La Fundación Inocencia, en conmemoración de sus 15 años de operaciones, inauguró proyecto “Remodelación de la sala de espera y área de toma de muestras del laboratorio clínico” del Hospital Benjamín Bloom, el cual beneficiará a 175 pacientes diarios.
La inversión de la obra es de $81,356 y para lo cual Fundación Inocencia gestionó recursos externos. La Fundación Simán aportó el 52 %, la familia Bahaia Simán el 35 %, y Fundación Inocencia por medio de sus donantes en tarjetas de crédito del Banco Cuscatlán el 12 %. También Unicomer hizo donaciones en especie y se recibieron descuentos especiales de parte de la empresa Construmarket.
“Decidimos hacerle al Hospital Bloom en agradecimiento, ya que hemos trabajado por 15 años y en lugar de hacer un evento decidimos remodelar este salón que estaba en unas condiciones deplorables, así es como nosotros hemos regalado esto para que los niños tengan un lugar donde puedan hacerse sus muestras de sangre”, explicó Eileen Simán de Bahaia, presidenta de Fundación Inocencia.
La ejecución del proyecto permitió sustituir techos, canales, cielos falsos, mejorar las instalaciones eléctricas y entradas con accesibilidad, cambio de ventanales, pintura, remodelación de entrada principal, sustitución total de mobiliario, instalación del sistema de audio para llamada de pacientes, adecuar el área de sangrado con módulos individuales de atención, nuevo sistema informático y piso según estándar de higiene.
También se construyeron baños con lavamanos, habilitación de área privada con canapé de doble uso: para cambio de pañales o para sangrado en casos especiales.
“Añadimos dos baños porque no había dónde hacer exámenes de orina ni de heces, tenían que ir a los baños de emergencias, y también les hicimos un área que es cambiador para que las mamás puedan cambiar a sus niños cuando sea necesario”, manifestó Eileen.
Una de las novedades de la sala de espera es la incorporación de un centro lúdico para la atención diaria a los niños, con le objetivo que ocupen su tiempo de espera en actividades de aprendizaje por medio del juego.
“Es una sala de espera de toma de muestras de primer mundo, algo que nuestros pacientes se merecen, todos los factores van a mejorar la salud de nuestros pacientes”, expresó Ángel Alvarado, director del Hospital de Niños Benjamín Bloom.
Según las jefaturas de las áreas de salud, estos proyectos aportan para darle un cambio al sector salud de los niños salvadoreños.
“La transformación de un hospital es algo hermoso, yo que he vivido acá les puedo decir que el trabajar con niños es lo mejor que le puede suceder a cualquiera, y es un privilegio para todos nosotros cambiar la vida de muchos niños”, dijo el viceministro de Salud, Carlos Alvarenga.
“El beneficio de estos proyectos impactan en miles y miles de niños y sus familias, por eso es importante las condiciones, y esta condición está adecuada a la niñez y eso es importante porque un niño cuando viene a un hospital siente temor o miedo; pero estas condiciones ayudan a que los profesionales de la salud brinden una mejor atención porque están en un ambiente más cómodo y adecuado, que requieren los niños”, agregó Alvarenga.
La presidenta de la Fundación Inocencia invitó a los niños y sus familias a disfrutar y cuidar las nuevas áreas porque “esta inversión ha sido grande y realmente es necesario cuidarla para que no se deteriore como la anterior”, añadió.
Eileen Simán pidió que los hospitales públicos tengan mejores condiciones y espera que más adelante, a través de su fundación, puedan continuar arreglando otras áreas del hospital.