Ocho de cada 10 trabajadores de la zona oriental del país se ocupan en la informalidad y solo el 18% del total de empresas en el país se ubican en esta zona, De acuerdo con una evaluación de la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades).
Además, su estructura económica no está diversificada pues se centran, sobre todo, en la siembra de café y azúcar, industria de alimentos, comercio y en Calvo, la empresa atunera que está en La Unión desde hace 16 años.
Según el investigador económico de esta institución, Pedro Argumedo, hay un bajo capital empresarial así como condiciones de talento humano y hasta factores culturales que deberían reconsiderarse de cara al proyecto de Zonas Económicas Especiales que presentó el año pasado el Ministerio de Economía.
Este proyecto, que aún sigue en discusión en la Asamblea Legislativa, plantea una serie de condiciones para atraer más inversión en 26 municipios de la zona sur oriental del país.
Pero de acuerdo con el análisis de Fusades, este proyecto debe considerar un enfoque más integral que abarque los principales problemas de la región oriental del país.
Argumedo dijo que, por ejemplo, la propuesta no contempla la calidad de capital humano de esta zona. “Podemos hacer la mejor atracción de inversión, pero si no subsanamos el capital humano, va a ser difícil que esas empresas surjan y se queden”, señaló.
Marjorie de Trigueros, del departamento de Estudios Legales, comentó, a partir de su experiencia, que empresas como Calvo y otras formales han tenido problemas tan básicos con el personal como el que cumplan con su horario de trabajo.
“Son problemas prácticamente culturales que se deben considerar”, señaló.
Para ambos investigadores de Fusades es necesario que la ley de Zonas Económicas Especiales tenga un enfoque más integral para que se logre un verdadero desarrollo económico.
Además señalaron que es necesaria la creación de un Consejo Directivo que guíe el trabajo.
“Debe crearse una entidad público privada que sea el vehículo para ponerse de acuerdo en identificar las prioridades, hacer la evaluación de proyectos, su impulso y su financiamiento. Esto ha sido una falla y puede ser una de las razones por las que no hay un ente responsable”, insistió Argumedo.
El análisis fue presentado el miércoles por la tarde en un conversatorio en el que disertaron como panelistas el director ejecutivo de Fusades, José Ángel Quirós; William Pleites, director ejecutivo de Fomilenio II y Johanna Hill, de CA Trade Consulting.