El año pasado al alcanzar los 50 años de edad Mariana (nombre ficticio) hizo el retiro del 25 % de su ahorro de pensiones, por temor a qué pudiera pasar con sus ahorros.
“El temor de perder o de nunca ver ese dinero, me llevó a tomar la decisión”, destacó.
La cotizante afirma que los fondos le sirvieron para pagar una deuda y ahorró otra parte en un depósito a plazo en la banca privada.
Mariana, de 50 años y con experiencia de 30 años de trabajo en el rubro publicitario, afirmó que está consciente que debe reintegrar el fondo que recibió y que de lo contrario tendría que trabajar cinco años más, es decir su edad de retiro no será a los 55, si no a los 60 años.
“Me dijeron que con el saldo que quedaba iba a ser calculada mi pensión y eso es lógico”, relató.
Agregó que le decepcionó conocer que con los ahorros actuales su pensión a la hora de jubilarse será de unos $300 mensuales.
“Es bien difícil sobrevivir, tomando en cuenta de cuánto es la canasta básica”, afirmó.
Ante tan reducido monto de pensión que le mencionaron, dice que no está en sus planes dejar de trabajar antes de los 60 años, aunque está consciente que se le debe dar paso a las nuevas generaciones para que conformen la fuerza laboral.
“Yo esperaría que de verdad se hiciera una reforma integral y que los economistas apoyarán para que sea equitativa”, destacó.
Mariana comparte que junto con un grupo de amigas se decidieron a hacer el retiro del anticipo, para lo que se asesoraron previamente sobre los requisitos.
Desatacó que la AFP donde tiene sus ahorros en atención al cliente en línea, le informaron sobre todos los requisitos para retirar su dinero, el proceso fue rápido; en un lapso de 30 días puedo cobrar sus fondos.
Para Mariana en este tiempo de pandemia debería facilitarse el acceso a retiro del fondo de pensiones para que las personas puedan sufragar parte de sus gastos.