Bertha María Deleón: “Está claro que el gobierno de Nayib Bukele es sumamente corrupto”

La reconocida abogada y ahora candidata a una diputación en San Salvador duda que el presidente desconozca estas irregularidades.

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Bertha María Deleón es abogada y defensora de causas como el matrimonio igualitario o la despenalización del aborto. Si llega a la Asamblea, dice que no dejará de defender esto. Foto EDH / Cortesía

Por Ricardo Avelar

2020-08-03 9:52:47

Bertha María Deleón pasó de ser del círculo cercano del mandatario -incluso fue su abogada defensora- a ser muy crítica de su gestión. Como lo expresa en esta entrevista el debilitamiento democrático, los indicios de corrupción y la ineptitud de este Gobierno la motivan a buscar una diputación en San Salvador por Nuestro Tiempo (NT) y llama a formar un frente común de oposición.

¿Por qué busca una diputación?

Es importante articular un movimiento de oposición. Estoy preocupada por el liderazgo de Nayib Bukele en el más alto cargo del país. Estoy preocupada con las señales en el primer año y me siento un poco responsable, y hay que pasar de la crítica y el descontento a construir propuestas de contención de esa forma de hacer política tan nefasta.

¿Cómo pasó de estar en el círculo de confianza del presidente a buscar oponerse desde el Legislativo?

Lo apoyé en redes y si bien no formé parte de Nuevas Ideas, le di mi apoyo. Consideraba que era la opción más potable y obviamente me equivoqué y es bien lamentable. Mucha gente habla de resentimiento por no haber entrado al gabinete, pero no se debe a eso mi decisión de involucrarme en política ni la de criticarlo.

Son claros los actos de corrupción de varios de sus funcionarios, y uno debe apartarse cuando algo no está de acuerdo a sus principios. No debe uno seguir solo porque lo apoyó en campaña. Yo haré lo posible como profesional por que esto cause el menor daño, si se puede ahora.

¿Cuándo se da el rompimiento?

Al ganar la presidencia, se comenzó a ver en los nombramientos, como Rolando Castro al frente de Trabajo. Su liderazgo es negativo y no tiene las credenciales para estar al frente de esa cartera. También el de Gustavo Villatoro en Aduana o el de Osiris Luna en Centros Penales.

Esos nombramientos me hicieron pensar que nada de lo que había prometido iba a ser realidad. Le manifesté la desconfianza y no calaba. El rompimiento total fue el 9 de febrero, cuando hizo la toma armada en la Asamblea. Hice críticas fuertes en Twitter, me bloqueó y ya no tuvimos ninguna comunicación, ni me interesa. Se distanció demasiado del proyecto que prometió.

¿Qué tan peligroso puede ser Bukele para la democracia?

Tampoco es que nuestras instituciones han sido sólidas y la ciudadanía ha sido beligerante y activa. La democracia siempre ha sido frágil y por eso es más delicado el actuar de Nayib. Él se aprovecha de la poca credibilidad de las instituciones, es bien fácil que la gente se suba a decir cosas como “los dipurratas” o le compren esa idea polarizante. Tiene un nivel de popularidad muy alto, gente con poco espíritu crítico lo sigue en todo lo que dice y tiene una estructura mediática publicitaria muy oscura, de la cual es parte Walter Araujo, José Youtuber o Marcelo Larín, que también adoptan este discurso de humillación a quienes son críticos. Esto es peligroso y puede salir de control y pasar de la violencia digital a agresiones físicas a personas determinadas.

¿Es particularmente difícil ser mujer en política en este momento?
Siempre ha existido este ataque, pero con Nayib y su granja de troles, la sistematización de violencia política para las mujeres, el nivel de agresividad, la misoginia y la degradación de la mujer es sin precedentes.

Daña el autoestima y obstaculiza los derechos políticos de las mujeres. Eso motiva a muchas mujeres que hemos decidido involucrarnos, por más que nos amenacen y ridiculicen estamos dispuestas a hacer la lucha y ser resistencia en la Asamblea.

Volvamos a su señalamiento de corrupción. ¿Dónde ve eso?

A pesar de la situación difícil presupuestaria, se han aprovechado de la pandemia y han hecho negocios aprovechando la declaratoria de emergencia. Llevamos alrededor de cinco casos reportados por medios con sobrada documentación, como familiares del ministro de Salud prestando servicios como centros de contención con sobreprecio, vendiendo mascarillas, botas, todo eso es corrupción.

Que los fanáticos quieran justificar que antes se robaba y por eso no hay que decir nada, es otro tema, pero es claro que el gobierno de Nayib es sumamente corrupto y no creo que él desconozca o no esté al tanto de estos negocios, ni creo que solo sean estos casos expuestos por los medios de comunicación.

¿Cree que se sienten intocables?

Por el fuero que tienen diferentes funcionarios, veo difícil que en sus periodos rindan cuentas y se abra incluso investigaciones penales. Y hay que decir que la figura del Fiscal General ha sido bastante débil. Si él se hubiera plantado desde un inicio por las irregularidades que hemos visto, como declarar ese cerco sanitario en el puerto de La Libertad fuera de la Constitución, se hubiera podido sentar un precedente y frenar esta ola de corrupción y este apartamiento total de procedimientos legales de Nayib y sus funcionarios.

En estos cuatro años, es poco probable que puedan proceder, pero el día uno que estén fuera de sus puestos, lo más seguro es que salen huyendo. Imagínese si esto lo vimos en el primer año, qué podrá pasar en cinco. La historia nos dice que la gente cuando se siente con poder cree que nunca va a terminar o que extenderá su periodo. Lo vimos con Funes, Saca, Flores. Se confían y piensan que el poder durará eternamente.

Sobre esto, ¿cómo ve estas supuestas intenciones de cambiar la Constitución y querer alargar el periodo?

Sabemos que la posibilidad de reelección es una cláusula pétrea, no se puede porque haría que se modifique el sistema de gobierno, pero como la apuesta es debilitar el sistema y sus instituciones, si llega a copar la Asamblea, puede ser una posibilidad. Nayib no ha mostrado respeto a la legalidad, la cumple cuando le conviene. Es cierto que según la Constitución es imposible que se reelija, pero él no se ajusta a esta, por lo que la amenaza es latente siempre.

¿Coincide en que también hay incompetencia en el gobierno?

Totalmente. Hay incompetencia, ineptitud y lo podemos ver en los decretos inconstitucionales que nacieron de Casa Presidencial, de los asesores de más alto nivel, de gente que gana $8,000 mensuales y elaboró decretos de muy baja calidad técnica-jurídica. Y no solo eso, emiten un decreto, los cuestionan y siguen emitiendo. Esa incompetencia grave también es corrupción.

¿Cuál es su plataforma legislativa?

Como candidatos, tenemos que priorizar. Yo presentaré una plataforma legislativa bastante armónica con lo que he defendido, como despenalización del aborto o derechos de la comunidad LGBT. No pienso dar un paso atrás ni disimularlo.

¿Cómo balancear la urgencia de salvar la democracia con estas causas sin defraudar las expectativas de sus posibles votantes?

Creo que ni siquiera podemos arribar a esa discusión y aspirar a hablar, por ejemplo, de matrimonio igualitario si está de por medio la independencia de poderes, que es más básico. Por eso hay esperanza de armar un frente común de oposición, ya sea con ARENA, con el Frente, con Vamos o incluso con los independientes. Que nos una la defensa de la democracia básica.

Sobre Nuestro Tiempo ha habido una discusión sobre la ideología. ¿Qué tan relevante ve esa discusión?

Es fundamental, porque no podemos partir como lo hizo Nayib satanizando las ideologías y que “ni izquierda ni de derecha”, ni “no somos nada”. Eso también da pie a demagogia y no puede estar uno indefinido.

Estamos en plena discusión porque “centro humanista” queda sin definir qué somos. Pronto habrá una definición como partido, y es que debemos hacer la diferencia no solo por ser “más potables”, sino ser transparentes y que el que vote por nosotros sepa a lo que se atiene.

Compiten en tiempos difíciles donde solo el gobierno y sus partidos tienen territorialidad. Ante estos retos, ¿cuál es la aspiración real?

El trabajo territorial es fundamental. Obviamente lo digital es fundamental, pero no podemos resignarnos a eso. Yo creo que hay que construir con la gente, escucharles y solo desde esa visión puede decir que hace política de forma distinta. La penetración de internet tampoco es tan significativa, hay que pelear esos votos en todas las canchas.

Si el internet no es tan significativo, ¿qué tan inflada puede estar la imagen del gobierno?

Bastante inflada. Es justamente la apuesta y no podemos ignorar que Nayib es un líder nato de la publicidad, la maneja al dedillo y tiene instinto. Hay estudios que dicen que quienes mueven su contenido son cuentas falsas. Yo vi gente de la diáspora hasta con 50 cuentas. Eso mueve las encuestas, pero es humo.

Sin un bloque unificado de oposición, ¿cuál es el riesgo real del país?

Hundirnos.