La embajadora Jean Manes se va con las olas, la montaña y el cariño de El Salvador

La embajadora de EE. UU., vino al país en marzo de 2016 en medio de negociaciones de ayuda para el Triángulo Norte. Medió ante su país por decisiones del gobierno del FMLN, que puso en riesgo planes de apoyo.

La embajadora de EE. UU., vino al país en marzo de 2016 en medio de negociaciones de ayuda para el Triángulo Norte. Medió ante su país por decisiones del gobierno del FMLN, que puso en riesgo planes de apoyo.

Por Eugenia Velásquez

2019-07-23 6:10:09

Solidaria, aventurera, motivadora, determinada, conciliadora y con una alta dosis de sensibilidad humana vino al país la embajadora de los Estados Unidos, Jean Manes, en marzo de 2016. Está a pocos días de retirarse de El Salvador porque termina su periodo de tres años que da el gobierno de los EE.UU. a sus diplomáticos.

Manes vino determinada a hacer de El Salvador su segunda patria. En un año ya había recorrido los 14 departamentos del país les explicó a un grupo de jóvenes del colegio Español Padre Arrupe en Soyapango en abril de 2017, en una de sus tantas visitas que hizo a escuelas, universidades y colegios motivando a los jóvenes a prepararse académicamente para obtener mejores oportunidades de vida y así evitar irse del país. “Desistan de migrar” es un “viaje tan peligroso”, reitera cada vez que Manes interactúa con la juventud salvadoreña.

Visita al Centro Cassie Stern de la comunidad el Aceituno, en Suchitoto, en enero de 2018. Foto/ Instagram usembassysv

A Manes le tocó mediar para que su presidente Donald Trump no retirara la ayuda en programas como Fomilenio II y del Triángulo Norte, a raíz del establecimiento de relaciones diplomáticas con China Popular tomadas por el anterior gobierno.

Ella se puso la camisa azul y blanco de El Salvador y la lució dignamente como una representante solidaria con el pueblo salvadoreño en todo el mundo. Sudó la camisa nacional escalando el volcán de Santa Ana. Respiró el aire fresco bajo el cielo cuscatleco surfeando y desafiando las olas de las playas de La Libertad, uno de los parajes que durante su estadía instó a explotar como una fuente de turismo internacional y local inagotable que generará miles de empleos para ayudar a frenar la migración irregular a los Estados Unidos.

Saboreó los platillos tradicionales de cada ciudad, impulsando en los micro empresarios su talento para promover el turismo rural. “Siempre dijo que su preferido son “las pupusas de frijol con queso”.

Visita de la embajadora al lago de Coatepeque junto a su mascota. Foto EDH/ @USAmbSV

En medio de su hablar pausado y sereno también cuestionó que la “corrupción” de expresidentes haya minado fondos públicos en menoscabo de los más pobres que no encuentran alivio en los hospitales por falta de equipos y medicinas; de niños que no van a la escuela porque no hay maestros, o porque sus padres no tienen empleo formal ni dinero para enviarlos, o porque la delincuencia los tiene encarcelados.

Su discernimiento y atinada posición diplomática la llevó a tender puentes de entendimiento entre las distintas fuerzas políticas y el nuevo presidente de la República Nayib Bukele, electo el 3 de febrero pasado.

Acompañó al nuevo mandatario a encuentros claves con altas autoridades de los EE.UU., dejando tras de sí un legado de continuidad de planes de apoyo financiero y de oportunidades de crecimiento económico.

Manes se va dentro de pocos días pero se lleva consigo un trozo del corazón de cada salvadoreño que tocó con su mensaje conciliador, mesura y disposición incondicional de ayudar a El Salvador.

La embajadora Jean Manes se despide de El Salvador y nos deja estas impresionantes imágenes

La diplomática se despedirá pronto de su cargo en el país. En su paso por El Salvador ha visitado diferentes lugares, ya sea por trabajo o por diversión.