El 21 de agosto de 2018, el gobierno del entonces presidente Salvador Sánchez Cerén anunció el rompimiento de relaciones diplomáticas con la República China Taiwán y el reconocimiento de la República Popular China.
Ha pasado casi un año desde que ambos países expresaron que “a la luz de los intereses y deseos de ambos pueblos, la República de El Salvador y la República Popular China deciden otorgarse, a partir de la fecha de suscripción del comunicado, el reconocimiento mutuo y establecer relaciones diplomáticas a nivel de embajadores”. En ese marco, El Diario de Hoy participó de una conferencia de prensa con la embajadora del país asiático, Ou Jianhong, quien aclaró dudas de medios de comunicaciones sobre los lazos bilaterales de ambas naciones.
Entre ellas, se abordó cómo este reconocimiento diplomático, y la forma sorpresiva en que se dio, generaron una serie de cuestionamientos, especialmente en la recta final del gobierno del FMLN. Ante la inminente derrota electoral de este partido, la duda sobre la continuidad de esta decisión se elevó.
Esta incertidumbre creció cuando, el pasado 7 de mayo, el entonces presidente electo Nayib Bukele afirmó en un evento en Estados Unidos que la decisión tomada en agosto de 2018 podía repensarse. “Seré franco. No vamos a hacer lo que sea más conveniente para los Estados Unidos o para China. Vamos a hacer lo mejor para El Salvador. Eso podría significar estar regresando con Taiwán, podría estar quedándose con China”, dijo Bukele.
En la conversación con los medios de comunicación, la máxima diplomática china en el país ratificó el interés de su país de cooperar con El Salvador y sostiene que el gobierno actual, encabezado por Nayib Bukele, ha declarado públicamente que las relaciones entre ambas naciones están plenamente establecidas. Esto es lo que la embajadora habló con los medios:
¿Son las relaciones sólidas y duraderas tras un año?
“El 27 de junio de este año, el presidente Nayib Bukele declaró públicamente que las relaciones entre China y El Salvador son plenas y establecidas, lo que demuestra su visión internacional y responsabilidad para el país y su pueblo”, manifestó la diplomática.
Según Jianhong, ambos países se verán beneficiados por esta relación, la cual ya está produciendo frutos, como constantes visitas entre diversas delegaciones para discutir asuntos de gobierno, temas económicos, de innovación y agricultura, entre otros.
Asimismo, la embajadora destaca que “en 2018, el volumen comercial entre China y El Salvador superó a los $1.7 mil millones, con un crecimiento sumamente rápido” y puntualizó que las exportaciones salvadoreñas a China alcanzaron los $85.89 millones, lo cual supone un aumento de 82%.
Esto se enmarca en una elevada relación comercial entre China y América Latina, la cual, afirma, superó los $300 mil millones.
“La parte china espera que El Salvador se incorpore en la vía rápida del desarrollo económico de China, obteniendo beneficios tangibles para impulsar las relaciones bilaterales y sus cooperaciones a un nuevo nivel”, sostuvo.
No ve riesgo de romper relaciones diplomáticas
La jefa diplomática china sale al paso de las críticas a la forma en que El Salvador abrió lazos bilaterales con su país y considera que la decisión fue tomada con independencia y uso de la soberanía y que respondió a intereses a largo plazo entre ambos países, por lo que “debe ser respetada en vez de ser interferida o criticada” por terceros países.
Además reiteró que hace 40 años EE. UU. estableció relaciones diplomáticas con su país, que ahora son 178 países los que los reconocen bajo el principio de “una sola China” y que la forma en que El Salvador abrió vínculos es la misma que los otros 177 países emplearon.
La embajadora agregó que las relaciones con El Salvador “no se apuntan a ninguna tercera parte, no participaremos en una competencia viciosa con ningún país, no crearemos la esfera de influencia en busca de objetivos geopolíticos”.
Esta opinión llega en momentos de elevadas tensiones entre Pekín y Washington, las cuales han llevado incluso a una guerra comercial y de aranceles entre ambas potencias.
Sin embargo, la embajadora china se desmarca del conflicto geopolítico y afirma que buscan “ampliar las cooperaciones pragmáticas en beneficio de los dos pueblos”.
Asimismo, sostiene que apoyan “todos los esfuerzos destinados por el Presidente Bukele a impulsar el desarrollo socioeconómico del país”, ofreciendo al nuevo gobierno cooperación e intercambio.
Como representante del país en desarrollo más grande del mundo, Jianhong recuerda que hay intereses en común y retos compartidos en ambos países. “China está dispuesta a compartir con el amigo El Salvador las valiosas experiencias acumuladas en el desarrollo socioeconómico y el mejoramiento de la condición de vida del pueblo chino”, dijo la diplomática.