Leonor Selva, candidata a diputada por San Salvador del partido Nuestro Tiempo, opina que la falta de transparencia del Gobierno en el uso de recursos ha hecho que el país retroceda en la lucha contra la corrupción.
¿Qué opina sobre los señalamientos a este Gobierno sobre la falta de transparencia en el uso de los fondos?
Hay que decir que la transparencia y la lucha contra la corrupción no solo fue un tema central de la campaña presidencial, y como tal uno de los principales compromisos, los cuales en la práctica no solo no ha cumplido con los compromisos que adquirieron en la campaña, sino que hemos retrocedido de lo poco que habíamos avanzado en materia de transparencia y lucha contra la corrupción.
En el uso de fondos en el transcurso de la pandemia por COVID-19 hay que recordar que nuevamente la historia del país nos dice que en los momentos de emergencia siempre han sido manipulados por los gobernantes y funcionarios públicos, para decir que la urgencia hace que no se cumplan los requisitos de transparencia, y esa ha sido la excusa para esconder grandes actos de corrupción.
Habiendo pasado lo más turbulento de la pandemia, el hecho de que a la fecha no se quiera rendir cuentas, no exista documentación de cómo se ha entregado y se focaliza la entrega de paquetes de alimentos, cómo se hicieron todas las compras y licitaciones, y que tampoco se quiera compartir esa información, no solo con la población sino con los organismos encargados de fiscalizar esos fondos, es una grave violación a los derechos de todos los ciudadanos. Y tenemos que recordar que esa corrupción mata, porque el dinero que se roba es dinero que se debió usar para atender al personal de salud, para los enfermos, para paliar el hambre.
¿Qué piensa sobre la situación fiscal en la que se encuentra El Salvador, luego de los préstamos aprobados al Gobierno?
Una situación fiscal más frágil hace que, por un lado, el país no tenga las condiciones para atraer inversión grande y que permita recuperar empleos que se han perdido, y también dar solución a los jóvenes que se gradúan cada año y que tienen que buscar una oportunidad laboral.
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Es dinero que nosotros pagamos y a tasas sumamente altas, mientras que otros países están colocando préstamos de deuda de corto plazo en un promedio de 4 % a 7 %, nosotros hemos adquirido por ejemplo, las últimas deudas, para pagarlas de aquí a un año, al 9 %. Esas son tasas que un Gobierno no debería de estar adquiriendo porque son sumamente caras, y sobre todo porque no se están usando para inversión, sino que se están usando para gasto corriente y para pago de salarios, es decir que no estamos haciendo dinero con la deuda que estamos adquiriendo.
Nos estamos enterrando en un agujero fiscal del que probablemente no podamos salir.
Ante la situación de desempleo en el país, ¿qué se puede hacer para generar oportunidades desde la nueva Asamblea?
Deberíamos de hablar de qué debería de estar haciendo la Asamblea ahorita, y en lugar de seguir insistiendo en ese mecanismo de subsidiar las planillas, buscando que las empresas recontraten personal, lo cual no es un incentivo suficiente y ni siquiera se ha podido implementar, deberíamos de estar abriendo la discusión sobre mecanismos por desempleo, como en Estados Unidos, que fue lo que le ayudó a las personas a paliar la pérdida inmediata de su empleo.
Al mismo tiempo tenemos que buscar mecanismos de incentivos para que el sector informal pueda formalizarse, sin que sea una carga que los desincentive, como el hecho de que se les ofrezcan créditos blandos, pero tengan que tener un historial crediticio, esto excluye a más de la mitad del sector informal.
Hay que conocer cómo funciona el sector informal, qué garantías tienen ellos, sus inventarios, porque la mayoría de ellos no tienen locales, ni mobiliario, entonces hay que pensar en cómo es su negocio y ver qué opciones les funcionan.
¿Qué se puede hacer para generar oportunidades para los jóvenes?
Creo que tenemos que empezar por reconfigurar nuestra política de atracción de inversiones, porque en el mundo hay nuevos modelos y nuevas industrias que han sido un “boom”, la pregunta es si nosotros las estamos atrayendo y si estamos generando las condiciones para que vengan acá y generen empleos.
Como el mundo tuvo que acelerar su proceso de digitalización y de trabajo desde casa, el Estado tiene que empezar por mejorar, tomarse en serio el tema de la conectividad para que la mayoría de salvadoreños tengan acceso a internet, para que luego estas personas puedan acceder a capacitaciones intensivas en estos medios digitales y nuevas tecnologías, y tener una fuerza laborar que sea capaz de responder a esta digitalización agresiva que se nos vino encima.
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¿Qué opina de las acciones del Gobierno en torno a la crisis económica de la población?
Lastimosamente el Gobierno no está respondiendo a la situación económica, y su única apuesta, que hace tres meses la planteaba como su apuesta principal, es mover todo el aparato del Estado para repartir los paquetes de alimentos. Sin embargo, lo que la población está notando es que el paquete de alimentos no cubre todas las necesidades que tiene un hogar, ni alimenticias, porque eso no les sirve para pagar la colegiatura de los hijos, para pagar la casa.
El Gobierno se ha quedado paralizado y le está apostando a lo único que ha logrado operativizar, que es la entrega del paquete de alimentos, pero esa es una medida que solo funcionaba con la economía cerrada, y ahora nos damos cuenta que esa medida no es suficiente para satisfacer las necesidades de la gente, la población necesita liquidez, fuentes de trabajo y que se reactive el comercio.