En Candelaria, un pueblo del departamento de Cuscatlán, situado en la ribera oriental del lago de Ilopango, pocos saben que Diego Francisco Alvarado Peña, trabajaba como seguridad del ministro de Salud, Francisco Alabí.
Blanca y Francisco, sus padres, tampoco saben cómo es que había conseguido ese puesto; de lo que sí dicen estar seguros es que es miembro de la Policía Nacional Civil (PNC) y que el viernes anterior salió de su vivienda hacia su trabajo en San Salvador.
Diego, como lo conocen en su lugar de domicilio, tiene 30 años, y en cuanto terminó su bachillerato en un colegio privado de Cojutepeque, ingresó a la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP).
Hasta donde están enterados, los padres de Diego afirman que continúa en la PNC.
No obstante, les sorprende que nadie de la institución policial les haya informado de su condición de salud y del problema legal en el que supuestamente está involucrado: haber disparado contra un grupo de simpatizantes del partido FMLN, de los cuales murieron dos.
Ayer, ambas personas dijeron que no saben mucho de la situación de su hijo. Afirmaron que no lo han podido ver ni hablar con él porque les han dicho que está inconsciente. “Tal vez cuando despierte, él cuente cómo está todo esto que a mí me tiene confundida”, explicó Blanca, quien afirma tener temor de que les suceda algo malo por todo lo que se ha dicho de su hijo y del caso.
En Candelaria ya no es un secreto que Diego es señalado en medios de comunicación y redes sociales, de ser uno de los responsables del ataque a un grupo de simpatizantes del FMLN.
Ayer a media tarde, muchos lugareños ya habían visto las fotos de Diego donde aparece supuestamente en el embarcadero del lago de Ilopango, y otra donde se lo ve con un fusil dentro de un vehículo.
Momentos después del ataque armado, trascendió que los miembros del FMLN habían sido atacados por personas en aparente estado de ebriedad y aficionados a un club de fútbol habían disparado contra la caravana política.
Sin embargo, para los padres de Diego eso les causa sorpresa porque su hijo, hasta donde saben, salió el viernes a hacer su turno de trabajo, además, nunca lo han visto que se emborrache y tenga mal trago, afirmaron.
Vecinos del municipio de Candelaria también les sorprende los señalamientos que se están haciendo contra Diego; aseguran que nunca se ha sabido que en el lugar sea una persona problemática.
De lo que si no tienen dudas es que el carro desde que se dice que fue atacada la caravana del Frente, es el e Diego.
Otro ataque de un seguridad de ministro
No es la primera vez que personal de seguridad de funcionarios de este Gobierno se ven involucrados en hechos de intolerancia.
El 12 de marzo de 2020, Melvin Omar Quezada Hernández, encargado de la seguridad del Ministro de Medio Ambiente, fue capturado por disparar con su arma de fuego, contra otro automovilista, en un tramo del bulevar Merliot, municipio de Santa Tecla.
La captura se realizó luego que cámaras de vídeo vigilancia revelaran detalles del atacante y del vehículo que conducía, una motocicleta.
A diferencia de Diego Francisco Alvarado Peña, los vecinos de Quezada Hernández lo describieron como una persona problemática, que discutía con cualquiera de sus vecinos en la colonia Jardines del Volcán, donde había instalado una serie de cámaras de vídeo vigilancia, supuestamente parte de sus medidas de seguridad.