Toda selección que se ha cruzado contra la de Estados Unidos en el Mundial Femenino de Fútbol de Francia 2019, léase Tailandia, Chile, Suecia, España, Francia e Inglaterra, ha salido derrotada.
También toda aquella que lo ha hecho con la escuadra de los Países Bajos, la otra finalista del certamen que hoy clausurará en Lyon el Stade des Lumieres, previsiblemente lleno para alumbrar el camino al éxito.
Para el conjunto estadounidense, ese trayecto es conocido. En su palmarés se distinguen tres títulos mundiales alcanzados (1991, 1999 y 2015) y un sinfín de récords. Nadie ha ganado ni disputado más finales que el equipo de “las barras y las estrellas”, que actualmente sostiene una racha inédita de 16 partidos invicto en el torneo.
Y ante esto, ni a los logros ni a la tradición puede apelar, sin embargo, la selección neerlandesa. Esta es apenas su segunda participación en una Copa del Mundo. Y no tiene nada similar en experiencia en este tipo de eventos como su rival.