“En Venezuela no está sólo en peligro la democracia, sino el concepto mismo de República. La República surgió agarrada de manos de la democracia. La República es la negación del poder absoluto del monarca. Aquí en Venezuela, estamos camino a una monarquía…”, declaró el jurista Pedro Nikken en una entrevista para El Diario de Hoy en 2010, que podría considerarse premonitoria.
“No digo que Chávez se vaya a coronar rey, no hace falta tener un rey coronado para tener una monarquía. Alemania tenía una monarquía con Hitler. Así podríamos citar muchísimos otros casos, monarquías no hereditarias. No hacen falta casas reales y herederos del trono, basta que todo el poder esté concentrado en una persona. Y eso es el caso en Venezuela”, razonó este venezolano distinguido por su defensa de los derechos humanos y por ser pieza clave en el fin de la guerra de 12 años en El Salvador.
Aunque Hugo Chávez falleció, su sucesor, Nicolás Maduro, obra como un monarca absoluto y pleno de boato, del cual dependen vida y libertad de los venezolanos y que ha propiciado la peor crisis económica y social, con una hambruna no vista en el Continente.
En su análisis y ante las preguntas del periodista Paolo Lüers, Pedro Nikken explicó qué blinda a la dictadura en Venezuela: “Los poderes públicos en Venezuela asumieron algo que sólo le corresponde a la Fuerza Armada, que es ser obediente y no deliberante. Aquí todos los poderes públicos son obedientes y no deliberantes, nadie le discute al presidente y todos le obedecen. En esas condiciones no se puede seguir hablando de democracia, solamente porque haya elecciones”.
Para entonces, Nikken ya había denunciado un golpe de Estado chavista, que quedó al descubierto cuando el alcalde mayor de Caracas, Antonio Ledezma, ganó las elecciones, pero Chávez nombró a otra persona. Le puso otro nombre al cargo, pero traspasó todas las competencias y todos los bienes a la nueva entidad. Mientras tanto, ahogó económicamente a las gobernaciones para subordinarlas. “Es un golpe de Estado encubierto”, denunció Nikken entonces.
Desde entonces y aunque murió Chávez, Maduro ha destruido la política y la economía venezolanas, mandando a la cárcel por su antojo a los principales líderes de la oposición y dejando languidecer a los venezolanos con tal de mantener su aparato de represión y corrupción ante una frágil oposición.
Como en aquella oportunidad, el pasado 6 de diciembre, Pedro Nikken dio la clave para llegar a un cambio democrático en su país, durante su último discurso en la Universidad Católica Andrés Bello.
“Los venezolanos no vamos a tener las condiciones ideales para ir a elecciones y ha quedado demostrado que abstenerse en estos procesos para lo único que ha servido es para que el chavismo siga en el poder. La debilidad del mundo político llama a la acción urgente de la sociedad civil”, expresó, tras considerar que la dirigencia política opera como “autista”, otro augurio que debe hacer razonar a la oposición venezolana.