Pese a controles de inmigración más estrictos en la frontera de Guatemala y la presencia de asesores estadounidenses, centenares de migrantes desafían a las autoridades y avanzan en una nueva caravana con el propósito de llegar a Estados Unidos.
Guatemala registró el paso de más de 2,000 migrantes hondureños en los últimos dos días en dos puestos fronterizos, informó este jueves una fuente oficial. El Instituto Nacional de Migración de Guatemala confirmó que contabilizó a 662 hondureños en los pasos fronterizos de El Cinchado -colindante con la aduana hondureña de El Corinto- y 1.612 en Agua Caliente, ambos al noreste de Guatemala.
Los inmigrantes, en su mayoría, jóvenes, entre hombres, mujeres y muchos niños, cruzaron el reten de la frontera corriendo y coreando la consigna “Fuera JOH” (Juan Orlando Hernández, presidente de Honduras).
“Hay muchos que se fueron sin hacer el control migratorio, aprovecharon irse en medio del relajo de gente que salió”, comentó un miembro de la Policía Nacional que platicaba con un empleado de una institución de protección civil asignado en Agua Caliente.
La policía guatemalteca estaba acompañada en el sitio por cuatro agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés).
El agente Alex Suárez dijo que el ICE estaba ahí para entrenar a las autoridades guatemaltecas en torno al control migratorio.
Chris Jones, portavoz de la embajada de Estados Unidos, dijo que personal del Departamento de Seguridad Nacional, del ICE y de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza se encontraban en Guatemala “proporcionando asesoramiento y apoyo para el desarrollo de capacidades” para hacer frente a la migración irregular.
EE.UU. y Guatemala firmaron el año pasado un acuerdo migratorio para impedir que más migrantes lleguen al país norteamericano, mediante el cual al llegar a Guatemala deben solicitar asilo en dicho país y no en la frontera estadounidense.
El gobierno de Donald Trump ha firmado este tipo de acuerdos también con Honduras, El Salvador y México.
Debido a ello, algunos analistas y activistas pro inmigrantes consideran que esta nueva caravana no logrará llegar muy lejos o tener el impacto que tuvieron las que surgieron en 2018. De hecho, la mayoría de los intentos de formar caravanas en 2019 se vieron frustrados por la presencia de la Policía y de la Guardia Nacional de México, que se ha visto presionado por Estados Unidos para impedir que los migrantes lleguen a la frontera.
Es más, México advirtió ayer que no permitirá que migrantes crucen a EE.UU.
No se rendirán
Desde temprano, centenares de inmigrantes hicieron el trámite correspondiente en el punto migratorio y aduanero que comparten Honduras y Guatemala, en un mismo edificio en Agua Caliente.
Los inmigrantes van con equipaje liviano, por lo general una mochila, aunque muchas madres con hijos, algunos menores de cinco años, van provistas de bolsas o maletas pequeñas.
Muchos de los integrantes de la caravana, que habían salido de San Pedro Sula el miércoles en la madrugada, pernoctaron en la ciudad de Nueva Ocotepeque, de donde más de 500 personas salieron hacia las 3:00 de la madrugada de ayer hacia Agua Caliente.
“Le vamos a hacer la lucha, si Dios con nosotros, quién contra nosotros”, comentó Connor. “Sabemos que vamos a pasar de Guatemala y Dios le va a tocar el corazón a las autoridades en México”.