Para el presidente de la Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores (Olacefs), Nelson Shack Yalta, luchar contra la corrupción requiere de una sinergia de todas las instituciones del Estado para que el trabajo sea efectivo.
En declaraciones a El Diario de Hoy, el funcionario peruano externó sus apreciaciones sobre el trabajo de la Corte de Cuentas salvadoreña. Yalta asiste a la asamblea anual de entidades fiscalizadoras que se realiza en San Salvador y que culmina hoy.
¿Cómo ve el papel de la Corte de Cuentas en el combate a la corrupción?
En el marco de las competencias constitucionales la Corte de Cuentas está haciendo un esfuerzo muy importante para poder luchar contra la corrupción.
Hay que ser conscientes que la lucha contra la corrupción requiere del esfuerzo conjunto, no solo de las contralorías, sino también de los sistemas de justicia, porque al final de cuentas los sistemas de control tratan de hacer investigaciones muchas veces de naturaleza administrativa, pero no tenemos la responsabilidad de meter preso a nadie, de eso se encarga el sistema de justicia.
La Fiscalía y la Procuraduría basan sus decisiones muchas veces en los informes que nosotros preparamos, pero si no hay una adecuada coordinación y una sinergia en las distintas instituciones que son parte de la cadena de valor que conforma la lucha contra la corrupción en nuestros países el trabajo de la contraloría, por muy bueno que sea, va a perder efectividad.
¿Debería tener un rol con más dientes?
Ese es un debate que está presente en países de la región , pero eso va a depender de las decisiones que internamente los países tomen. Lo más importante es fortalecer las capacidades de la organización, en este caso de la Corte de Cuentas, dotarlos de un presupuesto adecuado para capacitar a profesionales, de tal manera que no se queden atrás respecto de las nuevas tendencias modernas de control…
¿Cómo está la Corte respecto a las de otros países del hemisferio?
Es muy difícil hacer esas comparaciones porque las contralorías son muy diferentes, tenemos diferentes escalas. Por ejemplo, en el caso de Perú es una contraloría que maneja $200 millones anuales y somos 4,500 personas, entonces no se pueden hacer comparaciones.
Lo importante es comparar el desarrollo al interior de qué ha estado pasando en años anteriores y cómo está ahora la contraloría. Por la información que tenemos están haciendo los esfuerzos y están avanzando en un proceso de mejora.