Joven músico triunfa en certamen internacional y gana pasantía en Polonia

El salvadoreño Alejandro Arroyo, de 22 años, ganó el primer lugar del V Concurso Internacional de Piano Federico Chopin Lima-Perú 2019, haciéndose acreedor de una pasantía en la prestigiosa Universidad Fryderyk Chopin de Varsovia.

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El exalumno del Cenar tiene 7 años residiendo en Costa Rica, donde estudia Licenciatura en Música. Foto EDH / Cortesía Alejandro Arroyo

Por Rosemarié Mixco

2019-12-30 7:30:40

Alejandro Arroyo nació en Santa Tecla, La Libertad, en 1997 y tiene 7 años de residir en Costa Rica, donde estudia la Licenciatura en Música. Este año que finaliza le hereda grandes satisfacciones, como la de haber triunfado en el V Concurso Internacional de Piano Federico Chopin Lima-Perú y ser parte del “Patrick W. Price Award” en el 10° Festival de Piano de la Texas State International en Estados Unidos.

El certamen Federico Chopin suele convocar a músicos de toda Sudamérica, pero esta vez decidieron incluir al istmo centroamericano. Hay que destacar que el compatriota se convirtió en el primero y el único artista de Centroamérica en participar. Para él, este galardón es como un reconocimiento a su dedicación. “Es una oportunidad de seguir aprendiendo y alcanzar mis sueños”, expresó. El concurso es impulsado por la embajada de la República de Polonia en Perú, la Universidad Nacional de Música de Perú y la Sociedad Filarmónica de Lima.

Desde muy pequeño, su madre lo motivó a aprender música y el resto de la familia le brindó su apoyo incondicional.

Su formación artística inició a los 9 años, en la Escuela de Música Cedares y el Centro Nacional de Artes de El Salvador (Cenar). A los 15 años, logró una beca para estudiar música en la Universidad de Costa Rica y decidió migrar en su afán por alcanzar sus metas. Actualmente, cursa su licenciatura en Música, con énfasis en ejecución de piano.

El joven compatriota tocando el piano, tras recibir el primer lugar en el Concurso Internacional Federico Chopin en Perú. Foto EDH / Cortesía Alejandro Arroyo

¿Cómo terminaste participando en el Concurso Federico Chopin?
Me enteré por Facebook que en esta edición la convocatoria se abrió también para Centroamérica. Así que me convertí en el primer centroamericano en participar.

Sus premios incluyen también primer lugar del Concurso Internacional María Clara Cullell 2015 de Costa Rica —ganador más joven con 17 años—, Segundo Premio del Concurso Iberoamericano para Jóvenes Pianistas 2016 en República Dominicana y el Segundo Premio del Concurso Internacional Musicalia 2017 en Cuba.

¿Qué premios recibirás por tu éxito en el certamen Federico Chopin?
El premio incluye una pasantía de dos semanas en la prestigiosa Universidad Fryderyk Chopin en Varsovia, Polonia. Se incluye el boleto, hospedaje y alimentación. Dos mil dólares. Un concierto como solista en Varsovia. Y la participación como solista en la Temporada 2020 de la Sociedad Filarmónica de Lima en Perú.

¿Cómo describes la música del piano, qué te genera a ti escucharla e interpretarla?
La música me ha dado muchas experiencias, disciplina y satisfacción. Cuando interpreto piano soy capaz de expresar lo que con palabras me cuesta. Escuchar música me permite conectarme con personas de otras épocas que han dejado sus historias en la música que compusieron.

Alejandro al momento de recibir su premio en Lima, Perú. Foto EDH / Cortesía Alejandro Arroyo

¿A quién admiras, qué pianistas han influido en ti?
Uno de mis pianistas favoritos es Sviatoslav Richter, ya que su sonido limpio me inspira a tener disciplina. Mi artista más influyente es Johann Sebastian Bach por el nivel de refinamiento en sus composiciones, en mi opinión es una demostración de lo que el ser humano es capaz de hacer con trabajo duro.

¿Cuáles son tus proyecciones a futuro? ¿Piensas dedicarte a la música?
Mi meta es cursar posgrados (maestría y doctorado en música) en Estados Unidos o Europa y convertirme en profesor universitario, además de seguir tocando música de cámara y como solista. Desde pequeño sé que necesito ser músico, no me lo imagino de otra manera.