OPINIÓN: El baloncesto después de Kobe Bryant

¿Quién seguirá su legado? El mundo de las cestas perdió a uno de los mejores atacantes y defensores del aro

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Foto de archivo de Kobe Bryant y su compañero de equipo Shaquille O'Neal comparten una risa en el banco durante un juego de exhibición contra Los ??ngeles Clippers en el Arrowhead Pond en Anaheim, California, Estados Unidos, 23 de octubre de 2003. EFE/EPA/FRANCIS SPECKER

Por Samuel Linares

2020-01-31 4:00:40

Todavía cuesta asimilarlo, y más cuando después de haber sido lo que fue en la madera, la segunda parte de su vida, fuera de ella, sería igual o más gloriosa.

Jugadores son muchos, pero encontrar otro Kobe Bryant cuesta lo mismo que anotar un triple faltando un segundo para ganar el juego. Su vida terminó al medio tiempo, y le restaban dos cuartos más, y tal vez con extra tiempo.

Después del domingo, hay un antes y un después, y lo hemos comenzado a vivir. Kobe ya no está y le costará a la NBA buscar un talento similar que se gane el aplauso por lo que significaba Bryant como persona. “The Black Mamba” ya está generando una vida en el baloncesto sin él, y lo comenzaremos a percibir con el cambio radical del formato que la NBA informó del Juego de Estrellas, a llevarse a cabo en Chicago, dentro de un par de semanas.

Kobe dejó de ser rival para convertirse en el amigo de todos. No importaba a qué nivel se jugara o en cuál escalón, él solo buscó hacer mejor al resto, contribuir al deporte, y seguir haciéndolo con las nuevas generaciones.

Su academia, su libro “The Mamba Metality” solo te impulsan a ser mejor, a enfrentar retos, a conocer que la vida y el deporte van de la mano, y que todo se puede lograr.

Pero, ¿quién seguirá esa cosecha y su patrón de baloncesto de alto nivel? No lo hay. De momento no existe un jugador activo en la liga, y en el mundo, que pueda soportar ese legado. No se trata de números en el ejercicio del deporte sino de los principios de lealtad, mentalidad con la que involucró a todos. Kobe pudo ser entrenador y, si quería, comisionado de la liga o dueño de una franquicia. La NBA lo va a extrañar por su proyección con la comunidad basquetbolística.

Lágrimas por puntos, de los cercanos y no al deporte. Kobe Bryant, con su muerte y la de su hija, pudo unir clases sociales, religiones, gustos y mentalidades. Su legado debe vivir, y debe servir para las generaciones que no lo pudieron conocer, que también sepan que hubo un jugador que se quedó sin sus dos últimos periodos.

La persona muere, pero la magia y el carisma de Kobe Bryant lo hacen una leyenda, y agranda más su legado dentro del baloncesto, y fuera del deporte. Kobe siempre en mi equipo.