Gabriela lucha por ver a su bebé que está varada en Guatemala

Con el cierre de las guarderías tuvo que enviarla con su papá a ese país, pero con las restricciones fronterizas se quedó sin volver a estar con ella. Pide ayuda a las autoridades.

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Foto EDH / shutterstock

Por Rafael Mendoza López

2020-04-12 9:00:52

Gabriela Rodríguez tiene una bebé de cuatro meses que nació en Guatemala. Retornó a El Salvador cuidó de su hija durante los tres meses de licencia de maternidad, pero luego tuvo que llevarla a una guardería porque no tenía gente de confianza que cuidaran a la niña.

Sin embargo, como resultado de las medidas de la emergencia por coronavirus, las guarderías cerraron y se vio obligada, el 13 de marzo, a llevarle la bebé a su papá en un punto de la frontera con Guatemala, ya que a él no lo dejaron entrar.

Más adelante, ella tuvo que renunciar a su empleo y quiso retornar al vecino país, pero se lo impidieron. Y así comenzó su desesperación, alejada de su hija y sin poder brindarle lactancia materna que tanto le demandaba.

“Mi hija necesita de mí. Está mejor conmigo porque todavía le puedo dar pecho”, señaló la madre. Agregó que la niña está perdiendo peso y que el padre de esta atraviesa dificultades económicas porque es comerciante y las ventas están cayendo en el vecino país, donde también se han tomado medidas drásticas ante el COVID-19.

Gabriela contó que ha acudido a innumerables instancias, entre ellas la Procuraduría de Derechos Humanos y la Procuraduría General de la República, pero no ha recibido respuestas concretas.

Asimismo, pidió ayuda en las embajadas de Guatemala y El Salvador en cada país, pero nadie le ha dado una salida.

“Ayer (viernes) el presidente (Nayib Bukele) pedía empatía por su hija y por qué nadie puede tener por mí esa empatía. No me importa si me dicen que me vaya o que mi hija me la den por la frontera. Todos han sido bien fríos conmigo”, manifestó.

En sus angustia, incluso, envió mensajes escritos al presidente y la Primera Dama, Gabriela de Bukele, pero las peticiones no han tenido ningún eco.

La situación de Gabriela se suma a la de varios connacionales que están varados en el vecino país, debido a las restricciones migratorias entre ambas naciones.

Henrietta Fore, directora ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, emitió recién una declaración en la que llama a proteger a la niñez y evitar que esta población se convierta en “víctima oculta” de la pandemia por la COVID-19.

“Los niños y los jóvenes, además de estar contrayendo la COVID-19, son algunas de las víctimas a las que más duramente afectará el virus. Si no actuamos de inmediato para abordar las consecuencias que la pandemia tendrá sobre los niños, el eco de la COVID-19 causará daños permanentes en nuestro futuro común”, señala la funcionaria.