Serafín Valencia Martínez, periodista en ejercicio desde 1990, ha sido presidente de la Asociación de Periodistas de El Salvador (APES) en dos periodos: 2006-2008 y 2015-2017. Además, participó como candidato a comisionado del Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP).
Valencia es docente universitario desde 2004 y actual relator de libertad de expresión de APES, miembro de la Mesa de Protección a Periodistas y gestor de la Ley de Protección a Periodistas.
En una entrevista a este medio, Valencia expuso la situación de la prensa en el país y señaló que la APES cuenta con cinco casos de una posible persecución a periodistas.
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También señaló que existe la posibilidad de que se concrete una lista de periodistas que son incómodos para el Gobierno, que buscará levantarles casos penales y así quitarlos del espacio público.
¿Cómo se encuentra la libertad de expresión en el país?
Lo que está pasando en el país en términos de libertad de expresión y de prensa suelo explicarlo a partir de una imagen y es la de el grifo, que puede liberarse o coartarse el goteo de lo que llamamos libertades, la libertad de expresión, la libertad de pensamiento, información y de prensa. Creo que ese grifo que puede dársele vueltas a ambos lados, para liberar o limitar el ejercicio de estos derechos, ahora se le va dando vueltas hacia el lado del cierre, porque en los últimos días hemos tenido algunas acciones de parte de nuestros gobernantes que nos indican que vamos en ese sentido.
¿Cuáles son esas acciones?
En los últimos días hemos visto dos acciones concretas de censura hacia medios de comunicación y hablo directamente de la revista Gato Encerrado y Factum. Esto era algo que no lo habíamos tenido en los últimos años, desde la firma de los Acuerdos de Paz, primera vez que el Estado y el gobierno actúan como censores directos, ordenando bajar contenidos periodísticos de medios de comunicación.
¿Cuál es su opinión sobre la resolución del Tribunal de Paz de Santa Ana sobre la publicación de Factum?
Hay elementos de fondo y peligrosos, y es que en el tercer argumento se dice y advierte que la revista debe de evitar el uso de cualquier dato o información relacionado con el expediente del caso, en un programa que está por aparecer ese día en que se emite la resolución en horas de la noche. A eso se le llama censura previa, la cual está prohibida en nuestra Constitución en el artículo 6 de la garantía del derecho a la libertad de expresión y de pensamiento.
¿Se puede relacionar esto con las declaraciones que dio el presidente Bukele el 1 de junio sobre el quinto paso para la toma del poder total?
Se puede relacionar con esas declaraciones cuando dijo que él iba a dar pasos para enfrentar el aparato ideológico, en el cual identifica pues a los medios de comunicación y este es otro elemento preocupante, porque pareciera que ya ha empezado en este sentido.
¿Cómo lo está haciendo?
Lo está haciendo utilizando la institucionalidad del país, la Fiscalía y a través de las resoluciones, utilizando a algunos jueces del sistema judicial. Esto me hace pensar que las cosas van complicándose cada vez más.
¿Las declaraciones del ministro de Seguridad Gustavo Villatoro de que se daba “seguimiento” a periodistas es parte de esto?
Las declaraciones del ministro prácticamente están confirmando algo que nosotros como APES y esta relatoría venía dándole seguimiento y es a que nos están monitoreando desde el Gobierno, desde el Gobierno se están monitoreando a medios de comunicación y a periodistas en concreto.
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¿La APES tiene casos registrados?
Hay al menos cinco casos hasta ahora reportados de colegas que se han percatado que son perseguidos cuando salen de sus oficinas hacia sus casas y luego sufren hostigamientos en los alrededores de sus residencias.
¿ Qué sucede en países que tratan de cumplir principios democráticos ante declaraciones tan fuertes como las del ministro Villatoro?
En Europa, después de una declaración tan contundente como la que dijo el ministro, los funcionarios renuncian un par de horas después, porque ese tipo de declaraciones contradice derechos y principios democráticos de un Estado. Ese tipo de declaraciones es inmediatamente sujeto de renuncias a partir de los principios de moralidad y ética, y si no pues la misma institucionalidad se activa para corregir esos errores. Aquí no ha pasado nada.
¿Por qué en este caso no actuó la institucionalidad del país?
Porque buena parte de la institucionalidad del país también está cooptada por el poder centralizado del presidente Bukele.
¿La prensa es considerada como “un enemigo” por el presidente?
La prensa que no se sujeta al discurso que el Gobierno necesita escuchar o a la información que al Gobierno le conviene divulgar, esa prensa es ubicada dentro del lado opositor y es ubicada dentro de un concepto que ellos llaman los enemigos del país.
¿Por qué cree que necesita el presidente mantener su discurso confrontativo y encontrar “enemigos”?
El presidente basa su discurso confrontativo y a veces de odio en la necesidad de encontrar enemigos en el camino y si no los hay, hay que construirlos. Dentro de esos enemigos antes eran los opositores políticos, luego que esos opositores fueron dominados en el marco electoral, es necesario seguir construyendo otros actores y mantener este discurso confrontativo y la figura del héroe, del salvador y del líder, que quiere hacer bien por aquellos que él dice defender.
¿Después de la oposición política, el siguiente enemigo del Gobierno son los periodistas?
El siguiente enemigo pareciera que se va constituyendo en los medios que no se pliegan a los discursos que él quiere difundir, periodistas, medios de comunicación, que los ha llamado el aparato ideológico y que ha dicho que es la tarea pendiente que le quedaba a partir del 1 de junio.
Desde la APES, ¿han pedido la observancia de la comunidad internacional al respecto?
Sabemos que la comunidad internacional tampoco va a ser quien defienda garantías plenas de los derechos o va a venir a resolver los problemas internos de este país, más bien tenemos que ser nosotros los salvadoreños, pero necesitamos de esa vigilancia y de esos apoyos.
¿Han recibido apoyo de organismos internacionales ante la situación?
La solidaridad de organizaciones internacionales de periodistas ya la estamos teniendo, por ejemplo, entidades como la FIT, Federación Internacional de Prensa, Reporteros sin Fronteras, Amnistía Internacional y organizaciones de periodistas de algunos países europeos, que están mostrando sus expresiones de solidaridad con periodistas de El Salvador.
¿Cómo ven el futuro de la prensa en el país, ante este panorama?
Yo vislumbro un horizonte bastante oscuro y cada vez se va volviendo más oscuro, y en vez de amanecer se va tiñendo más de ese colo oscuro, es decir, hay incertidumbre y temores.
¿Qué tipo de temores ?
Se ha comenzado a hablar de una posible lista de periodistas que pudieran a llegar a ser enjuiciados a futuro por acusarlos de delito, precisamente para irlos sacando del espacio público e ir eliminando esos espacios que todavía hay de prensa independiente que se atreve a investigar algunas de las cosas que en el Gobierno no quiere que se sepan.
¿En el futuro podría haber cierre de medios como ha sucedido en Nicaragua ?
Esperamos que no se llegue hasta ahí, aunque el rumbo que están tomando las últimas acciones como las censuras hacia estas dos revistas (Factun y Gato Encerrado), más la posibilidad de que se concrete una lista de periodistas incómodos para levantarles casos penales, pues podría irnos conduciendo hacia esa vía de Nicaragua. No sé hasta que punto podría materializarse el cierre de medios pero también ya hay indicios por esa vía.
¿Qué indicios?
Recordemos que hay acoso fiscal en contra de las dos revistas digitales que las ha declarado el presidente como sus opositores, El Faro y Factum, son los dos medios que han dicho públicamente que están siendo acosados fiscalmente y pareciera que se está tratando de analizar, buscando las figuras de errores posibles desde la perspectiva financiera, que tiene que ver con el fisco, cometidos en estas organizaciones periodísticas para poder levantar una prohibición de operaciones en estos espacios. Si eso fuera así, si se concretara, iríamos por esa vía.
Bajo ese panorama, ¿se puede decir que hay un periodismo de alto riesgo en el país?
El que haya un seguimiento y algunos indicios de persecución contra cinco periodistas, que son los casos que nosotros tenemos registrados, ya eso te dice que aquí hacer periodismo es correr un alto riesgo.
¿Cuál es el periodismo que corre riesgo?
Hacer periodismo crítico, profesional, que la profesión y sociedad te demanda.
¿Existe control de la información del Estado?
Existe una concentración y control de la información por parte del Estado, lo que ocurrió el 1 de junio que al resto de la prensa lo acorralaron, lo mantuvieron aislado del acceso a las fuentes de contraste, es decir, no les permitieron ir al resto de funcionarios para hacer sus entrevistas y sacar notas balanceadas de los informes que ahí se habían presentado, eso es una acción concreta que va dirigida al control de la información y a evitar que los medios tengan acceso en ese momento a ejercer su trabajo de manera libre e independiente.
¿La comunidad internacional y organismos deben poner atención a estos elementos?
Cuando un Gobierno te pone cercos de información, te pone cortapisas para acceder a la fuente, cuando prohíben a todos los funcionarios que den declaraciones a los medios, pues ese es ya un sistema que ya no se puede llamar democrático, es eminentemente autoritario porque está controlando la palabra, es decir, estatizar la palabra.
¿Y cómo se está estatizando la palabra?
No solo con la existencia de estos 15 o más medios que están en función de difundir la narrativa gubernamental, sino también que la palabra se está estatizando en la medida en que el Gobierno controla y tiene la capacidad de controlar quien habla y quien no, qué se dice y qué no desde la esfera gubernamental.
Ante este panorama y aspectos analizados, ¿se vuelve importante una ley de protección a periodistas ?Hoy más que nunca es necesario volver a intentar la aprobación de una ley de protección a periodistas, aterrizando el artículo 6 de la Constitución nuestra.
¿Cómo ven el funcionamiento del IAIP ?
Es una instancia que está muerta, asistimos prácticamente al entierro, al sepulcro del IAIP. Tal como está no existe, ha dejado de funcionar.
¿Que pasó con el Instituto?
El IAIP es una institución que fue cooptada por el Gobierno actual, por los intereses de Bukele, puso a sus operadores políticos que iban a garantizarle el ocultamiento de información. Si no está en el ataúd está en la UCI en los cuidados intensivos, y así están muchas instituciones más.