El martes anterior, la Policía Nacional Civil (PNC) informó de la captura de un pandillero con abundante munición militar para fusil. Al detenido lo identificaron como Jonathan Eduardo Robles quien es miembro de la Pandilla 18 Sureña, según información extraoficial proporcionada por elementos policiales.
La Fiscalía informó que este viernes sería presentado el requerimiento en un juzgado de Paz del municipio de Soyapango, donde fue capturado. Lo acusará del delito de tráfico ilícito de armas de fuego, informó la oficina de prensa de esa institución.
Al pandillero se le decomisaron 100 cartuchos o municiones calibre 5.56 mm., que son utilizadas en varios tipos de fusiles como el M-16, el AR-15 y el Galil, entre otros.
Sin embargo, de acuerdo con fuentes policiales y militares consultadas, la munición que supuestamente tenía en su poder el pandillero no es cualquier munición.
En las imágenes publicadas el martes en la cuenta de Twitter de la PNC, se observa que la mayoría de cartuchos está pintado de verde o de rojo en las puntas, es decir, la parte de la bala u ojiva.
Las fuentes afirman que las puntas verdes son balas capaces de perforar los chalecos antibalas que normalmente usan elementos policiales y militares salvadoreños, en tanto que las balas puntas rojas son conocidas como balas trazadoras, utilizadas para trazar líneas de fuego y capaces de provocar incendios en el lugar donde impactan.
Estados Unidos intentó prohibirlas
Las balas punta verde también son conocidas como M855 y en Estados Unidos son usadas generalmente para el rifle AR-15.
En el segundo período presidencial de Barack Obama se intentó prohibir la venta al público debido a la peligrosidad que representan para las fuerzas policiales.
Pero hubo mucha oposición de parte de asociaciones que están a favor de la venta libre de armas, así que la venta de las “balas punta verde o antiblindaje” continúan siendo comercializadas en esa nación.
En mayo de 2017, en México, específicamente en el estado de Morelia, según el periódico El Universal, autoridades federales decomisaron 500 cartuchos punta verde, lo cual causó preocupación debido a la peligrosidad. Y aunque se abrió una investigación, nunca se supo en qué terminó la misma.
Las fuentes policiales afirmaron además que el pandillero a quien se las de comisaron estuvo procesado por el homicidio de dos estudiantes de enfermería, hecho cometido en el 2012; sin embargo, fue absuelto de ese proceso judicial junto a tres pandilleros más debido a que el testigo criteriado (con beneficios penales) no quiso continuar declarando contra ellos.