¿Dominio o primerizas en el mando del fútbol femenino mundial?

Estados Unidos va por su cuarta estrella de Mundial Femenino, mientras Holanda busca su primer título. Una final inédita la que se jugará en Francia

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La arquera estadounidense Alyssa Naeher (C) celebra después de salvar un penal durante el partido de semifinales de la Copa Mundial Femenina Francia 2019 entre Inglaterra y Estados Unidos, el 2 de julio de 2019, en el Estadio de Lyon. AFP / Franck Fife

Por Agencia EFE

2019-07-07 4:00:15

Toda selección que se ha cruzado contra la de Estados Unidos en el Mundial Femenino de Fútbol de Francia 2019, léase Tailandia, Chile, Suecia, España, Francia e Inglaterra, ha salido derrotada.

También toda aquella que lo ha hecho con la escuadra de los Países Bajos, la otra finalista del certamen que hoy clausurará en Lyon el Stade des Lumieres, previsiblemente lleno para alumbrar el camino al éxito.

Para el conjunto estadounidense, ese trayecto es conocido. En su palmarés se distinguen tres títulos mundiales alcanzados (1991, 1999 y 2015) y un sinfín de récords. Nadie ha ganado ni disputado más finales que el equipo de “las barras y las estrellas”, que actualmente sostiene una racha inédita de 16 partidos invicto en el torneo.

Y ante esto, ni a los logros ni a la tradición puede apelar, sin embargo, la selección neerlandesa. Esta es apenas su segunda participación en una Copa del Mundo. Y no tiene nada similar en experiencia en este tipo de eventos como su rival.

Sherida Spitse (R) de Holanda en acción contra la sueca Stina Blackstenius (C) durante el partido semifinal de la Copa Mundial Femenina de la FIFA 2019 entre Holanda y Suecia en Lyon, Francia, el 3 de julio de 2019. EFE / Sebastian Nogier

Pero sí puede reivindicar su nueva fuerza. Es la actual campeona europea. Impulsadas por la gesta de 2017, aunque sus estrellas no luzcan en plenitud, las pupilas de Sarina Wiegman pretenden desafiar la “arrogancia” de las defensoras del título.

“En los últimos días, parece que básicamente se han dedicado a felicitarnos por ser segundas. Dejemos que digan lo que quieran. La final es un partido como cualquier otro: empieza con un 0-0 y tendremos al menos 90 minutos para competir. Demostraremos en el campo cuánto deseamos ganar esta Copa del Mundo. Hablaremos después”, replicó Danielle van de Donk, una centrocampista “oranje”.

Las repetidas alusiones a su soberbia o a su altanería, habituales en el último mes, no han alterado el sentir en el vestuario de los Estados Unidos. Subrayan públicamente su favoritismo porque así es como lo sienten, y si mencionan la conquista como único objetivo es porque siempre compiten para ganar.

Pero a la contra, la seleccionadora holandesa, Sarina Wiegman, trasladó el favoritismo al combinado de los Estados Unidos, pero mostró su deseo de “ganar” el título.

“La selección favorita es la de Estados Unidos y somos conscientes de ello, pero estamos en la final y queremos ganarla”, sostuvo durante la rueda de prensa previa al choque.

Pero la coronación de las estadounidenses, de hecho, es el escenario más lógico atendiendo a la estadística: su capacidad goleadora dobla a la de su próximo oponente -24 a 11 tantos a favor-, habiendo encajado ambos seleccionados tres goles en todo el campeonato.

Estados Unidos quiere el bicampeonato mundial. Foto: EFE

Estados Unidos viene de bajar, además, a dos grandes candidatos, como lo eran los conjuntos de Francia e Inglaterra. Países Bajos, en cambio, sufrió sobremanera para doblegar a Suecia en la prórroga de la segunda semifinal.

Su presencia en la ronda definitiva, en cualquier caso, la señala como aspirante al éxito, por el hecho de haberla alcanzado con esfuerzo, en el que será un encuentro que también despierta interés en el banquillo. Esto porque dos mujeres, Jill Ellis y Wiegman, guían los sueños de las dos selecciones finalistas.

Es la segunda vez que se produce un duelo femenino de DT en la final de un Mundial de Fútbol femenil. Tina Theune-Meyer y Marika Domanski Lyfors estaban al frente de los combinados de Alemania y Suecia, en la de 2003.