsó desde el Instituto Nacional de Formación Docente (INFOD) no solucionó ningún problema, y no se concretaron avances en temas como la dignificación docente, infraestructura escolar y mucho menos en el presupuesto.
“Con la deserción igual, mantenemos los mismos altos, sobre todo en tercer ciclo y educación media, que es donde creo yo que está el enclave más importante. No superamos ese 40 % histórico en donde venimos perdiendo 6 de cada 10 estudiantes. Más allá del dato duro de las cifras, creo que no hubo una política fuerte para resolver la problemática”, insiste.
El especialista señala, por otra parte, que si bien al final del quinquenio se logró un pequeño incremento en el presupuesto de Educación, en la práctica lo que se invierte en este rubro sigue en el rango del 3 y 3.4 % con respecto al Producto Interno Bruto (PIB), ni siquiera alcanza el 4%, pese a las promesas que hubo de elevarlo al 6 %.
Entre la espada y la pared
Desde el ámbito de los gremios docentes, Paz Zetino Gutiérrez, secretario general de Bases Magisteriales, sostiene que “la actual administración deja la escuela pública en una situación bastante complicada, especialmente en el área de infraestructura escolar”, y sobre todo en el área rural, como resultado de priorizar programas como Paquete Escolar y el de Alimentación.
“En segundo orden el problema que nunca logró resolver está es lo relacionado con la entrega en tiempo y suficiente de los presupuestos escolares para el funcionamiento de las escuelas. Bueno estamos casi finalizando mayo y no hemos recibido el primer desembolso para el funcionamiento de estos centros”, precisa.
Zetino Gutiérrez asegura que la situación de inseguridad ha socavado todos los esfuerzos educativos, debido a que profesores y alumnos están sometidos al control territorial de las pandillas. Al respecto, argumenta que los primeros se ven forzados al pago de la denominada “renta”; además de que no pueden ejercer su rol que implica propiciar la formación académica del alumno, disciplinarlo y orientarlo; mientras en el caso de los estudiantes se ven obligados a dejar la escuela.
En este contexto el sindicalista pone en duda los datos de deserción escolar que manejan los titulares de Educación, e incluso reitera que “en este caso ellos han empezado a manipular las estadísticas”, sobre todo porque además del factor inseguridad los estudiantes también se ven afectados por la difícil situación económica de las familias.
El educador, quien labora en un complejo educativo de Santa Tecla, asegura que si bien siempre se ha tratado de culpar a los maestros porque hay mala calidad de la enseñanza, realmente esto no depende enteramente de ellos, sino que además inciden otras situaciones como la falta de recursos para trabajar a la que están sometidos todo el año.
“Cómo se explica usted que un profesor va a hacer bien su trabajo si a mayo no se le ha dotado del dosier de material didáctico que necesita para empezar a dar clases. Los profesores están comprando todo de su salario, esperando que en algún mes llegue la provisión. Esos factores también debilitan la calidad”, increpa.
Sobre el tema de la calidad igual saca a colación el poco interés que los padres tienen en que sus hijos atiendan la escuela, y lamenta que “tenemos muy pocos apoyos. Lo que nosotros logramos con los alumnos de la escuela pública es producto de un esfuerzo titánico de los maestros, de las maestras”.
Un plan que no bajó a las aulas
Las observaciones que hace por su parte Javier Hernández Amaya, presidente de la Asociación de Colegios Privados (Acpes), se enfocan que hubo aspectos positivos como el abrir, a través del Consejo Nacional de Educación (CONED), un espacio en el que representantes de todos los sectores trabajaron para formular las líneas sobre las que se tiene que trabajar para mejorar la educación.
Hernández Amaya, de igual forma destaca como logro, el diseño de reformas curriculares para la asignatura de Matemática y Lenguaje, junto con los respectivos textos, y la generación de materiales para la prevención de la violencia en las aulas; y la apertura de la educación pública superior en línea.
Sin embargo, el representante del sector de la Acpes no deja de advertir que hay muchas deudas, entre ellas que más allá de la participación que se les dio en el CONED dentro de esta instancia no se trataron acciones que de una forma u otra aportaran al desempeño de los colegios y universidades privadas.
En la lista de las tareas pendientes suma el que no se diseñó ni aprobó el Reglamento de la Ley General de Educación, no se corrigieron fallas en la Paes, tampoco se tomó acción para extender a tres años el bachillerato general, ni se le brindó la atención debida a los bachilleratos técnicas, como una forma de evitar un nuevo esfuerzo de inversión.
“Otra deuda importante es que no se dispone (en todas las escuelas) de la tecnología y conectividad, y puedo dar fe yo que (también) soy maestro de educación pública. Antes de esta gestión algunas escuelas sí tenían conectividad y con esta administración por alguna razón dejó de tenerse”, asegura.
Para Hernández Amaya la apuesta a la capacitación docente se quedó corta, no se logró despolitizar el tema educativo en el seno del Mineducyt, ni se permitió que las escuelas se enfocaran en su función pedagógica por estar atendiendo la ejecución de los programas sociales.
Entre lo más duro que advierte este educador es que en la práctica el Plan El Salvador Educado que nació en el CONED no trascendió como se debía y además tampoco ha logrado responder a la necesidad educativa del país al cien por ciento, sobre todo porque no abordó de forma específica el tema de la violencia.
“Ni siquiera por el portón del Ministerio de Educación entró. El Plan El Salvador Educado lo conocemos quienes hemos estado hablando de él, enamorándonos de él, pero en realidad ni siquiera los directores ejecutivos del Ministerio de Educación lo conocen y mucho menos lo aplican”, lamentó.
A partir de su experiencia Hernández Amaya asegura que en las aulas se ha estado trabajando el Plan 2021 y “un poquito la nueva reforma curricular del Plan El Salvador Educado”.