“Juego de tronos”, un cierre entre el amor y el miedo

El fenómeno televisivo de HBO finaliza mañana, en medio del asombro y la polémica por parte de sus seguidores.

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Por EFE / Agencias

2019-05-18 4:00:43

Ocho temporadas después y ya coronada como la producción más grande de la historia de la televisión, “Juego de tronos” se despide mañana, parafraseando a Daenerys, entre el amor y el miedo: el deseo de sus seguidores de ver el final y su temor a que no esté a la altura de sus altas expectativas.

Con el sexto y último episodio de su octava temporada, que fue escrito y dirigido por los creadores de la serie David Benioff y D.B. Weiss, “Juego de tronos” concluirá una espectacular y ambiciosa historia de pasiones, amor, luchas, fantasía y traiciones que ha cautivado al mundo entero pero que todavía tiene bastantes cabos que atar en un capítulo final que durará 80 minutos.

Y es que el quinto episodio, “The Bells”, dejó semejante reguero de sangre y fuego que aún quedan muchas dudas sobre quién se sentará en el Trono de Hierro.
Advertencia para los que no llevan la serie al día: a partir de los siguientes párrafos se revelan detalles importantes de la trama.

La esperada batalla por Desembarco del Rey concluyó con la caída de los Lannister y la derrota final de la temible Cersei (Lena Headey), quien, no obstante, tuvo una emotiva y sentimental muerte junto a su hermano Jaime (Nikolaj Coster-Waldau), el hombre que la amó toda su vida.

Pero los titulares se los llevó otra mujer, Daenerys (Emilia Clarke), cuya evolución dramática en los últimos episodios ha motivado encendidos debates en las redes sociales y la prensa.

Daenerys representó, en gran medida, la liberación para Poniente y la esperanza en un nuevo reinado desde el Trono de Hierro y, aunque en su empeño no escasearon las matanzas y venganzas, a este personaje siempre se le relacionó con la compasión y la justicia.

Pero, lamentablemente para sus fans, parece que tanto vuelo a lomos de dragones le ha afectado la cabeza, ya que, consumida por la inseguridad y el miedo a la traición, no tuvo reparos en arrasar con la capital de los Siete Reinos y asesinar a miles de soldados y civiles cuando ya habían hecho sonar las campanas para indicar la rendición.

Esta faceta sin piedad de Daenerys, que la emparenta con los miembros más desquiciados de su familia Targaryen, dejó en muy mal lugar a Jon Snow (Kit Harington), su principal valedor ante unas mujeres Stark que recelan muchísimo de la aspirante a reina.

De ahí que para la última entrega de la serie se espera que tanto Sansa (Sophie Turner) como Arya (Maisie Williams) tengan mucho más protagonismo.

Convertida en una de las pocas series que sigue reuniendo a medio mundo ante el televisor el mismo día y a la misma hora, toda una rareza en los tiempos del streaming y de plataformas como Netflix, “Juego de tronos” tiene ahora que lidiar con un efecto colateral de su tremendo fenómeno: las expectativas de igual tamaño que ha generado.

Así, numerosos fans han mostrado en las últimas semanas su descontento no solo por las decisiones sobre Daenerys sino también por la precipitación en el desarrollo de algunas subtramas (el romance entre Brienne -interpretado por Gwendoline Christie- y Jaime, por ejemplo), el tratamiento de algunos personajes como Arya o la oscurísima Batalla de Invernalia.

Contar con unos seguidores tan entusiastas y apasionados por “Juego de tronos” también conlleva que la serie sea estudiada al milímetro, tanto que hasta un error como dejar un vaso de café en una escena puede convertirse en motivo de conversación mundial en Internet.

Tampoco ayudaron a rebajar las expectativas ni los casi dos años que los fans tuvieron que esperar entre la séptima y la octava temporada, ni que la emisión de la serie se haya adelantado a los libros de George R.R. Martin en los que se basa.

Será muy difícil que contente a todos, pero si los más pesimistas pueden acordarse de “Lost”, una serie que también fue un fenómeno mundial y cuyo final fue bastante polémico, los más optimistas pueden argumentar que “Juego de tronos”, en anteriores temporadas, reservó algunos de sus mejores e inolvidables ases para los últimos capítulos.

De cualquier manera, y a la espera del veredicto del público sobre su conclusión, a la superproducción de HBO nadie le puede quitar sus 47 Emmy, récord absoluto en estos galardones, ni la vigencia de su universo de fantasía épica, que continuará, al menos, con una serie derivada (spin-off) ya en preparación y con Naomi Watts como estrella del elenco.

Además, el domingo 26 de mayo se transmitirá el documental de la serie, con una duración de dos horas.