El Liverpool, vigente campeón, sobrevivió a su “final” frente al Salzburgo y consiguió ayer una victoria importante (0-2) con la que logró clasificarse para los octavos de final de la Liga de Campeones, en una jornada en la que también sellaron su billete el Valencia, tras superar al Ajax 0-1, el Nápoles, el Lyon y el Dortmund.
En un partido eléctrico, ante un rival que murió con orgullo, los hombres del técnico alemán Jürgen Klopp salieron con vida del Red Bull Arena, donde el Salzburgo, por momentos, puso contra las cuerdas al Liverpool, que necesitaba una victoria o un empate para no mirar de reojo al Nápoles. En un minuto mágico, entre el 57 y el 58, el conjunto inglés acabó con todas las esperanzas del Salzburgo, que con una victoria se habría clasificado para la siguiente ronda.
Primero, el guineano Naby Keita, tras una gran jugada iniciada por un cambio de juego de Trent Alexander-Arnold, y después el egipcio Mohamed Salah, con un brillante remate casi sin ángulo, sentenciaron al combativo Salzburgo, que también tuvo sus ocasiones para superar al portero brasileño Alisson Becker, ganador del Balón de Oro 2019 como mejor guardameta.
Con ese resultado, el Nápoles podía hasta perder ante el Genk para ocupar la segunda plaza del grupo E. Pero, en el que fue el último partido de Carlo Ancelotti en el banquillo del club presidido por Aurelio De Laurentis, sus jugadores arrollaron a su rival para acabar con buenas sensaciones la fase de grupos. Nápoles anunció, horas después, que Ancelotti no sigue.
El conjunto belga no tuvo nada que hacer frente al Nápoles. Ganó el club italiano con contundencia, 4-0, con una exhibición del polaco Arkadiusz Milik, que en la primera parte marcó tres goles. El primero, tras un error del portero Maarten Vandevoort; el segundo, con un certero remate desde el punto de penalti; y, el tercero, desde los once metros. Después, a los 75 minutos, el belga Dries Mertens, redondeó la victoria para completar una buena noche para el Nápoles.