La representación fiscal que acusa al exalcalde de San Antonio de la Cruz, de Chalatenango, Lucio Edwin Ayala Flores, y a otros ocho implicados por delitos de narcotráfico, ha pedido recusar (separar) al Juez Primero de Instrucción de San Salvador ante la Cámara Primera de lo Penal porque, según ellos, el juzgador adelantó criterio sobre el régimen de protección de un testigo.
El Juzgador pretendía instalar el lunes la audiencia preliminar, en la cual Fiscalía pretendía incorporar las declaraciones de un testigo con régimen de protección con clave “Sábado”, quien se presume conoció la red que lideraba el exalcade.
Sin embargo, antes de iniciar la audiencia, el juez llamó a las partes para resolver el proceso de prueba anticipada que pedía Fiscalía. “El juez advirtió que iba abrir el sobre e iba a saber quién era el testigo y que obviamente si la defensa quería estar presente a la hora de eso no había ningún inconveniente”, dijo Luis Servellón, defensor de Ayala.
Pero los fiscales del caso argumentaron que el juez pretendía quitar la protección al testigo y eso podía causarle daños al proceso.
El juez pidió a los fiscales que sean objetivos y aseguró que en ningún momento rompió el régimen de protección pero que estará a la espera de lo que decida la Cámara.
El alcalde reelecto en 2018 fue detenido en marzo del año pasado junto a otros siete sujetos. Todos colaboradores de el “Patrón”, según dijeron autoridades policiales.
Los delitos por los que son acusados los implicados son tráfico de personas y de drogas. Ayala Flores es señalado de encabezar una red que se abastecía de marihuana, cocaína y crack, en la zona fronteriza entre Honduras y Chalatenango.
Además, es acusado de haber utilizado la alcaldía para hacer negocios con la venta de droga.
El imputado fue investigado desde julio de 2016, cuando un informante de la Policía Nacional Civil relató a unos agentes de la División Antinarcóticos que en el referido municipio operaba una red de distribuidores de estupefacientes y que quien la dirigía era el exalcalde Ayala, según las autoridades.