COVID-19 no apaga el gusto por los platillos típicos de la cuaresma

A pesar de la cuarentena, los salvadoreños han incluido en su lista de compras de alimentos las frutas, el dulce de atado y el pescado seco.

Por Magdalena Reyes nacional@eldiariodehoy.com

2020-04-04 8:40:15

Aunque la pandemia del coronavirus modificará este año la forma en la que muchos católicos vivirán la Semana Santa, los salvadoreños han optado por mantener las tradiciones culinarias y comprar mangos, jocotes, ayotes y dulce de atados para la típica fruta en miel así como el pescado seco en sus variedades de macarela, boca colorada, macarela, curvina o bagre.

Aunque en menor cantidad que en otros años, la venta de estos productos ha sido un ligero respiro para los comerciantes que han visto disminuidas sus ventas por la cuarentena obligada .

“La venta de jocote ácido, que damos a $1 el ciento para conserva es el que han estado buscando la gente desde esta semana y ya estos son los días más buscados”, destacó doña Dilma Delgado.

La vendedora, que por más de 40 años ha viajado desde El Congo para vender fruta de temporada en el Mercado Central de la capital, hoy se ha visto obligada a quedarse en las cercanías del mercado por la condiciones de la cuarentena.

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Afirmó que también se ha dado un despunte en la venta de mango sazón para hacer en miel y que se está vendiendo a $8 el ciento y a $2 las veinticinco unidades.

“La venta de esta fruta nos ha ayudado porque se está moviendo ahorita por la temporada de Semana Santa, aunque se ha vendido menos que en otros años”, destacó.

Mencionó que en esto últimos días está vendiendo 10 y 20 jabas de jocote a diario, similar a la venta del año anterior, pero previo al despunte de la búsqueda de la fruta la venta estaba un tanto lenta con 5 jabas cada día.

Los ayotes tienen precios entre $2.5 y $3, pero la venta ha sido baja en comparación al año anterior, afirmó la vendedora Rosa Portillo, quien el año pasado vendía a diario entre 25 y 36 ayotes y en estos días previos a la Semana Santa, apenas coloca dos al día.

La comerciante ,que por la crisis solo atiende su puesto entre las 7:00 y 11:00 a.m. afirmó que hay un leve despunte de venta de dulces de atado provenientes de San Vicente, a un precio de $0.75.

Para María Mercedes Reyes, la venta del jocote y el mango ha representado un liviano respiro para sus ventas, pues afirma que la gente tiene miedo de salir a las calles y eso les ha afectado.

“Esta semana ha estado más movidita la venta con precios de $1 el ciento de jocote y $5 el ciento de mango, aunque en comparación al año pasado la venta es menos”, detalló Reyes.

Para el vendedor José Antonio Colindres, ayer sábado sus esperanzas estaban puestas en colocar por lo menos unos 25 dulces de atado que ofrece a $0.60 y $0.75.

En el Mercado Central también se encontraban dulces de atado a dos por un dólar.

El vendedor Walter Vázquez, mencionó que a pesar de que ha aumentado la demanda por los jocotes para hacer en miel, en el puesto donde labora apenas colocan 5 jabas al día, muy pocas en comparación a las que 10 que vendían el año pasado.

“El cierre de unas calles cercanas al mercado nos ha afectado también a todos los comerciantes”, agregó .


El pescado seco es uno de los productos más buscados en esta temporada que puede conseguirse en el mercado. Foto EDH / Yessica Hompanera

Venta de pescado seco para sacar lo invertido

El paladar de la familia salvadoreña también se decanta por el pescado seco envuelto. Este producto de temporada se encuentra entre $5 y $8 la libra.

La vendedora María Alicia Cruz ha optado por dar su mercadería a menor precio, de esa manera dinamizar la venta y recupera por lo menos lo invertido lo más pronto posible.

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“Desde hace ocho días han comenzado a venir a buscar más pescado, lo tengo a $5 la libra de macarela y a $4 el bagre, en otro lado no va a encontrar ese precio. Hemos tratado de bajar el precio por lo sucedido (COVID-19) porque el pescado estaba caro”, explicó.

La comerciante afirmó que desde hace tres meses ya había pedido el pescado seco a su proveedor en la Playa El Tamarindo, en La Unión.

“Para nosotros ha sido un pérdida, pero con sacar el dinero nos hemos conformado y no perderlo todo”, dijo la comerciante.

Los bajos precios que ofrece le permiten vender un quintal diario de pescado seco, mientras que el año pasado vendía hasta dos quintales cada día y a un precio de hasta $8 la libra, según compartió la comerciante que viaja a diario desde Rosario de Mora a las 4:00 a.m.

La comerciante María Mercedes Reyes, destacó que a partir de la semana pasada se ha visto más compradores buscando el pescado seco, para el tradicional platillo de Semana Santa.

Los precios promedio son la macarela a $7, $6 la curvina, el bagre a $5 y el boca colorada a $10 la libra.

“Al día se venden seis o diez libras, nada más, el año pasado vendíamos en el día entre 100 y 200 libras”, destacó la comerciante.