El primer ministro británico Boris Johnson sufrió un nuevo golpe ayer cuando una ministra de su gabinete renunció a su cargo, alegando que no creía que Johnson fuera sincero respecto a lograr un acuerdo para abandonar la Unión Europa.
La secretaria de Trabajo y Pensiones, Amber Rudd, dijo en una carta que renunciaba porque “ya no creo que abandonar (la UE) por medio de un trato sea el principal objetivo del gobierno”.
Rudd también criticó la decisión de Johnson de expulsar a legisladores conservadores que se oponen a sus planes de salida de la Unión Europea, a lo que llamó “un ataque a la decencia y la democracia”.
Esta semana, Johnson expulsó a 21 legisladores del grupo Conservador en el Parlamento luego que se aliaron con la oposición para aprobar una ley a fin de evitar que Gran Bretaña abandone la Unión Europea el próximo mes sin un acuerdo.
Entre los expulsados se encuentra el conservador de mayor experiencia en el Parlamento, Ken Clarke, y Nicholas Soames, nieto del ex primer ministro Winston Churchill.