Los alumnos de la escuela Juana López que rescatan el idioma de los pueblos náhuat

Los alumnos de ese centro escolar de San Antonio Abad aprenden náhuat cantando. La música es el principal instrumento del maestro Neftalí Valiente para enseñar la lengua de nuestros antepasados.

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Por María Navidad

2019-06-02 4:00:31

A una sola voz entonan “Ne nawat shuchikisa” (El náhuat florece) las voces angelicales del coro infantil de los alumnos de primero y segundo grado del Centro Escolar Juana López, ubicado en el cantón San Antonio Abad, de San Salvador.

A las 7:30 de la mañana suenan las campanas del timbre y Neftalí Valiente, el único maestro de música de la escuela, espera con una sonrisa a sus pequeños en la puerta del centro de cómputo. Al entrar los alumnos saludan en náhuat a Neftalí, una fila de 22 niños esperan con ansias la clase de canto.

Valiente es de los pocos maestros que luchan por enseñar el idioma a las nuevas generaciones. Su principal objetivo es rescatar la lengua de nuestros antepasados a través de la música y que los niños conozcan la historia de los pueblos originarios.

“Lo fundamental de aprender la lengua es conocer nuestra historia, un pueblo sin historia es un pueblo sin pies”, acotó Valiente.

Para el profesor no se trata de vestirnos como indígenas ni que todos hablemos en náhuat. “Nosotros tenemos una historia preciosa, no debemos sentirnos mal de saber que descendemos de los indígenas, fundamentalmente los niños deben conocer su historia”, agregó.
Aprender cantando

El educador enseña el idioma con melodías, el ritmo de sus composiciones pone el toque mágico para que los niños se interesen en aprender. Su filosofía parte de que todos podemos aprender cualquier idioma con canciones.

“Una lengua es mucho fácil aprenderla cantando , yo siento que cuando la cantamos es más agradable y se aprende con más facilidad”, agregó Valiente.

Para el docente, el náhuat se puede enseñar en las escuelas como el inglés. “Todo lo que se aprende en la vida en algún momento servirá”, expresó.

Con un aula prestada mientras no hay clases de computación y un pequeño equipo de sonido que el ha llevado para ponerle ritmo a la clase instruye aproximadamente a 570 estudiantes del turno de la mañana.

Enseñar náhuat no ha sido una tarea fácil para el profesor porque las clases de canto es una materia extra, no están incluidas en el horario escolar por lo que Valiente ha tenido que distribuir sus dos horas de clases en náhuat y música, los días lunes reciben náhuat y los martes música.

“Estamos tratando de hacer tres cosas en la asignatura de náhuat, hablarlo, escribirlo y conocer la historia de los pueblos originarios”, comentó el profesor.

Desde agosto del año pasado empezó a enseñar el nuevo idioma, pero hasta hace tres meses decidió formar el coro infantil. Valiente da clases de primero a sexto grado, pero seleccionó las mejores voces de los alumnos de primero y segundo grado para el grupo musical.

Isaac Flores, de ocho años de edad, estudia segundo grado y forma parte del coro; el menor cuenta que el náhuat es una de sus materias preferidas y le gusta pertenecer al grupo porque le recuerda a sus abuelos, quienes eran nahuablantes.

“Ellos (abuelos) hablaban en náhuat, todas las mañanas al despertarme me decían “yek peyna” (buenos días), lo que más me gusta del náhuat es cuando cantamos “ne nawat shuchikisa”, (El náhuat florece), expresó Flores.

Neftalí ha sido maestro de música desde los doce años de edad. Consideró que su vida se ha desarrollado entre instrumentos y melodías. A los 62 años descubrió que con su “rollo” de la música, como él le llama, puede evitar que se pierda el náhuat.

La última lengua indígena se encuentra en estado crítico y a punto de desaparecer. Actualmente solo existen 300 nahuahablantes vivos, los cuales ya son adultos mayores. Los municipios de Cuisnahuat y Santo Domingo de Guzmán, en Sonsonate, tienen la mayor cantidad de nativos.

En 2017 Valiente fue uno de los 82 docentes capacitados en identidad cultural e idioma náhuat impartido por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología como parte de las mejoras al sistema educativo.

Neftalí comenta que su participación fue una casualidad, anteriormente no le interesaba aprender náhuat hasta que una compañera de trabajo le sugirió que asistiera porque a los maestros de música nunca los toman en cuenta para las especializaciones.

Al finalizar los seis módulos, los docentes deben presentar un proyecto de graduación y Valiente retomó la idea de crear un cancionero con 60 melodías traducidas al náhuat.

“Sabemos que algo escrito en música, cualquiera lo canta idéntico como yo lo escribí, de ahí me surgió la idea de escribir la letra de las canciones en náhuat”, explicó Valiente.

Los acordes los inició en noviembre del año pasado y hasta la fecha lleva 14 canciones traducidas de 60 que planea incluir en el libro. Las traducciones requieren de tiempo porque debe hacerlo con detalles, en ocasiones recurre a sus maestros para no equivocarse.

“Primero alguien lo canta en náhuat, luego escribo la letra, después saco las notas musicales de la grabación y luego acopló la letra con la grabación para sacar una partitura como todos la conocemos”, manifestó.
Actualmente, el maestro enseña a los infantes el himno nacional en náhuat, Valiente ha realizado todas las adaptaciones con las pistas musicales.

El centro escolar Juana López es privilegiado porque tiene dos maestros que lo imparten, en total 1,070 alumnos de primero a noveno grado reciben clases de náhuat.