Hace diez años aproximadamente la Mara Salvatrucha montó una estructura en tres colonias populosas en el municipio de Ilopango para obtener dinero producto de negocios ilícitos y de la extorsión que exigía a vendedores y distribuidores de golosinas y bebidas, lo cual les permite recolectar sumas de más de 50 mil dólares mensuales.
Dos pandilleros considerados cabecillas de uno de los principales corredores (zonas) que tenía la MS en Ilopango, fueron durante mucho tiempo los encargados de administrar el dinero en efectivo, según una investigación de El Diario de Hoy.
Todos los meses la clica recibe alrededor de $25,000 como pago de las viviendas. Seis pandilleros, entre ellos dos cabecillas, se encargaban de administrar el dinero.
Bismarck Eliseo Medrano Ayala, alias El Grillo y Álvaro Alexander Aldana Velado, apodado El Snyper, controlaron a ocho clicas (grupos) de esa pandilla para obtener el dinero ilícito que utilizaron para pagar armas de fuego, droga, telefonía en los penales para sus cabecillas, pago de abogados y otros rubros, según el expediente judicial número: 1026-UDCV-2018-SY.
Los pandilleros de la colonia Santa Lucía, Santa Eduviges, Vista al Lago y otros lugares cercanos, formaron las clicas Tecolotes Nowls, Hollywood, Cabañas Locos, Texas Litle, San Luices Locos entre otras, logrando integrar más de 300 pandilleros, según las investigaciones.
LAS "GANANCIAS" DE LA PANDILLA
dólares obtiene la Mara Salvatrucha del cobro de la extorsión a los dueños de los autobuses de cuatro rutas que hacen su recorrido de San Salvador a diversas colonias de Ilopango.
El Grillo y El Snyper cayeron presos en febrero de 2018 durante la operación Cuscatlán, la cual también reveló parte de las ganancias que tenían la MS como parte de sus negocios en otras colonias de Ilopango. Sin embargo, la pandilla siguió con sus “negocios” y las ganancias eran entregadas a una mujer que tenía una relación sentimental con El Grillo.
El Grillo logró montar dos negocios producto de la extorsión; un taller de motos y una venta de accesorios para vehículos situados en la entrada a la comunidad Rosa Virginia que ahora son administrados por un “pastor evangélico” que se moviliza en un pick up Tacoma gris.
dólares mensuales exige la pandilla a los motoristas de camiones que reparten golosinas y bebidas en la zona de la colonia Santa Lucía.
Ambos pandilleros crearon negocios de agua purificada y gas propano como parte de la inversión de la MS con el dinero de la extorsión.
Pero ese dinero solo era para beneficio de los dos sujetos. También El Grillo adquirió cinco carros tipo Kía Río para su propio uso y dos más para la pandilla, según los documentos judiciales.
Una de las ventas de gas propano está situada en la colonia Vista al Lago y es administrada por un sujeto a quien solo se le conoce como “El Chele Gas”, quien también usa dos motocicletas propiedad de El Snyper.
dólares mensuales obtienen los pandilleros por el "alquiler" de 500 casas en la residencial Vista al Lago. Cobran 50 dólares al mes por cada una.
En Vista al Lago, la pandilla extorsionó a las tres tiendas más fuertes que hay en el sector con cuota de $100 mensuales. El marero, alias El Soviético, se encargaba de recoger el dinero de la extorsión.
Además, el sujeto apodado El Delincuente y Adecrimen recogían el dinero de las casas usurpadas, de los conductores de busetas, mototaxistas, mientras que un fulano de alias Maliante, recoge diez dólares mensuales a todos los integrantes de la pandilla.
dólares de extorsión exige la pandilla a taxista del punto conocido como Los Jaguares. Además, tienen vehículos propios en este negocio.
La MS también recibe 36 dólares mensuales por la “vigilancia” en un terreno que los mismos pandilleros cuidan, después que amenazaron de muerte a un vigilante privado.
Otro de los rubros donde la MS logra obtener dinero de la extorsión es en el punto de taxis Los Jaguares, quienes pagan 1,000 dólares mensuales. En ese rubro tres pandilleros apodados El Toker, El Chino y El Spider, invirtieron en la compra de taxis y los “legalizaron” a nombre de otras personas. También lograron comprar cuatro vehículos que suelen mantener en el punto de taxis de una iglesia mormona.
Los $20,000 que deja el cobro a los repartidores de bebidas
Un empleado de una de las empresas que pagó la extorsión durante varios años, relata que todos los viernes debía pagar 125 dólares a dos pandilleros que estaban en la entrada de la colonia Santa Lucía. Después, pagaba otros 100 dólares a los pandilleros que se apostaban en la entrada de la residencial Vista al Lago.
La fuente afirma que otros repartidores de golosinas y bebidas con quienes coincidían en la ruta, le afirmaron que ellos también cancelaban la misma cantidad de dinero a los mimos sujetos. En total, eran diez marcas de productos que pagaron durante varios años.
Los pandilleros también cobraron a cuatro rutas de buses cinco mil dólares mensuales, sumando $20 mil al mes.
Cada semana las clicas se distribuían los horarios del cobro para no coincidir y cobrar dos veces, según la investigación. Las rutas de transporte eran la 29 buses, 29 microbuses, ruta 13 y ruta 29 de microbuses de Vista al Lago.
La pandilla MS también tuvo ingresos de dinero con la extorsión a los vendedores del mercadito de la colonia Santa Lucía. En 2012 la alcaldía de Ilopango regaló cinco puestos a los pandilleros como parte del “beneficio” que recibieron durante la tregua entre el gobierno y las pandillas, sin embargo, alquilaron los negocios y recibían 1,000 dólares mensuales.
Además, la clica San Luises tenía dos panaderías; una atrás de la iglesia Elim y otra ubicada en la colonia Duarte Meléndez. También, la MS logró abrir una tienda en el centro de San Salvador, donde se vendía electrodomésticos.
La desolación y abandono de viviendas provocado por la Mara Salvatrucha en Vista a Lago
Propietarios de viviendas en la residencial Vista a Lago tuvieron que abandonar sus viviendas por el acoso de la Mara Salvatrucha, algunas de las casas están abandonadas pero la mayoría fueron usurpadas por los mareros las cuales las alquilan por las que cobran $50. Los empleados del Fondo Social de la Vivienda que intentaron recuperar las casas fueron amenazados a muerte.