Politóloga: “A muchos no les molesta el populismo, sino solo el populismo de sus rivales”

Para la académica argentina María Esperanza Casullo, esta forma de hacer política trasciende ideologías y muchos de los que la critican caen en estas prácticas si llegan a gobernar.

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Según Casullo, es parte esencial del populismo el crear un sentido de victimización. Foto EDH / Marcela Moreno

Por Ricardo Avelar

2019-11-20 4:05:11

A simple vista, lo que la politóloga argentina María Esperanza Casullo dijo puede resultar una obviedad: el populismo no es monopolio de izquierdas o derechas, sino una forma de hacer política independientemente de la identificación ideológica.

Sin embargo, lo que Casullo revela es una característica política interesante de Latinoamérica. Muchos actores políticos, explica, se oponen a los métodos populistas toda vez que estén en la oposición, pero al llegar al gobierno adoptan estas prácticas que hacen daño a la convivencia democrática.

Por ello, a su juicio “no necesariamente están en puja los partidos institucionales contra los partidos más populistas, sino diferentes tipos de populismos”.

Métodos del populismo

Si el populismo no es una postura ideológica, sino una forma de hacer política independientemente del bando, María Esperanza Casullo ofrece algunos puntos básicos que permiten identificar estas prácticas.

En primer lugar, pasa por crear un actor o movimiento político que no necesariamente atrae apoyos por su apuesta programática, sino por “estar perjudicado por un mismo daño”. Es decir, promover un relato de “ustedes contra nosotros” que identifique un rival en común.

Además, según la politóloga se requiere de crear una narrativa de “sensación de falta de algo o de injusticia”, en tiempos en que demandas políticas no han sido satisfechas. “Eso es más poderoso que ofrecer un determinado menú de políticas públicas”, dice.

Si bien hay muchas otras características que según ella conforman al populismo, ofrece una solución temprana: apostarle a una mejor canalización de demandas ciudadanas para evitar que la frustración y el enfado empoderen a quienes se suben en estos para una mera agenda de poder.