Una millonaria demanda contra el Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) interpuso el pasado 24 de abril, ante un juzgado Civil y Mercantil de San Salvador, la señora Claudia María Reyes, madre de un adolescente que sufrió parálisis cerebral infantil, después de que al nacer en el Hospital Primero de Mayo le aplicaran midazolam con alcohol bencílico, un fármaco que se usaba para sedar a recién nacidos mayores de 32 semanas que tenían ventilación mecánica.
La abogada Tania Margarita Vargas, contratada por Reyes, explicó que la demanda de 2.5 millones de dólares se divide en un millón de dólares en concepto de daños y perjuicios y una indemnización por 1.5 millones de dólares por daños morales.
El 10 de diciembre de 2015, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley de Reparación por Daño Moral y es en está normativa que se basa la solicitud de indeminización.
La demanda contra las autoridades del ISSS surge luego de que la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) falló, el 17 de julio de 2015, contra el director general, el subdirector de general, la directora del Hospital Primero de Mayo y el Consejo Directivo del Instituto Salvadoreño del Seguro Social por poner en peligro el derecho a la salud de los recién nacidos a quienes se suministró Midazolam con alcohol bencílico como sedante, en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).
Los demandados por la señora Reyes son el director, subdirector, la directora del Hospital Primero de Mayo y los miembros del Consejo Directivo del ISSS que fungieron en esos cargos durante el periodo 2009-2012.
El hijo de Reyes nació el 9 de abril de 2005, es decir 10 años antes de que la Sala de lo Constitucional fallara contra las autoridades del ISSS.
Sin embargo, la resolución de la Corte dejó abierto el derecho para que las víctimas puedan demandar a las autoridades que considere competentes por daños y perjuicios.
“Hemos demandado a las autoridades (del ISSS) y subsidiariamente al Seguro Social si ellos no llegaran a cumplir” en caso de una condena, explicó la abogada Vargas.
En la demanda que han presentado al juzgado Civil y Mercantil de San Salvador está documentado con pruebas, peritajes y la sentencia de la Sala de lo Constitucional, que establece que el uso del midazolam con alcohol bencílico puso en peligro el derecho de la salud de los recién nacidos, incluido el hijo de Claudia que nació en el año 2005.
La abogada dijo que los daños morales causados a Reyes son de por vida. “Hay una afectación del proyecto de vida de su hijo (con parálisis cerebral) porque él no podrá estudiar, no podrá casarse, hacer un montón de cosas. Tampoco las podrá hacer Claudia y su familia”, expresó la abogada.
Añadió que pretenden sentar un precedente y evitar que en el futuro se vuelvan a repetir casos como el del hijo de Reyes.
13 años de lucha
Claudia María Reyes, la madre que ha demandado a las autoridades del ISSS, ha pasado innumerables situaciones para atender a su hijo (hoy adolescente) desde que sufrió la parálisis encefálica infantil
“Mi embarazo fue de alto riesgo. El niño nació vivo. Lloró al nacer. Y lo llevaron a la incubadora por su prematurez porque nació de 30 semanas; lo tuvieron que intubar al ventilador mecánico, para eso fue que utilizaron el midazolam con alcohol bencílico”, declaró la madre.
Según la madre, la aplicación del fármaco le produjo a su hijo hemorragia cerebral hiperventricular, lo que le generó la parálisis cerebral. “Yo pensé que lo habían botado, uno de mamá se imagina un montón de cosas”, dijo.
Añadió que pasó cuatro años sin saber qué le había pasado a su hijo, hasta que en 2009 conoció al doctor Carlos Enrique Flamenco Rodríguez, quien interpuso un amparo en la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia contra las autoridades del Seguro Social por administrar a los recién nacidos con ventilación mecánica el midazolam con alcohol bencílico.
A raíz de ello fue que comenzó a indagar y solicitó el expediente de su caso al Hospital Primero de Mayo. Pero se negaron a entregárselo.
Eso la hizo acudir al Instituto de Acceso de la Información Pública (IAIP) y fue así como accedió a una bodega donde tenían los expedientes y para su sorpresa no estaba el de su hijo que nació en 2005.
Es por eso que solicitó vía Oficina de Información y Respuesta (OIR) del ISSS que le explicaran qué sedante usaban cuando nació su hijo.
“Nos dan la respuesta y nos dicen que el sedante que utilizaban era midazolam con alcohol bencílico. Era obvio que ese utilizaron con mi hijo porque no había por qué hacer una excepción porque ese utilizaban de forma rutinaria”, dijo la madre.
Según la demandante y su abogada, también han atravesado por una serie de obstáculos por parte del ISSS, incluso, han tenido resultados de exámenes en el sistema público con respuestas distintas a los que han tenido en hospitales privados.
Todo los tratamientos y cuidados le ha llevado a una serie de gastos desde que nació y los cuales los continuará haciendo durante toda la vida de su hijo, dice Claudia.
Cada etapa de la niñez de su hijo ha sido complicada, han buscado desde distintos tipos de coche para movilizarlo hasta una gran cantidad de fisioterapias y otras.
“Hay cosas tan sencillas que no podemos hacer como ir a un centro comercial que no tenga elevador, rampas o estacionamientos especiales. Se le ha hecho operación de caderas. Económicamente vamos a seguir gastando”, dijo la madre.
Un caso que destapó un médico cuando capacitaba a enfermeras
El amparo que presentó el doctor Carlos Enrique Flamenco derivó de una capacitación que impartió al personal de enfermería de la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN) del Hospital Primero de Mayo en octubre de 2009, en esa circunstancia se enteró de que a los recién nacidos con ventilación asistida les administraban midazolam con alcohol bencílico como sedante rutinario, pese a que no existían evidencia científica de sus beneficios analgésicos y de sedación.
Ese fármaco es un sedante clasificado por la Administración de Alimentos y Fármacos (FDA por su siglas en inglés) en la categoría “D”, es decir, de alto riesgo. Algunos estudios detallan el riesgo de que, tras serles administrado, los neonatos tengan hemorragias intracraneanas y retardo cognitivo.
Antes de acudir a la Sala de lo Constitucional, Flamenco alertó a las autoridades del Primero de Mayo e interpuso un aviso ante el Consejo Superior de Salud Pública.
En 2011, la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos dio por establecido la vulneración al derecho de la salud de los recién nacidos que recibieron atención médica hasta el 17 de septiembre de ese año.
En 2012 el médico interpuso la demanda ante la CSJ basado en documentación con la que afirmaba que en el nosocomio, entre 2010 y 2012 , se siguió utilizando el fármaco como sedante en neonatos con respiración mecánica, pese a la prohibición que giró en octubre de 2010 el Consejo Superior de Salud Pública (CSSP).
El 17 de julio de 2015, la Sala de lo Constitucional falló contra el director general, el subdirector general, el Consejo Directivo del ISSS y la directora del Hospital Primero de Mayo, por poner en peligro el derecho a la salud de los recién nacidos.
Ahora, el ISSS está evaluando a todos los niños a los que se les administró el midazolam con alcohol bencílico.
El ISSS pide que lleven a niños para evaluación
El ISSS evaluará a los niños y niñas que recibieron servicios de salud en el área de Neonatología del Hospital Primero de Mayo, durante el periodo 2009-2012, que fueron administrados con midazolam con alcohol bencílico para considerar una evaluación médico pediátrica y hacer una valoración clínica de su estado de salud. Las evaluaciones son en cumplimiento de la Sala de lo Constitucional de la CSJ. Pide a los padres llamar al teléfono 2244-47 80.
Renuncia director del Seguro social
A siete días de dejar la institución, el director del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS) Ricardo Cea, renunció ayer a su cargo. En su carta de renuncia, Cea expone como uno de sus logros el fortalecimiento de la autónoma y “alejarla de las manos que quisieron privatizarla”.
La gestión de Ricardo Cea a partir del 14 de junio de 2014 estuvo marcada por problemas con un grupo de oftalmólogos, los cuales fueron despedidos.