Cuentas de ahorro con pocos requisitos crecen 36% al mes

Este tipo de productos nació con la Ley para Facilitar la Inclusión Financiera (2015) y a diferencia de otros pueden abrirse de manera remota, sin necesidad de ir al banco.

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Según la ley, las cuentas de ahorro con requisitos simplificados son para usarse exclusivamente por medios electrónicos. Foto EDH / shutterstock

Por Vanessa Linares

2019-08-01 11:30:12

Las cuentas de ahorro con requisitos simplificados, que nacieron gracias a la aprobación de la Ley para Facilitar la Inclusión Financiera (2015), han tenido una notable aceptación entre los salvadoreños puesto que según las cifras oficiales ya crecen a un ritmo de 36 % por mes.

El último Informe del Sistema Financiero Bancario de la Asociación Bancaria Salvadoreña (Abansa)- de mayo 2019, que cita datos de la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF)- asegura que este tipo de cuentas ya captó al menos $110,000.

Las cuentas de ahorro simplificado tienen como objetivo principal llegar a la base de la pirámide poblacional del país; es decir, a los más pobres y excluidos.

Busca, en términos simples, que más salvadoreños participen en el sistema financiero ya que, como explica el “Pequeño libro de datos sobre Inclusión Financiera” de 2018 del Banco Mundial, como titulares de cuentas, es más probable que usen otros servicios financieros como créditos y seguros para negocios, invertir en educación o salud, administrar riesgos y crisis financieras, y, con ello, logren mejorar su calidad de vida.

Vale mencionar que, según dicho informe, en el país, solo uno de cada tres salvadoreños mayores de 15 años tiene una cuenta en un banco o un proveedor de dinero móvil.

Pero es que, además de la baja educación, una de las barreras para que más salvadoreños accedan a servicios financieros diversos y se promueva la inclusión en el país, es el acceso a productos de este tipo.

De acuerdo con la SSF, en El Salvador hay 687 agencias bancarias de las diferentes instituciones financieras, pero la mayoría de ellas (271) están concentradas solo en la capital.

 

 

Las cuentas de ahorro simplificado, a diferencia de otros productos financieros, son de uso exclusivo de medios electrónicos y tienen la ventaja de que pueden abrirse a través de corresponsales financieros (tiendas o pequeños negocios que funcionan como extensiones de los bancos) o por medios electrónicos, sin necesidad de que el cliente se desplace hasta un banco, un banco cooperativo o a una sociedad de ahorro y crédito.

Además, los requisitos son pocos y las entidades financieras que las extienden no están obligadas a exigir a sus clientes el número de identificación tributaria requerido en el artículo 148 del Código Tributario.

Es más, para abrir una de estas cuentas solo se necesita un nombre, un número de documento de identidad, dirección de residencia, actividad económica a la que se dedique el titular de la cuenta, el origen de ingresos mensuales; y nombre y dirección de residencia de los beneficiarios.

Aunque no es un requisito que los clientes hagan un depósito inicial, por la facilidad de apertura de estas cuentas, sí están sujetas a límites de saldo y transacciones.

La ley dice que el máximo por transacción es el equivalente a un salario mínimo urbano del sector comercio y servicios, es decir, $304.17; y el monto máximo de transacciones acumuladas en un mes no debe superar a cuatro de estos salarios, lo cual equivale a $1,216.68.

 

 

Durante el lanzamiento de uno de sus últimos productos, las Transacciones con Código QR (de respuesta rápida), el presidente de Banco Agrícola, Rafael Barraza, explicó que la modernización regulatoria es sin duda un trampolín para la bancarización en el país y permite a las instituciones financieras explorar su creatividad y ofrecer un portafolio más amplio y sencillo de tener.

La Cuenta Fácil de Banco Agrícola, por ejemplo, es un producto 100 % digital, que se puede abrir desde el celular, con cero saldo y que además es gratis.

En ese sentido, “Abansa considera importante fomentar el uso de las cuentas de ahorro simplificadas, debido al efecto positivo que generaría tanto en la captación de recursos como en la inclusión financiera”, apunta la gremial en su informe.

Sistema financiero estable

El reporte de Abansa considera que, por los datos que tenía hasta mayo, el sistema financiero salvadoreño es sólido y registra una tendencia de crecimiento en los indicadores tanto de préstamos como de depósitos en los primeros cinco meses del año.

“Estos son mayores al índice de volumen de la actividad económica, indicando el buen desempeño del sector financiero en general”, refuerza la gremial.

Como puede apreciarse en el documento de Abansa, el saldo de préstamos a mayo fue de $12,744 millones ($650.16 millones más que el mismo periodo en 2018).

Del total de créditos otorgados, el sector empresa es el más representativo con $5,882.76 millones equivalentes a un 46 % del total.

Los préstamos a personas (para consumo) sumaron $4,377 millones; es decir, un tercio del total; mientras que los de vivienda, que representan el 20 % de todos los créditos, alcanzaron los $2,484 millones.

 

 

¿Para qué actividades prestaron las empresas? Según Abansa, solo el sector industrial ($1,377 millones) y comercio ($1,665 millones) representaron poco más de la mitad del total de saldo de crédito otorgado a las empresas hasta mayo de 2019.

En menor medida, aunque con cifras nada despreciables, los sectores de servicios ($937 millones) ocuparon un 7.35 % del pastel de créditos otorgados.

La construcción ($560 millones), el rubro agropecuario ($424 millones), el de Electricidad, gas, agua y servicios ($287 millones); y Transporte, almacenaje y comunicación ($272 millones) se movieron en el rango de entre 2 y 4 % del total.

Por su parte, el saldo en depósitos sumó $12,704 millones en el reporte de la gremial bancaria, lo que significa $571.17 millones más que en el mismo periodo de 2018.

En esta parte, el dinero que entró a través de cuentas de depósitos pactados hasta un año plazo ($4,797 millones) representa la mayor proporción en la estructura de depósitos captados por los bancos hasta mayo 2019.

Los depósitos a cuenta corriente le siguieron con el 30% del total y una tasa crecimiento de 4.96% ($179 millones). El mayor crecimiento punto a punto es para los depósitos de ahorro, los cuales representan el 29%.

Más depósitos y créditos

El último reporte publicado (3 de junio) de la SSF sobre el comportamiento de los préstamos y depósitos, que incluye también los resultados de los bancos cooperativos y sociedades de ahorro y crédito (SAC), indica que al 31 de mayo de 2019, los préstamos brutos totalizaron $14,079.8 millones, reflejando un crecimiento interanual de $828.5 millones, equivalente a 6.3 %. Los depósitos, en tanto, alcanzaron $13,602.3 millones.