El Sindicato de Médicos del Hospital Rosales (Simehr) pidió a la ministra de Salud, Ana Orellana Bendek, que mantenga su postura ante el despido del exdirector de ese hospital, Mauricio Ventura.
“Respaldamos la decisión … Su despido ha sido legal pues tuvo derecho de audiencia y defensa y se le comunicó por escrito esa decisión, que nosotros apoyamos”, dijo Alcides Gómez, secretario general del Simehr.
Gómez aseguró que durante el exdirector tuvo su cargo nunca presentó por escrito ninguna resolución en contra de ninguno de los médicos del sindicato, quienes dijeron haber sufrido maltrato por parte de Ventura.
Mauricio Ventura es un cirujano cardiovascular que se desempeñó por 10 años como director del Hospital Rosales. Él aseguró que su despido fue ilegal porque no se siguieron los procedimientos que establece la ley para cesarlo del cargo.
A Ventura le fue notificado su despido, de forma verbal, el pasado 8 de agosto cuando fue citado al Ministerio de Salud por el actual Director Nacional de Hospitales, la gerente de Recursos Humanos y abogados, de acuerdo con su denuncia.
De acuerdo con Ventura, el fue nombrado, bajo refrenda de acuerdo ejecutivo, como director del Hospital Rosales para ocupar el cargo del 1 de enero al 31 de diciembre de este año.
Sin embargo, Gómez opinó que el despido del médico, según él después de 10 años de malas decisiones, de maltrato al personal y de diferentes arbitrariedades en la administración del hospital, es el mejor camino para el buen funcionamiento del Rosales.
El secretario general del Simehr pidió también que se realicen auditorías en los departamentos de Recursos Humanos y Jurídico, además de otras áreas que manejan los recursos económicos del hospital, entre estas la Unidad de Adquisiciones y Contrataciones Institucional (UACI) y la Unidad Financiera Institucional (UFI).
Ventura expusó, en una entrevista y en su defensa, que él no ha cometido ninguna falta para hacerse acreedor de un despido. Él cree que la ministra de Salud, en vez de trasladarlo, lo despidió por presiones de un sindicato. Prácticamente, indicó el ex director, que los problemas los tuvo con sindicalistas a partir de que se implementó la marcación biométrica. en el hospital.
Según Ventura, la implementación de la marcación biométrica no fue algo antojadizo, sino una exigencia de la Corte de Cuentas de la República.
Pero los médicos sindicalistas explicaron que el problema por el uso del marcador biométrico se dio mucho tiempo después de los problemas laborales que ya existían entre Ventura y varios médicos, enfermeras, técnicos y otros empleados. Además comentaron que la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos le envió siete resoluciones a favor de empleados del hospital y que el exdirector no acató.
Añadieron que de tres resoluciones del Ministerio de Trabajo a favor de trabajadores, y tres del Tribunal de Ética Gubernamental que defendía los derechos de los pacientes de insuficiencia renal, en donde se encuentran tres denuncias de personas a quienes no se realizó una cirugía de riñón en una unidad que fue inaugurada en el 2015 y que no fue utilizada.
“Pedimos a la señora ministra Ana Orellana, a la Corte de Cuentas de la República, que se realice una auditoría exhaustiva, pues tenemos conocimiento de la existencia de plazas fantasmas, nepotismo y otras irregularidades. También pedimos a la procuradora que no se deje sorprender por la declaraciones del exdirector”, dijo Gómez.
Algunos de los médicos que enfrentaron demandas de despidos durante la gestión del exdirector Ventura fueron Alfredo Canizález, Héctor Valencia, Alcides Gómez y Juan Antonio Tobar, quienes fueron demandados en los juzgados y en la Cámara de lo Civil en abril del 2015.
Ricardo Leiva, jefe de Nefrología del hospital Rosales, dijo que en su caso tuvo tres juicios, donde no pudo presentar evidencias y la denuncia que tenía en su contra fue desestimada por los tribunales.
El galeno expuso que existían diferentes problemas con los médicos del sindicato debido a las constantes denuncias que realizaban por la mala administración desde el 2009.
“Tenemos documentación de la mala administración, desabastecimiento de insumos y de medicamentos. A mí me mandó una nota donde me decía que lamentaba de que no habían medicinas o insumos. Es insultante la forma en la que está procediendo con su despido y lo que más está peleando es su salario jugoso que nadie más en este hospital tiene”, dijo Leiva.
Ventura y su abogada, Carolina Mayorga, explicaron que van a acudir a todas las instancias legales para lograr ser restituido, no en el cargo como director, sino para que se le asigne una plaza dentro del hospital Rosales. Añadieron que ya acudieron a denunciar el despido a la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos; luego presentarán un amparo ante la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia para lograr el reinstalo inmediato.