Irving Antonio Cruz Sánchez, de 27 años, fue asesinado a balazos la noche del pasado sábado en el cantón San José Gualoso, de Chirilagua, departamento de San Miguel.
Las autoridades policiales informaron que el joven se dirigía hacia su casa de habitación, situada en caserío El Ruso. Varios individuos lo interceptaron y de inmediato comenzaron a dispararle con una escopeta.
Cruz Sánchez trabajaba como promotor de salud en la Unidad de Salud, del municipio de Chirilagua, pero en su tiempo libre trabajaba en un restaurante en la playa El Cuco.
El oficial de servicio de la delegación policial de San Miguel informó que por el momento no cuentan con información del móvil del crimen, pero dijo que “era un muchacho sano que no tenía ninguna relación con pandillas, tampoco había recibido amenazas”.
La violencia ha acabado con la vida de no menos diez personas en Chirilagua en el transcurso de este año, según registros de la Policía.
Cinco de esos crímenes fueron cometidos entre septiembre y la noche de este sábado.
El 13 de octubre pasado, José Tomás Márquez Rodríguez, de 23 años, fue asesinado a balazos en una cervecería del barrio El Calvario en el referido municipio.
Las autoridades policiales informaron en su momento que Márquez Rodríguez no tenía vínculos con pandillas, pero que supuestamente uno de sus hermanos era pandillero.
Otros dos homicidios se registraron el 5 de octubre pasado. Ese día asesinaron a Juan Pablo Contreras, un albañil de 35 años. El crimen ocurrió en el cantón Tierra Blanca, mientras que en otro sector de Chirilagua, acribillaron a balazos a un pescador cuando regresaba de sus labores.
La madrugada del 19 de septiembre pasado, Henry Zelaya Zelaya, de 32 años, fue asesinado a balazos en su casa situada en el cantón Tierra Blanca. Varios hombres entraron a su casa y lo acribillaron frente a su esposa y su hija menor.