La influenza es una enfermedad viral que afecta principalmente la nariz, garganta, bronquios y pulmones, una infección que dura aproximadamente una semana y que se caracteriza por fiebre alta, dolores musculares, de cabeza, tos, malestar de garganta y rinitis.
Esta enfermedad, según infectólogos, puede llegar a propagarse y llegar a transformarse en epidemia debido a la forma de contagio, ya que se transmite por medio de gotas de saliva que son expulsadas por personas que tienen el virus.
En El Salvador, tanto este año como en el 2018 circularon tres tipos de cepa A, la H1N1, H3N2 y uno no subtipificado). En el caso de la influenza tipo A (H1N1) hubo 115 casos en el 2018, mientras que para 2019 fueron confirmados 166 hasta el 23 de noviembre.
Iván Solano Leiva, vicepresidente de la Asociación Centroamericana y del Caribe de Infectología, indica que en el país, según un estudio de la Iniciativa Global de Influenza, que se realizó entre 2007 y 2012, por ser parte de la región intertropical, hay dos picos de la enfermedad: una en julio, donde la actividad de la influenza es más fuerte; y otra en febrero, por lo tanto sería recomendable vacunar a la población en junio y en enero.
“Todos los mayores de seis meses de edad, independientemente si somos sanos o tenemos enfermedades crónicas, debemos vacunarnos contra influenza. A nivel público el Ministerio de Salud vacuna solo a los menores de cinco años, adultos mayores, personas de 18 a 59 años con enfermedades crónicas y embarazadas; pero eso no significa que otros no se puedan vacunar, sino que tendría que ser en el sistema privado”, explica Solano Leiva.
Según información de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OMS / OPS) la mayoría de las personas que sufren de influenza se recuperan en una o dos semanas sin necesidad de recibir tratamiento médico; sin embargo, en niños pequeños, adultos mayores y personas con enfermedades crónicas, la infección puede complicarse y llegar a provocar neumonía o causar la muerte.
Gustavo Lazo, infectólogo de origen costarricense, manifiesta que la influenza es un virus genéticamente inestable y por esta razón las instituciones sanitarias deben realizar estrategias anuales de vacunación contra la enfermedad y para los diferentes tipos que existen de influenza.
“Este es un virus que tiene un comportamiento estacionalmente complicado, sobre todo para la región intertropical y la vacunación es una de las mejores estrategias de prevención para este virus”, dice el médico.
Explica que las personas usualmente no hacen una diferencia entre una gripe común y la influenza, y esperan que la vacuna evite que les de ambas enfermedades, lo cual es falso.
De influenza hay cuatro tipos denominados por las primeras letras del abecedario (A,B,C y D), las dos primeras sufren mutaciones y se replican muy rápido, lo cual hace que los virus que nacen cada año tengan características diferentes y engañe el sistema de defensas del organismo y puede llegar a ocasionar pandemias, epidemias o brotes estacionales cada año.
“La vacuna que el Ministerio de Salud pone por el mes de mayo, no la pone en el resto del año, es una triple viral, que contiene dos cepas de virus de influenza A, que es la AH1N1 y la AH3N2 y una cepa del virus de influenza tipo B, por lo menos para este año”, dice Iván Solano Leiva.
Mientras que la que se pone a nivel privado es original, no es coreana como la del Ministerio de Salud, y cubre contra cuatro virus de influenza, dos cepas tipo A y dos de tipo B, expresó.
Solano Leiva opina que en el país no debería de existir una vacunación solo para un período en mayo, sino que debería de estar disponible para grupos de riesgo, como adultos mayores, niños y enfermos crónicos.
“La vacunación en el adulto es sumamente baja. La cobertura de vacunación en el 2018 en adultos contra influenza fue apenas del 27 %, hay un grave déficit de cobertura de vacunación que el Ministerio de Salud debe de buscar tener mejores coberturas y deben de mejorar para el adulto mayor y para las personas con enfermedades crónicas”, indica Solano.
Según datos que da el infectólogo Gustavo Lazo, la influenza afecta al 15 % de la población mundial, donde causa de 3 a 5 millones de casos de la enfermedad severa que puede llevar a la hospitalización y puede causar la muerte, ya que al año mueren 291,000 a 646,000 personas por influenza alrededor del mundo.
En los meses en los que se da la enfermedad, comenta Lazo, afecta también hasta el 40 % de la población pediátrica mundial.
En el caso de los adultos, las personas pueden llegar a diseminar la enfermedad durante tres o cinco días, mientras que los niños pueden llegar a transmitirla durante cinco a siete días en los meses donde se está dando la enfermedad, los más afectados son los menores en edad escolar y uno de cada 100 niños va a necesitar hospitalización, según las cifras mundiales.
“El objetivo de la vacunación contra la influenza es evitar las hospitalizaciones, porque sí van a tener gripe común; pero influenza es otra enfermedad, por lo tanto es importante evitar llegar a la gravedad de la enfermedad y las hospitalización”, enfatiza Lazo.