SAN MIGUEL. Por segundo año consecutivo la parroquia San Nicolás Santuario Divino Niño Jesús, de la ciudad de San Miguel, celebró el Festival del Maíz; los fondos recaudados de la venta son destinados al programa de becas para jóvenes de limitados recursos económicos.
Durante la actividad, los asistentes disfrutaron de la música andina, desfile de las candidatas con trajes típicos elaborados con tusas, granos de maíz, flores; y también degustaron de horchata, atole, chicharrones, elotes locos y una variedad derivados del maíz.
Alrededor de unas trescientas personas asistieron al festival proveniente de las doce comunidades que representa dicha parroquia.
Desde hace cuatro años la parroquia tiene un programa destinado a beneficiar a 15 jóvenes estudiantes de bachillerato y carreras universitarias. Los favorecidos son de familias de extrema pobreza económica donde los padres de familia no pueden seguir costeando los estudios.
Hay un comité Pro Becas Divino Niño que se encargan de realizar diferentes actividades, desde excursiones, rifas, venta de alimentos y, por segundo año, el festival del maíz, para recaudar fondos y sostener las becas.
De acuerdo con los feligreses, la iniciativa surgió del padre Leodan Hernández, quien se enfocó en que las becas serían para beneficiar a niñas y adolescentes basado en que al educar a una mujer se está salvando a una familia.
Son quince las señoritas beneficiadas, once están cursando diferentes carreras en la universidad y cuatro en el bachillerato. Hay requisitos a cumplir, como buenas notas, asistencia y apoyo en las actividades de la parroquia.
El padre Sebastián Martínez, vicario de la parroquia, manifestó que el objetivo con el comité es que todo lo que recauden en el festival es para las becas, y también que las familias hayan disfrutado de la actividad después de haber finalizado la misa.
“Viendo la necesidad, el entusiasmo y las notas se decidió apoyarlas con el programa que les cubre la matrícula y la mensualidad, donde la inversión anual es de 10,000 dólares”, agregó el vicario.
Blanca de Santos, secretaria del comité Pro Becas, dijo que las becas fueron una idea del padre Leodan Hernández y lo que se buscaba era beneficiar solo a las niñas. “Ya vamos a tener abogadas, enfermeras y psicólogas”, dijo.
“Necesitamos de más apoyo a través de los padrinos para que podamos continuar beneficiando a las jóvenes con los estudios”, agregó Santos.
Karla Cecilia Bolaños, de 21 años, es una de las beneficiadas. Está cursando tercer año de Profesorado en Parvularia, y dice que le era difícil continuar en la universidad porque su madre es de pocos recursos económicos. “La beca me cubre el pago de la matrícula y la mensualidad; es un gran beneficio para muchas jóvenes”, agregó.
María Amparo Rodríguez, de 54 años, es madre de Karla Cecilia Bolaños, y se dedica a oficios domésticos y también a la venta de golosinas para lograr los medios de subsistencia para ella y su hija.
Según Rodríguez, era difícil que su hija continuara con un sus estudios universitario debido a que lo poco que obtiene de la venta no le alcanzaba en el presupuesto familiar.
“Solo tenemos que rebuscarnos para el pago del pasaje, la comida y algunos materiales didácticos que se necesita para el estudio”, agregó.