La directora del centro penal de Izalco, Sonsonate, Erika Noheli Ramos, de 30 años, salió herida al escaparse de ser privada de libertad por dos hombres con apariencia de pandilleros.
El intento de rapto se produjo la noche del jueves en las cercanías de una universidad privada de Sonsonate, y este ha sido el cuarto ataque contra personal de esa cárcel en un año.
Ramos fue interceptada por dos hombres que pretendían secuestralarla, pero ella como pudo logró escapar de los delincuentes.
Personas que se encontraban en el sitio la auxiliaron y la llevaron a un centro hospitalario para que recibiera atención médica, según fuentes policiales.
Aún cuando la Policía realizó un operativo de búsqueda de los atacantes, las autoridades no reportaron capturas de sospechosos.
El viceministro de Seguridad, Osiris Luna Meza escribió en su cuenta de Twitter que se apoya a la funcionaria y a su familia para salvaguardar sus vidas. “A los actores decirles: les va a caer todo el peso de la Ley. El Estado se respeta”, escribió Luna en su cuenta de Twitter.
El intento de secuestro de Ramos se produjo siete días después de que las autoridades de Centros Penales ordenaran el traslado de 1,022 pandilleros entre los sectores de la penitenciaría de Izalco.
La intención de las autoridades pretende desmantelar “mafias del crimen organizado” en los recintos y dejarlos incomunicados para que no sigan dando órdenes al exterior.
Con relación al ataque contra la directora del penal, Bukele escribió en Twitter: “Las maras están queriendo obligarnos a quitar la emergencia máxima en Centros Penales. Al igual que algunos jueces”.
En el último año, una abogada y dos custodios del penal de Izalco, han sido asesinados sin que hasta el momento hayan capturas por esos crímenes.
Una víctima mortal
A principios de junio pasado, varios delincuentes asesinaron al custodio del penal de Izalco, Ascencio Marcial Ayala Canales, de 60 años.
El ataque se produjo en la colonia Tres Ríos del cantón Piedra de Moler de Nahuilingo, Sonsonate.
Ayala Canales se dirigía a la casa de un pariente cuando fue atacado a balazos por cinco individuos.
Pero la violencia en el referido penal no solo ha afectado a personal del mismo, sino que también a la población reclusa.
En abril pasado, cinco pandilleros de la mara 18 fueron asesinados por sus propios compañeros de pandilla en un aparente ajuste de cuentas por no cumplir con las normas de la organización criminal.
Otros dos empleados del referido recinto penitenciario fueron asesinados el año pasado en circunstancias aún no esclarecidas, sin que las autoridades hayan capturado a los responsables.
El dos de mayo del año pasado, la abogada, Adina Patricia Recinos, fue asesinada a balazos cuando se bajaba del autobús institucional del referido penal. El ataque que dejó otro empleado penitenciario herido, se produjo en el redondel de Sonzacate, Sonsonate. Recinos se desempeñaba como asesora jurídica en el referido penal.
Días después, el custodio Mario David Carpio, fue acribillado a balazos cuando se dirigía a recibir su turno en la misma penitenciaría.