La intensa búsqueda para encontrar a esposos y sus cinco hijos soterrados en Santo Tomás

Una familia entera quedó soterrada en su vivienda por lodo y árboles. Los socorristas buscan sobrevivientes con perros y equipo especial. Un celular de las víctimas sigue encendido como una señal de esperanza, según familiares.

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Foto EDH / Lissette Lemus

Por Óscar Iraheta

2020-06-03 8:00:57

El pasado domingo, la naturaleza dio una especie de aviso a la familia Melara Salamanca. Un porción de tierra se desprendió de la montaña y dañó una considerable parte de un taller que estaba a un costado de la casa, pero aferrados al único lugar donde tenían para vivir, decidieron seguir ahí.

Pero el miércoles, cuando arreciaba la tormenta de la madrugada, se desprendió un talud de tierra que arrasó con árboles, piedras, lodo y todo lo que encontró a su paso, hasta la vivienda de las víctimas.

La desgracia le vino a los Melara Salamanca desde la mitad de la montaña que inicia desde la parte alta de Los Planes de Renderos, hasta la calle antigua a Zacatecoluca en el municipio de Santo Tomás, y se extiende a San Marcos y San Salvador. La tragedia ocurrió en el kilómetro 8 de la referida calle, de la colonia San Luis, en el lugar conocido como el cantón El Ciprés, al sur de San Salvador.

 

“Se oyen voces. Dios quiera que estén vivos”. Parientes de familia soterrada en Santo Tomás mantienen la fe de encontrarlos con vida

Según los parientes que llegaron al lugar de la tragedia, en la casa vivían siete personas, María Isabel Salamanca y Francisco Javier Melara, Karla, de 25 años; Jennifer de 22; Javier de 23 y los gemelos Nahúm y Josué, de 18 años, todos, Melara Salamanca.

 

En la casa de los Melara Salamanca todos los inviernos era igual; la acumulación de agua y lo vulnerable de la zona, les provocaba pequeños derrumbes, pero nada que provocara alarma.
Sin embargo, la cantidad de tierra que bajó de la montaña fue tanta que hasta cubrió por completo toda la carretera y dañó otros vehículos que estaban en otra propiedad, al otro lado de la calle.

“El domingo hubo un pequeño deslave y dañó el taller. Don Francisco logró mover algunos carros hacia el otro lado de la calle para evitar que ocurriera otro deslave y los dañara”, recordó un vecino.

Una de las últimas fotografías de la familia, celebrando un cumpleaños. La imagen fue compartida en las redes sociales de su pariente, Wilfredo Salamanca. Foto EDH / Cortesía

Desde el domingo las víctimas vivieron con temor. Sus parientes relatan que les confesaron que tenían miedo de una tragedia, ya que la cantidad de lluvia era imparable en todo el país.

Los testigos y familiares coincidieron que a las 3:00 de la madrugada, ocurrió la desgracia.

“Uno de mis sobrinos soterrados, estaba hablando por Whatsapp con otra sobrina, eran como las 3:00 de la mañana, de presto se quedó callado en el chat y ya no escribió, le estaba confesando que tenía miedo y que no podía dormir. Imaginamos que en ese momento se vino el deslave”, relató Juan Melara, pariente de las víctimas.

Los parientes de esta familia dijeron que la casa estaba construida de ladrillos de cemento y tenía tres habitaciones, una zona amplia de un patio y otras zonas de descanso.

A varios metros había otra especie de galera y una lugar donde funcionaba un taller de mecánica que Francisco Melara tenía para ganarse la vida. Francisco vivió en Estados Unidos por varios años y luego se vino para poner su negocio propio y salir adelante con su familia.

Autoridades entregaron las Biblias de las víctimas a los familiares. Foto EDH/ Lissette Lemus

Otras casas en peligro

Los bomberos detallaron que en el lugar tres casas quedaron en escombros, sin embargo, solo la familia Melara Salamanca, se encontraba desaparecida. Otras dos viviendas situadas a 300 metros aproximadamente, amenazaban con desplomarse ante la dañado del terreno por las lluvias. Los cuerpos de socorro evacuaron a las personas, en su mayoría de la tercera edad.

Al lugar de la tragedia llegaron varios familiares, entre ellos el periodista y locutor de radio, Wilfredo Salamanca, quien dijo que su prima hermana María Isabel, estaba entre las víctimas.

Foto EDH / Jessica Orellana

“El domingo les ofrecí mi casa para que se fueran a vivir allá mientras pasaba la tormenta, pero, quien se podría imaginar que una desgracia de estas iba a ocurrir. Todos los inviernos había peligro, pero a ellos les costó mucho sacrificio construir esta casita”, expresó conmovido el profesional.

Salamanca recordó que recientemente los gemelos Nahúm y Josué celebraron sus 18 años y estaban muy contentos por el cumpleaños.

“Estuvimos celebrando y disfrutando”, recordó Wilfredo mientras mostraba las fotos de sus parientes en su celular. Expresó que su familia era muy apegada a una iglesia evangélica. Las dos señoritas estudiaban en la universidad y tenían sueños de ser profesionales, mientras que Javier estudiaba su bachillerato.

El maratónico rescate con perros y maquinaria pesada

“Con mucho sacrificio habían logrado edificar su casa acá y siempre soñaron con un mejor futuro. Todo el lugar fue una herencia familiar. Es una tragedia, lo que ha ocurrido”, relató Salamanca.

A los Melara Salamanca la ayuda no les llegó de inmediato. El lugar no es tan poblado, por eso muy pocos vecinos tuvieron valor de acercarse, pero no había nada que hacer, la lluvia arreciaba y el lodo amenazaba con seguir bajando.

Al amanecer, la policía llegó al lugar e iniciaron las coordinaciones para realizar las tareas de rescate. Dos máquinas pesadas trabajaron durante más de nueve horas abriendo la carretera, mientras que más de 60 socorristas realizaban las tareas de rescate.

Las tareas de búsqueda de la familia Salamanca se extendieron hasta la noche del miércoles. Foto: Comandos de Salvamento

Mientras tanto, atrás de la línea amarilla, los familiares se consolaban y eran atendidos por los socorristas que esperaban los turnos para relevar a sus compañeros.

A la 12:30 de la tarde, llegó al lugar el director de la Policía Nacional Civil, el ministro de Defensa y la zona de coordinación de los socorristas, fue inundada de policías, guardaespaldas, soldados y fotógrafos del gobierno.

El ministro de Defensa, Francis René Monroy, entró al lugar acuerpado por varios militares, quienes cargaban palas, piochas y otras herramientas.

Familiares de las víctimas les avisaron a los socorristas que el número celular de una de las víctimas no estaba apagado y tenían la esperanza de tener comunicación con ella.

Los socorristas también advirtieron que se escuchaban golpes en una de las partes de la casa, por eso en horas de la tarde, la policía se auxilió de un perro entrenado para encontrar a personas con vida y al parecer el animal olfateó y ladró en una parte de la casa.

Al cierre de esta nota, las autoridades dudaban de seguir con las tareas de rescate por la amenaza de lluvia y lo peligroso de la zona. Por el momento, los familiares solo se conformaron con las Biblias que fueron encontradas entre los escombros.

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Se están trasladando unidades caninas de rescate a la zona para apoyar en la labor de búsqueda de la familia Salamanca que se encuentra desaparecida.